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Crisis financiera, ¿Real?

Redacción República
05 de noviembre, 2014

La falta de fondos en diversas instituciones del Estado ha desatado una crisis que además de ser económica es política. Las instituciones afectadas dicen no tener presupuesto para cubrir sueldos y solventar compromisos con proveedores. Esto podría desembocar en que dejen de brindar servicios.

Las repercusiones incluyen que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) presentó un amparo en la Corte de Constitucionalidad (CC) contra el presidente Otto Pérez Molina y el ministro de Finanzas, Dorval Carías, por incumplimiento de pago. Incluso, trascendió que la CC podría unirse a la acción de amparo presentada por la CSJ por falta de recursos.

La respuesta del Ejecutivo ha sido exhortar al Congreso a aprobar los bonos por Q4 mil millones que han solicitado. Según la vicepresidenta Roxana Baldetti, se están reuniendo con los jefes de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y el ministro de Finanzas, Dorval Carías, para revisar la situación de caja porque reconoció que hay un “hoyo” fiscal por cubrir de Q1,300 millones. En sus declaraciones a los medios, Baldetti descartó más contención del gasto porque según dijo “ya se hizo todo lo que se podía hacer”.

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Marvin Flores, de Acción Ciudadana, opina que esto no es cierto. “Siempre hay manera de recortar gastos, pero eso necesita que se tomen en cuenta factores técnicos y no políticos”, señala.

El servicio de la deuda

Surge la duda si al aprobar los bonos realmente se resolvería la crisis actual o si ese monto serviría sólo para pagar los compromisos de deuda externa, que este año suman Q3 mil 400 millones. Según el titular de la Cartera del Tesoro, Dorval Carías, no cumplir con el pago de la deuda externa no es una opción, debido a que eso le cerraría las puertas al país para futuros financiamientos.

Carías ha declarado que, como no se han aprobado ni bonos ni préstamos para pagar el servicio de la deuda, se utilizan recursos de la recaudación tributaria que fueron presupuestados inicialmente para el gasto de las instituciones que ahora están desfinanciadas. Asegura que de aprobarse la deuda, los fondos tributarios se asignarían a las entidades que les corresponde.

Según el economista Rodrigo Ponce, quien fue miembro de la Junta Monetaria (JM), esto no es correcto. “El presupuesto se va ejecutando por etapas cuatrimestrales, ya se tiene contemplado un 25% para pagar el servicio de la deuda”, refiere. Señala además que, tanto el Ejecutivo como sus ministros, están cayendo en el delito de estafa al dar información equivocada sobre datos contables.

Marvin Flores agrega que la actitud del Ejecutivo es casi un chantaje o extorsión para lograr sus objetivos. La presión está dirigida no solamente al Congreso de la República sino que afecta a la población al no recibir servicios básicos. “Incluso amenazan con movilizar personas para lograr lo que se han propuesto: elevar el techo de endeudamiento del próximo año por medio de los bonos”, dice.

La versión oficial

El presidente Otto Pérez Molina, al dirigirse a la población, atribuyó la crisis a tres factores. El primero es que su Gobierno ha trabajado este año con un presupuesto del 2013, ya que la propuesta para el 2014 no fue aprobada. El segundo factor es que el presupuesto vigente contemplaba préstamos de apoyo presupuestario, pero que eran para usarse el año pasado y no se pueden utilizar en este. Por esa razón solicitaron la aprobación de bonos del tesoro por Q4 mil millones, pero al no ser aprobados se han quedado desfinanciados. Y el tercer factor, según el mensaje difundido, es que la recaudación no ha llegado a las metas que se esperaban, según él, por culpa de la evasión fiscal, lo cual ha aumentado la brecha a Q1,300 millones.

La falta de recursos es tan grave que algunos señalan que es como un “golpe de estado” o peor. Esto debido a que la continuidad del servicio público se ha visto afectada cuando nadie puede paralizar un organismo de Estado. A pesar de las explicaciones oficiales, analistas consideran que las autoridades han sido incapaces de controlar las finanzas y cumplir con las obligaciones que le impone la Constitución. Flores señala que además de la incapacidad se denota la intención de sacar provecho de esta crisis.

