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El país bajo la lupa de las calificadoras de riesgo

Redacción República
15 de abril, 2014
Las visitas de las calificadoras de riesgo Moody´s, Standard & Poor´s y Fitchs Ratings están a la vuelta de la esquina. Las evaluaciones se realizarán en mayo, junio y julio de este año, respectivamente. Guatemala se prepara también para demostrar los avances que se han tenido en materia política, económica y social para mantener la calificación de Riesgo-País que ahora es de BB+ (perspectiva estable). 
La calificación Riesgo-País es una opinión sobre el riesgo de no pago de la deuda pública y el desempeño del país en el largo plazo, observando aspectos políticos, económicos y sociales. Una mejor calificación permite a los gobiernos y empresas acceder a financiamiento internacional a tasas más bajas y plazos más largos, y hace al país más atractivo para los inversionistas. Sin embargo, ahora se corre el riesgo que podamos retroceder en la evaluación de estas calificadoras por la falta de avances en los índices de seguridad, que sigue siendo el talón de Aquiles como país. 
En el cuadro a la izquierda puede observarse quiénes son las calificadoras que vendrán a hacer las evaluaciones y quién utiliza esa información, según información de una mesa interinstitucional que se conforma para el efecto, denominada Mesa Calificación País.
   
Las expectativas de país no son a mejorar sino a mantener la calificación que Guatemala tiene en este momento.Para Juan Carlos Zapata, Director Ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo (FUNDESA), es positivo que las calificadoras visiten el país porque hay avances en la agenda de competitividad. El ejecutivo no visualiza riesgo en que Guatemala obtenga una evaluación negativa por los índices de inseguridad: “La tasa se mantiene en 34 homicidios por cada 100 mil habitantes, aunque reconocemos que ha habido casos de alto impacto que afectan la percepción de inseguridad de los guatemaltecos”, dice. 
FUNDESA es una entidad que participa en la Mesa Calificación País, una comisión multisectorial coordinada por la ministra de Finanzas Públicas, María Castro, con la participación de representantes de otras instituciones públicas y privadas, como los Ministerios de Economía y Relaciones Exteriores, el Banco de Guatemala, la Asociación Bancaria, el CACIF y el Programa Nacional de Competitividad, entre otras. 
A decir de Zapata en la mesa ha habido comunicación y diálogo desde que asumió María Castro, ya que el anterior ministro de Finanzas no le dio la importancia que el tema merecía. “Es importante mostrar a un país que está trabajando en una propuesta clara para seguir avanzando. Ojalá se pudiera mejorar la calificación, pero para que eso ocurra hay ciertos indicadores que deben mejorar, como reducir la desnutrición crónica y fortalecer la capacidad educativa que son temas de mediano y largo plazo”, señala Zapata. 
Los aspectos positivos para mantener la calificación son la estabilidad macroeconómica, la baja inflación, el cumplimiento de compromisos internacionales y la agenda de competitividad, resalta la ministra de Finanzas Públicas, María Castro. 

El trabajo a favor 

Carlos González, analista económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), señala que hay aspectos que son positivos para la evaluación de las fiscalizadoras: el tipo de cambio y las tasas de interés que se han mantenido estables en los últimos años. Zapata añade como detalle positivo el crecimiento económico de 3.7% reportado por el Banco de Guatemala en 2013, porcentaje que, comparado con el de Latinoamérica, significa un punto porcentual por encima del promedio de la región. 
Este criterio es compartido también por González, quien señala que Guatemala no se ubica negativamente en el contexto mundial, cuyo crecimiento ha sido a la baja en los últimos años. Sin embargo, aclara que la economía crece sin tomar en cuenta el aumento poblacional anual que es alto, entre un 2.5 y un 2.6 por ciento, en relación con el PIB. 
Por su parte, Zapata hace énfasis en que Guatemala tiene una agenda de competitividad agresiva. “Mejoramos 14 posiciones en el índice del Doing Business el año pasado, y 15 posiciones en el Índice de Facilidad Comercial en la última evaluación, hace tres semanas”, dice. 
La mejor carta de presentación de Guatemala ante las calificadoras es que es un buen pagador de su deuda externa. Además, el país tiene sus activos en moneda extranjera, más de 7 mil millones de dólares en reservas monetarias, y esos son buenos indicadores para sostener la calificación positiva. 

