Emoción, orgullo, sorpresa y alegría fueron algunos de los sentimientos que el marchista, Erick Barrondo, despertó en miles de guatemaltecos aquel 4 de agosto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando luego de cruzar la meta de los 20 kilómetros de la final de marcha, consiguió la primera medalla olímpica para el país. Un hecho que unió a todos los chapines que sin duda compartían la alegría del momento histórico que acababa de suceder.
Luego de varios minutos de iniciar la carrera, Barrondo consiguió adentrarse en el pelotón que llevaba la delantera. Justo a la mitad del circuito cuando faltaban tan solo 10 km para concluirlo, los corazones de todos los guatemaltecos comenzaron a acelerar su pálpito esperanzados de que aquel joven de 21 años lograra quedar dentro de los tres primeros lugares de la competencia.
El atleta guatemalteco sabía que en ese momento millones de ojos estaban puestos sobre él y como todo un campeón supo manejar la presión, los nervios y todo aquel sentimiento que pudiera alejarlo de conseguir por lo que tanto se había esforzado. Fue entonces cuando decidió hacer su sueño realidad y cruzó la meta en el segundo puesto, logrando así la medalla de plata, la primera en la historia de Guatemala.
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A pocos metros de la meta
Con una sonrisa Erick Barrondo recordó ese momento histórico que vivió en Londres 2012, cuando después de tanto esfuerzo pudo visualizar la meta a tan pocos metros y conquistó una de las tres posiciones de la competencia. En ese momento se dio cuenta que había conseguido lo que tanto había deseado y por lo que tanto había trabajado, fue una de las experiencias que jamás podrá explicar.
Sin embargo, el ver a casi dos mil guatemaltecos apoyándolo en el circuito de Inglaterra y a los periodistas correr hacia donde él se encontraba, pero no para sacar la fotografía del momento, sino para abrazarlo y felicitarlo, fue algo que llenó de alegría su corazón y lo que convirtió ese momento en algo mágico.
Cómo llegó la marcha a la vida de Barrondo
Como muchos guatemaltecos, Erick Barrondo era un joven que buscaba sacar adelante a su familia y de acuerdo con el chapín, esto podría lograrlo por medio del deporte si se esforzaba y sabía aprovechar bien todas las oportunidades que se le presentaran.
Contrario a lo que muchos piensan, el atleta no comenzó practicando marcha, sino corriendo y con esa disciplina pensaba buscar el sueño olímpico. Pero una grave lesión lo inhabilitó de por vida para continuar en su carrera como corredor y fue así como el 10 de agosto de 2010 el marchista se introdujo en el deporte que lo llevó a conseguir una hazaña olímpica y como él describe, también fue "el camino para cambiar su vida".
Un mensaje a los jóvenes deportistas
Erick Barrondo también ve la marcha y el deporte como una puerta para que los demás niños y jóvenes de la nueva generación no solo puedan transformar su vida, sino se además se conviertan en los héroes del mañana.
Es por ello que el guatemalteco anima a todos los deportistas a confiar en ellos mismos, a luchar por sus sueños y a estar anuentes a que solo ellos sabrán lo mucho que les ha costado llegar hasta donde están.
Que no deben darse por vencidos si llegan a recibir críticas o presión del exterior. Mas bien deben ver esto como algo positivo, ya que las personas nunca van a presionar a alguien que saben que no va a dar buenos resultados.