¿Cómo empezó?

Analistas coinciden en que la idea que esta crisis esté relacionada con otras que ocurren a nivel mundial (como ocurrió en 2009) es errónea. Eso es válido para países más vinculados con Europa, pero no para Guatemala.


“El Gobierno dice que necesita bonos adicionales porque está enfrentando una crisis financiera, pero no reconoce que su peor crisis es de credibilidad y legitimidad”, opina el analista Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI). También señala que esta crisis empezó porque los presupuestos de ingresos y metas de recaudación de 2012 y 2013, y también de 2014, resultaron demasiado altos. “Si en 2013 se dieron cuenta que las metas eran muy altas entonces sabían que este año tenían una deficiencia de ingresos. Lo responsable hubiese sido acudir al mismo Congreso que no les aprobó el presupuesto y explicar técnicamente a los diputados que era imperativo hacer un ajuste y corregir el faltante”, considera.

Esos problemas no son sólo económicos y técnicos sino también políticos y de gobernabilidad, porque se autorizan gastos para los cuales no hay financiamiento. Todo el Estado en conjunto debió tener medidas de austeridad y cambio. Por el contrario, en lugar de corregir las deficiencias en la administración tributaria se amplió el presupuesto en Q1 mil 500 millones sin tener certeza de los fondos, además de la no racionalidad del gasto.

¿Qué hay detrás?

En lo que la mayoría coincide es que la crisis es real, pero queda la duda si se permitió llegar a este punto como medida de presión. El economista Rodrigo Ponce es de los que piensan que todo es una exageración, una crisis creada para obtener lo que quieren. “Por esa clase de manipulaciones cada vez tienen menos credibilidad”, dice.

Se argumenta que los bonos son la única salida a este problema, pero analistas señalan que es una medida arriesgada: momentáneamente podría detener la crisis, pero ésta es permanente y necesitaría de otras medidas. Por otro lado, señalan que sería una cortina de humo para esconder otras problemáticas.

El Ministro de Finanzas reconoció que la situación es tan desesperada que recurrirían a colocar Letras de Tesorería, una forma de endeudamiento de muy corto plazo que debería quedar pagado a más tardar a finales de este mismo 2014.


“Aquí también se puede ver cómo usan las leyes a su beneficio”
, señala Ponce. Según explica, las letras correspondientes a este año ya se habían colocado, pero estas nuevas a pesar que serían emitidas en estos días se pagarían el primer día hábil del 2015. “De esa manera serán parte de las que se pueden colocar el próximo año. Así es como hacen las cosas para que les beneficie, con trampas”, declara Ponce.

Presupuesto sí, bonos no


“Además de obtener recursos de inmediato, el Gobierno quiere aprobar los bonos para elevar el techo del endeudamiento para el año que viene. Así se garantizan que pueden usarlos como más les convenga”
, opina Marvin Flores.

Además de la crisis actual, se corre el riesgo que esto vuelva a ocurrir el año que viene si no se aprueba un nuevo presupuesto. El Ejecutivo podría intentar contratar deuda sin la autorización del Congreso como lo hizo este año. “Pero esta vez la deuda bonificada “automática” ya no serían Q5,416.5 millones sino Q9,416.5 millones, en pleno año electoral y sin control de nadie”, advierte Ricardo Barrientos.

Acción Ciudadana propone que antes de aprobar los bonos debe aprobarse el presupuesto para evitar esto. “Creemos que para paliar la crisis de financiamiento deberían usar uno de los préstamos con entidades internacionales que están pendientes de aprobación. No sólo ofrecen intereses más bajos y a más largo plazo sino que además hay más control del uso que se da a los fondos”, considera.

En el Congreso trascendió que tras la demanda de la mayoría de diputados de bajar el monto solicitado como presupuesto para el 2015, de Q71.8 millardos, los diputados oficialistas aceptaron discutir una posible rebaja al proyecto, pero la discusión apenas inicia. Se tiene previsto que el proyecto llegue al Pleno el martes próximo.