Las pruebas a mejorar 

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas; hay áreas que se deben fortalecer y el país debe mostrar mejorías en la reducción de la pobreza, la tasa de homicidios y sobre todo en la conflictividad social. En la mesa multisectorial se ha decidido que sea el Ministerio de Gobernación quien presente a los representantes de las calificadoras el trabajo de los avances en materia de seguridad. Esa cartera ha señalado que un paso positivo en seguridad es la graduación de nuevos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), así como la implementación de las Fuerzas de Tarea, pero habrá que esperar la evaluación de las calificadoras. 
La ministra de Finanzas, María Castro, señala que los equipos técnicos de la mesa multisectorial se enfocan en mejorar las áreas débiles que plantearon las calificadoras en 2013 y sobre eso están preparando sus exposiciones.
Para Carlos González, un factor que podría ser negativo en la evaluación “es el endeble equilibrio que se registra en las finanzas públicas”. Para este año, el Ministerio de Finanzas busca que el déficit fiscal este no sea mayor al 2.2% del PIB. El problema es que se logra a base de contener el gasto, particularmente el gasto social, que es el que tiene más repercusión en los indicadores sociales, afirma González. El analista pone el dedo en la llaga al señalar que, aunque los montos de los presupuestos han mejorado en la educación y la salud, no se ha visto traducido en una mejora en esas áreas. En educación hubo este año un incremento presupuestario, pero ha sido para el pago del aumento salarial a los maestros. En salud también ocurre lo mismo. Aumentan el presupuesto pero no se traduce en beneficio de la población necesitada. “No avanzamos tanto y el país sigue padeciendo los mismos problemas”, afirma.
Otro de los parámetros que valoran las calificadoras se refiere a la carga tributaria, que el año pasado se ubicó en 11 por ciento. Las tasas son altas en comparación con otros países, pero la captación sigue siendo baja. 
Otro ejemplo se encuentra en la desnutrición crónica infantil, que no se ha reducido. Además, los compromisos que el país tiene con los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2015 están lejos de cumplirse.
Los índices de desnutrición crónica y de mortalidad materno-infantil son de los más altos en la región. Según el Índice de Desarrollo Humano, presentado el año pasado, Guatemala ocupa la posición 133 entre 187 países evaluados. En la región centroamericana se ubica en el último lugar. Por otro lado, en casi la mitad de los municipios rurales, que abarcan el 44% del país, la mayoría de su población (más del 75%) vive en pobreza, según los resultados del Mapa de Pobreza Rural 2011, presentado por el Instituto Nacional de Estadística y el Banco Mundial. Ese es un dato que las calificadoras también consideran en los factores sociales de país. 
En la escala de calificaciones que proporcionan a los países evaluados, Guatemala se encuentra en el rango de grado especulativo y se pretende, por lo menos, mantener esa categoría en las visitas que están a la vuelta de la esquina. En el cuadro se pueden visualizar esos rangos: 
                                              

La inseguridad 

Un desafío que cada vez cobra más importancia para el país ante los ojos de las calificadoras es mejorar los índices de seguridad ciudadana. Según el reporte del Banco Mundial ‘Crimen y Violencia en Centroamérica 2012: un Desafío para el Desarrollo’, la situación de inseguridad conlleva costos económicos para el país equivalentes al 7.7 por ciento de su Producto Interno Bruto.
El actual Gobierno asumió el poder en enero de 2012 con el ofrecimiento de ‘mano dura’ contra el crimen y el compromiso de fortalecer los programas sociales, pero ninguno de las dos promesas ha cumplido. El sector productivo percibe al país como altamente inseguro, lo cual impacta negativamente el crecimiento económico por los altos costos que la violencia genera a las empresas. 
Lorena Escobar, analista en seguridad, explica que las empresas invierten hasta un 15 por ciento de su rubro de costos en gastos asociados a inseguridad. Guatemala todavía es un país violento reflejado en las estadísticas. La tasa de 34 homicidios por cada 100 mil habitantes todavía es alta, equivalente a un país en guerra. “Eso sí ha bajado en comparación con otros años, pero el descenso es mucho más lento”, asegura. 
La conflictividad social es otro factor que toman en cuenta las calificadoras de riesgo. Las manifestaciones, los paros y la capacidad del Gobierno de dar respuesta a este problema.
No obstante, el país aparenta una situación positiva para salir bien calificado en las pruebas, con luces y sombras pero librado de una calificación negativa. Según experiencias de evaluaciones anteriores, las recomendaciones de las calificadoras podrían incluir atender las desigualdades sociales y asegurar recursos para financiar el gasto público en educación, salud y seguridad. 
 

