Nueva York, Estados Unidos | AFP |
El suizo, tercer sembrado del último Gran Slam del año, jugará contra el número uno mundial, el serbio Djokovic, la final del domingo en las canchas de cemento de Flushing Meadows, Nueva York.
Para Wawrinka esta ha sido su mejor actuación hasta el momento en un US Open, luego de quedarse dos veces en las semifinales, una de ellas derrotado por Djokovic en 2013.
Dos horas antes, en la misma cancha Arthur Ashe y con una humedad del 60% en el ambiente, el dos veces campeón del torneo Djokovic había batido al francés Gael Monfils 6-3, 6-2, 3-6, 6-2 para avanzar a su séptima final de un US Open.
Wawrinka, campeón del Abierto de Australia y del Roland Garros -los únicos dos Gran Slam que tiene en su cartera- ha perdido 19 de los 23 enfrentamientos contra Djokovic en el circuito ATP.
De su lado, el serbio buscará su tercer título de Gran Slam de la temporada, tras sus victorias en Australia y Roland Garros, y el 13º de su carrera.
Se apagó Nishikori
Al parecer, a Nishikori le pasó la cuenta el cansancio de su anterior partido en cuartos de final contra el británico Andy Murray, segundo sembrado, al que doblegó en cinco agotadores sets.
El japonés tuvo que jugar 20 sets en sus cinco partidos para llegar a semifinales, uno más que Wawrinka, pero éste llegó algo más fresco luego de un triunfo en cuatro parciales sobre el argentino Juan Martín del Potro.
Un muy bajo índice de efectividad en su primer servicio (58%), pobre retorno sobre el saque rival (18%) y sólo 27 tiros ganadores, por 38 Wawrinka, fueron las causas de la derrota del japonés.
Wawrinka se sobrepuso a un desconcierto inicial que le hizo perder el primer set, y se fue afirmando y creciendo en el partido en la medida que Nishikori se apagaba, agotado por la humedad en la cancha.
“Fueron condiciones difíciles, había mucho calor y humedad, así que sabía que iba a ser duro y administré mis energías”, dijo el suizo.
Nishikori le quebró el servicio al suizo en el primer set y repitió al abrir el segundo, pero Wawrinka volvió a nivelar 2-2 y fue presionando y logró salvar cinco puntos de quiebre para, con el 6-6 en la pizarra, quebrar y ganar en cinco puntos su servicio y el set 7-5, y empatar a una manga por bando.
Después de quebrar a Nishikori de nuevo y adelantarse 4-1, el suizo pareció tomar su paso hasta sellar su triunfo al cabo de 3 horas y 7 minutos.
“El dictó el juego desde temprano esta noche, ejerció presión sobre mí y yo tuve que esperar y luchar y hacer que se sintiera incómodo”, dijo el suizo.
“Después que se cansó, empecé a ser más agresivo”, indicó el ganador.
Wawrinka, que sorprendió a Djokovic en la final del Abierto de Francia de 2015, espera ganar su primer título del Abierto neoyorquino.
“Estoy muy emocionado, quiero disfrutar del momento”, dijo.
“He visto la final aquí en la televisión muchas veces, viendo a Roger, Rafa, Novak”, ahora me toca a mí que me vean”, subrayó.
Nueva York, Estados Unidos | AFP |
El suizo, tercer sembrado del último Gran Slam del año, jugará contra el número uno mundial, el serbio Djokovic, la final del domingo en las canchas de cemento de Flushing Meadows, Nueva York.
Para Wawrinka esta ha sido su mejor actuación hasta el momento en un US Open, luego de quedarse dos veces en las semifinales, una de ellas derrotado por Djokovic en 2013.
Dos horas antes, en la misma cancha Arthur Ashe y con una humedad del 60% en el ambiente, el dos veces campeón del torneo Djokovic había batido al francés Gael Monfils 6-3, 6-2, 3-6, 6-2 para avanzar a su séptima final de un US Open.
Wawrinka, campeón del Abierto de Australia y del Roland Garros -los únicos dos Gran Slam que tiene en su cartera- ha perdido 19 de los 23 enfrentamientos contra Djokovic en el circuito ATP.
De su lado, el serbio buscará su tercer título de Gran Slam de la temporada, tras sus victorias en Australia y Roland Garros, y el 13º de su carrera.
Se apagó Nishikori
Al parecer, a Nishikori le pasó la cuenta el cansancio de su anterior partido en cuartos de final contra el británico Andy Murray, segundo sembrado, al que doblegó en cinco agotadores sets.
El japonés tuvo que jugar 20 sets en sus cinco partidos para llegar a semifinales, uno más que Wawrinka, pero éste llegó algo más fresco luego de un triunfo en cuatro parciales sobre el argentino Juan Martín del Potro.
Un muy bajo índice de efectividad en su primer servicio (58%), pobre retorno sobre el saque rival (18%) y sólo 27 tiros ganadores, por 38 Wawrinka, fueron las causas de la derrota del japonés.
Wawrinka se sobrepuso a un desconcierto inicial que le hizo perder el primer set, y se fue afirmando y creciendo en el partido en la medida que Nishikori se apagaba, agotado por la humedad en la cancha.
“Fueron condiciones difíciles, había mucho calor y humedad, así que sabía que iba a ser duro y administré mis energías”, dijo el suizo.
Nishikori le quebró el servicio al suizo en el primer set y repitió al abrir el segundo, pero Wawrinka volvió a nivelar 2-2 y fue presionando y logró salvar cinco puntos de quiebre para, con el 6-6 en la pizarra, quebrar y ganar en cinco puntos su servicio y el set 7-5, y empatar a una manga por bando.
Después de quebrar a Nishikori de nuevo y adelantarse 4-1, el suizo pareció tomar su paso hasta sellar su triunfo al cabo de 3 horas y 7 minutos.
“El dictó el juego desde temprano esta noche, ejerció presión sobre mí y yo tuve que esperar y luchar y hacer que se sintiera incómodo”, dijo el suizo.
“Después que se cansó, empecé a ser más agresivo”, indicó el ganador.
Wawrinka, que sorprendió a Djokovic en la final del Abierto de Francia de 2015, espera ganar su primer título del Abierto neoyorquino.
“Estoy muy emocionado, quiero disfrutar del momento”, dijo.
“He visto la final aquí en la televisión muchas veces, viendo a Roger, Rafa, Novak”, ahora me toca a mí que me vean”, subrayó.