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Crisis financiera, ¿Real?

Redacción República
05 de noviembre, 2014

La falta de fondos en diversas instituciones del Estado ha desatado una crisis que además de ser económica es política. Las instituciones afectadas dicen no tener presupuesto para cubrir sueldos y solventar compromisos con proveedores. Esto podría desembocar en que dejen de brindar servicios.

Las repercusiones incluyen que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) presentó un amparo en la Corte de Constitucionalidad (CC) contra el presidente Otto Pérez Molina y el ministro de Finanzas, Dorval Carías, por incumplimiento de pago. Incluso, trascendió que la CC podría unirse a la acción de amparo presentada por la CSJ por falta de recursos.

La respuesta del Ejecutivo ha sido exhortar al Congreso a aprobar los bonos por Q4 mil millones que han solicitado. Según la vicepresidenta Roxana Baldetti, se están reuniendo con los jefes de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y el ministro de Finanzas, Dorval Carías, para revisar la situación de caja porque reconoció que hay un “hoyo” fiscal por cubrir de Q1,300 millones. En sus declaraciones a los medios, Baldetti descartó más contención del gasto porque según dijo “ya se hizo todo lo que se podía hacer”.

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Marvin Flores, de Acción Ciudadana, opina que esto no es cierto. “Siempre hay manera de recortar gastos, pero eso necesita que se tomen en cuenta factores técnicos y no políticos”, señala.

El servicio de la deuda

Surge la duda si al aprobar los bonos realmente se resolvería la crisis actual o si ese monto serviría sólo para pagar los compromisos de deuda externa, que este año suman Q3 mil 400 millones. Según el titular de la Cartera del Tesoro, Dorval Carías, no cumplir con el pago de la deuda externa no es una opción, debido a que eso le cerraría las puertas al país para futuros financiamientos.

Carías ha declarado que, como no se han aprobado ni bonos ni préstamos para pagar el servicio de la deuda, se utilizan recursos de la recaudación tributaria que fueron presupuestados inicialmente para el gasto de las instituciones que ahora están desfinanciadas. Asegura que de aprobarse la deuda, los fondos tributarios se asignarían a las entidades que les corresponde.

Según el economista Rodrigo Ponce, quien fue miembro de la Junta Monetaria (JM), esto no es correcto. “El presupuesto se va ejecutando por etapas cuatrimestrales, ya se tiene contemplado un 25% para pagar el servicio de la deuda”, refiere. Señala además que, tanto el Ejecutivo como sus ministros, están cayendo en el delito de estafa al dar información equivocada sobre datos contables.

Marvin Flores agrega que la actitud del Ejecutivo es casi un chantaje o extorsión para lograr sus objetivos. La presión está dirigida no solamente al Congreso de la República sino que afecta a la población al no recibir servicios básicos. “Incluso amenazan con movilizar personas para lograr lo que se han propuesto: elevar el techo de endeudamiento del próximo año por medio de los bonos”, dice.

La versión oficial

El presidente Otto Pérez Molina, al dirigirse a la población, atribuyó la crisis a tres factores. El primero es que su Gobierno ha trabajado este año con un presupuesto del 2013, ya que la propuesta para el 2014 no fue aprobada. El segundo factor es que el presupuesto vigente contemplaba préstamos de apoyo presupuestario, pero que eran para usarse el año pasado y no se pueden utilizar en este. Por esa razón solicitaron la aprobación de bonos del tesoro por Q4 mil millones, pero al no ser aprobados se han quedado desfinanciados. Y el tercer factor, según el mensaje difundido, es que la recaudación no ha llegado a las metas que se esperaban, según él, por culpa de la evasión fiscal, lo cual ha aumentado la brecha a Q1,300 millones.

La falta de recursos es tan grave que algunos señalan que es como un “golpe de estado” o peor. Esto debido a que la continuidad del servicio público se ha visto afectada cuando nadie puede paralizar un organismo de Estado. A pesar de las explicaciones oficiales, analistas consideran que las autoridades han sido incapaces de controlar las finanzas y cumplir con las obligaciones que le impone la Constitución. Flores señala que además de la incapacidad se denota la intención de sacar provecho de esta crisis.