Los retos y desafíos para avanzar en el acceso a financiamiento externo (con información de FUNDESA)

    • La desnutrición crónica en niños menores de 5 años sigue en 49.8%. Muy lejos se encuentra la meta de reducirla a un 29.1% para el año 2018. 
    • La cobertura en salud pública no cubre más allá del 40 por ciento de la población 
    • La baja calidad educativa sigue latente en el país. Solo un 7 % de los alumnos aprende matemáticas y el 24% aprueba lectura. 
    • La capacitación técnica llega solo al 5% de la Población Económicamente activa. 
    • Flexibilizar la oferta de programas de capacitación para atender a la población que no es parte de la economía formal del país. 
    • La cobertura en educación primaria se estancó en el 85% de los niños en edad escolar. 
    • La escuela secundaria pública llega solamente al 44 por ciento de los jóvenes 
    • El 74.5 por ciento de la Población Económicamente activa (PEA) está subempleado en el sector informal. 
    • Las empresas gastan hasta un 15% de su presupuesto en rubros de seguridad, según las encuestas que hace ASIES. 
    • Guatemala ocupa el puesto 144 de 148 países evaluados en infraestructura en los índices que presenta FUNDESA. 

Las variables clave de evaluación 

Según el Índice de Facilitación Comercial presentado hace tres semanas por FUNDESA, las variables que más afectan el informe de país son: 

    • Los costos empresariales asociados al crimen y la violencia (137/138 países) 
    • La tasa de homicidios por cada cien mil habitantes (134/138) 
    • La confianza en los servicios de la Policía Nacional Civil (126/138) 
    • El desvío de fondos públicos -corrupción- (117/138)
Moody´s, Standard & Poor´s y Fitchs Ratings evalúan a los países de acuerdo a una serie de factores políticos, económicos, sociales e internacionales. A manera de ejemplo, en el cuadro (abajo) pueden visualizarse algunos de los indicadores que serán evaluados en Guatemala para emitir la calificación final.
                 
     
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El país bajo la lupa de las calificadoras de riesgo

Redacción República
15 de abril, 2014
Las visitas de las calificadoras de riesgo Moody´s, Standard & Poor´s y Fitchs Ratings están a la vuelta de la esquina. Las evaluaciones se realizarán en mayo, junio y julio de este año, respectivamente. Guatemala se prepara también para demostrar los avances que se han tenido en materia política, económica y social para mantener la calificación de Riesgo-País que ahora es de BB+ (perspectiva estable). 
La calificación Riesgo-País es una opinión sobre el riesgo de no pago de la deuda pública y el desempeño del país en el largo plazo, observando aspectos políticos, económicos y sociales. Una mejor calificación permite a los gobiernos y empresas acceder a financiamiento internacional a tasas más bajas y plazos más largos, y hace al país más atractivo para los inversionistas. Sin embargo, ahora se corre el riesgo que podamos retroceder en la evaluación de estas calificadoras por la falta de avances en los índices de seguridad, que sigue siendo el talón de Aquiles como país. 
En el cuadro a la izquierda puede observarse quiénes son las calificadoras que vendrán a hacer las evaluaciones y quién utiliza esa información, según información de una mesa interinstitucional que se conforma para el efecto, denominada Mesa Calificación País.
   
Las expectativas de país no son a mejorar sino a mantener la calificación que Guatemala tiene en este momento.Para Juan Carlos Zapata, Director Ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo (FUNDESA), es positivo que las calificadoras visiten el país porque hay avances en la agenda de competitividad. El ejecutivo no visualiza riesgo en que Guatemala obtenga una evaluación negativa por los índices de inseguridad: “La tasa se mantiene en 34 homicidios por cada 100 mil habitantes, aunque reconocemos que ha habido casos de alto impacto que afectan la percepción de inseguridad de los guatemaltecos”, dice. 
FUNDESA es una entidad que participa en la Mesa Calificación País, una comisión multisectorial coordinada por la ministra de Finanzas Públicas, María Castro, con la participación de representantes de otras instituciones públicas y privadas, como los Ministerios de Economía y Relaciones Exteriores, el Banco de Guatemala, la Asociación Bancaria, el CACIF y el Programa Nacional de Competitividad, entre otras. 
A decir de Zapata en la mesa ha habido comunicación y diálogo desde que asumió María Castro, ya que el anterior ministro de Finanzas no le dio la importancia que el tema merecía. “Es importante mostrar a un país que está trabajando en una propuesta clara para seguir avanzando. Ojalá se pudiera mejorar la calificación, pero para que eso ocurra hay ciertos indicadores que deben mejorar, como reducir la desnutrición crónica y fortalecer la capacidad educativa que son temas de mediano y largo plazo”, señala Zapata. 
Los aspectos positivos para mantener la calificación son la estabilidad macroeconómica, la baja inflación, el cumplimiento de compromisos internacionales y la agenda de competitividad, resalta la ministra de Finanzas Públicas, María Castro. 

El trabajo a favor 

Carlos González, analista económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), señala que hay aspectos que son positivos para la evaluación de las fiscalizadoras: el tipo de cambio y las tasas de interés que se han mantenido estables en los últimos años. Zapata añade como detalle positivo el crecimiento económico de 3.7% reportado por el Banco de Guatemala en 2013, porcentaje que, comparado con el de Latinoamérica, significa un punto porcentual por encima del promedio de la región. 
Este criterio es compartido también por González, quien señala que Guatemala no se ubica negativamente en el contexto mundial, cuyo crecimiento ha sido a la baja en los últimos años. Sin embargo, aclara que la economía crece sin tomar en cuenta el aumento poblacional anual que es alto, entre un 2.5 y un 2.6 por ciento, en relación con el PIB. 
Por su parte, Zapata hace énfasis en que Guatemala tiene una agenda de competitividad agresiva. “Mejoramos 14 posiciones en el índice del Doing Business el año pasado, y 15 posiciones en el Índice de Facilidad Comercial en la última evaluación, hace tres semanas”, dice. 
La mejor carta de presentación de Guatemala ante las calificadoras es que es un buen pagador de su deuda externa. Además, el país tiene sus activos en moneda extranjera, más de 7 mil millones de dólares en reservas monetarias, y esos son buenos indicadores para sostener la calificación positiva. 

Las pruebas a mejorar 

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas; hay áreas que se deben fortalecer y el país debe mostrar mejorías en la reducción de la pobreza, la tasa de homicidios y sobre todo en la conflictividad social. En la mesa multisectorial se ha decidido que sea el Ministerio de Gobernación quien presente a los representantes de las calificadoras el trabajo de los avances en materia de seguridad. Esa cartera ha señalado que un paso positivo en seguridad es la graduación de nuevos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), así como la implementación de las Fuerzas de Tarea, pero habrá que esperar la evaluación de las calificadoras. 
La ministra de Finanzas, María Castro, señala que los equipos técnicos de la mesa multisectorial se enfocan en mejorar las áreas débiles que plantearon las calificadoras en 2013 y sobre eso están preparando sus exposiciones.
Para Carlos González, un factor que podría ser negativo en la evaluación “es el endeble equilibrio que se registra en las finanzas públicas”. Para este año, el Ministerio de Finanzas busca que el déficit fiscal este no sea mayor al 2.2% del PIB. El problema es que se logra a base de contener el gasto, particularmente el gasto social, que es el que tiene más repercusión en los indicadores sociales, afirma González. El analista pone el dedo en la llaga al señalar que, aunque los montos de los presupuestos han mejorado en la educación y la salud, no se ha visto traducido en una mejora en esas áreas. En educación hubo este año un incremento presupuestario, pero ha sido para el pago del aumento salarial a los maestros. En salud también ocurre lo mismo. Aumentan el presupuesto pero no se traduce en beneficio de la población necesitada. “No avanzamos tanto y el país sigue padeciendo los mismos problemas”, afirma.
Otro de los parámetros que valoran las calificadoras se refiere a la carga tributaria, que el año pasado se ubicó en 11 por ciento. Las tasas son altas en comparación con otros países, pero la captación sigue siendo baja. 
Otro ejemplo se encuentra en la desnutrición crónica infantil, que no se ha reducido. Además, los compromisos que el país tiene con los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2015 están lejos de cumplirse.
Los índices de desnutrición crónica y de mortalidad materno-infantil son de los más altos en la región. Según el Índice de Desarrollo Humano, presentado el año pasado, Guatemala ocupa la posición 133 entre 187 países evaluados. En la región centroamericana se ubica en el último lugar. Por otro lado, en casi la mitad de los municipios rurales, que abarcan el 44% del país, la mayoría de su población (más del 75%) vive en pobreza, según los resultados del Mapa de Pobreza Rural 2011, presentado por el Instituto Nacional de Estadística y el Banco Mundial. Ese es un dato que las calificadoras también consideran en los factores sociales de país. 
En la escala de calificaciones que proporcionan a los países evaluados, Guatemala se encuentra en el rango de grado especulativo y se pretende, por lo menos, mantener esa categoría en las visitas que están a la vuelta de la esquina. En el cuadro se pueden visualizar esos rangos: 
                                              