¿Cómo empezó?

Analistas coinciden en que la idea que esta crisis esté relacionada con otras que ocurren a nivel mundial (como ocurrió en 2009) es errónea. Eso es válido para países más vinculados con Europa, pero no para Guatemala.


“El Gobierno dice que necesita bonos adicionales porque está enfrentando una crisis financiera, pero no reconoce que su peor crisis es de credibilidad y legitimidad”, opina el analista Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI). También señala que esta crisis empezó porque los presupuestos de ingresos y metas de recaudación de 2012 y 2013, y también de 2014, resultaron demasiado altos. “Si en 2013 se dieron cuenta que las metas eran muy altas entonces sabían que este año tenían una deficiencia de ingresos. Lo responsable hubiese sido acudir al mismo Congreso que no les aprobó el presupuesto y explicar técnicamente a los diputados que era imperativo hacer un ajuste y corregir el faltante”, considera.

Esos problemas no son sólo económicos y técnicos sino también políticos y de gobernabilidad, porque se autorizan gastos para los cuales no hay financiamiento. Todo el Estado en conjunto debió tener medidas de austeridad y cambio. Por el contrario, en lugar de corregir las deficiencias en la administración tributaria se amplió el presupuesto en Q1 mil 500 millones sin tener certeza de los fondos, además de la no racionalidad del gasto.

¿Qué hay detrás?

En lo que la mayoría coincide es que la crisis es real, pero queda la duda si se permitió llegar a este punto como medida de presión. El economista Rodrigo Ponce es de los que piensan que todo es una exageración, una crisis creada para obtener lo que quieren. “Por esa clase de manipulaciones cada vez tienen menos credibilidad”, dice.

Se argumenta que los bonos son la única salida a este problema, pero analistas señalan que es una medida arriesgada: momentáneamente podría detener la crisis, pero ésta es permanente y necesitaría de otras medidas. Por otro lado, señalan que sería una cortina de humo para esconder otras problemáticas.

El Ministro de Finanzas reconoció que la situación es tan desesperada que recurrirían a colocar Letras de Tesorería, una forma de endeudamiento de muy corto plazo que debería quedar pagado a más tardar a finales de este mismo 2014.


“Aquí también se puede ver cómo usan las leyes a su beneficio”
, señala Ponce. Según explica, las letras correspondientes a este año ya se habían colocado, pero estas nuevas a pesar que serían emitidas en estos días se pagarían el primer día hábil del 2015. “De esa manera serán parte de las que se pueden colocar el próximo año. Así es como hacen las cosas para que les beneficie, con trampas”, declara Ponce.

Presupuesto sí, bonos no


“Además de obtener recursos de inmediato, el Gobierno quiere aprobar los bonos para elevar el techo del endeudamiento para el año que viene. Así se garantizan que pueden usarlos como más les convenga”
, opina Marvin Flores.

Además de la crisis actual, se corre el riesgo que esto vuelva a ocurrir el año que viene si no se aprueba un nuevo presupuesto. El Ejecutivo podría intentar contratar deuda sin la autorización del Congreso como lo hizo este año. “Pero esta vez la deuda bonificada “automática” ya no serían Q5,416.5 millones sino Q9,416.5 millones, en pleno año electoral y sin control de nadie”, advierte Ricardo Barrientos.

Acción Ciudadana propone que antes de aprobar los bonos debe aprobarse el presupuesto para evitar esto. “Creemos que para paliar la crisis de financiamiento deberían usar uno de los préstamos con entidades internacionales que están pendientes de aprobación. No sólo ofrecen intereses más bajos y a más largo plazo sino que además hay más control del uso que se da a los fondos”, considera.

En el Congreso trascendió que tras la demanda de la mayoría de diputados de bajar el monto solicitado como presupuesto para el 2015, de Q71.8 millardos, los diputados oficialistas aceptaron discutir una posible rebaja al proyecto, pero la discusión apenas inicia. Se tiene previsto que el proyecto llegue al Pleno el martes próximo.