La inseguridad 

Un desafío que cada vez cobra más importancia para el país ante los ojos de las calificadoras es mejorar los índices de seguridad ciudadana. Según el reporte del Banco Mundial ‘Crimen y Violencia en Centroamérica 2012: un Desafío para el Desarrollo’, la situación de inseguridad conlleva costos económicos para el país equivalentes al 7.7 por ciento de su Producto Interno Bruto.
El actual Gobierno asumió el poder en enero de 2012 con el ofrecimiento de ‘mano dura’ contra el crimen y el compromiso de fortalecer los programas sociales, pero ninguno de las dos promesas ha cumplido. El sector productivo percibe al país como altamente inseguro, lo cual impacta negativamente el crecimiento económico por los altos costos que la violencia genera a las empresas. 
Lorena Escobar, analista en seguridad, explica que las empresas invierten hasta un 15 por ciento de su rubro de costos en gastos asociados a inseguridad. Guatemala todavía es un país violento reflejado en las estadísticas. La tasa de 34 homicidios por cada 100 mil habitantes todavía es alta, equivalente a un país en guerra. “Eso sí ha bajado en comparación con otros años, pero el descenso es mucho más lento”, asegura. 
La conflictividad social es otro factor que toman en cuenta las calificadoras de riesgo. Las manifestaciones, los paros y la capacidad del Gobierno de dar respuesta a este problema.
No obstante, el país aparenta una situación positiva para salir bien calificado en las pruebas, con luces y sombras pero librado de una calificación negativa. Según experiencias de evaluaciones anteriores, las recomendaciones de las calificadoras podrían incluir atender las desigualdades sociales y asegurar recursos para financiar el gasto público en educación, salud y seguridad. 
 

Los retos y desafíos para avanzar en el acceso a financiamiento externo (con información de FUNDESA)

    • La desnutrición crónica en niños menores de 5 años sigue en 49.8%. Muy lejos se encuentra la meta de reducirla a un 29.1% para el año 2018. 
    • La cobertura en salud pública no cubre más allá del 40 por ciento de la población 
    • La baja calidad educativa sigue latente en el país. Solo un 7 % de los alumnos aprende matemáticas y el 24% aprueba lectura. 
    • La capacitación técnica llega solo al 5% de la Población Económicamente activa. 
    • Flexibilizar la oferta de programas de capacitación para atender a la población que no es parte de la economía formal del país. 
    • La cobertura en educación primaria se estancó en el 85% de los niños en edad escolar. 
    • La escuela secundaria pública llega solamente al 44 por ciento de los jóvenes 
    • El 74.5 por ciento de la Población Económicamente activa (PEA) está subempleado en el sector informal. 
    • Las empresas gastan hasta un 15% de su presupuesto en rubros de seguridad, según las encuestas que hace ASIES. 
    • Guatemala ocupa el puesto 144 de 148 países evaluados en infraestructura en los índices que presenta FUNDESA. 

Las variables clave de evaluación 

Según el Índice de Facilitación Comercial presentado hace tres semanas por FUNDESA, las variables que más afectan el informe de país son: 

    • Los costos empresariales asociados al crimen y la violencia (137/138 países) 
    • La tasa de homicidios por cada cien mil habitantes (134/138) 
    • La confianza en los servicios de la Policía Nacional Civil (126/138) 
    • El desvío de fondos públicos -corrupción- (117/138)
Moody´s, Standard & Poor´s y Fitchs Ratings evalúan a los países de acuerdo a una serie de factores políticos, económicos, sociales e internacionales. A manera de ejemplo, en el cuadro (abajo) pueden visualizarse algunos de los indicadores que serán evaluados en Guatemala para emitir la calificación final.