Según se dio a conocer los US$1 mil millones que se destinarían a Guatemala, El Salvador y Honduras, países conocidos como el Triángulo Norte, se destinarían a diferentes temas. US$400 millones para promover el comercio y la generación de empleos, US$300 millones para combatir el crimen organizado, y el resto para el fortalecimiento de las instituciones centroamericanas.
Esto es relevante porque, según dijo el vicepresidente Joe Biden de Estados Unidos en un diario de Nueva York, esta cantidad casi triplica lo que generalmente se ha proporcionado a América Central. También señala que el problema de migración de niños no acompañados en 2014 está vinculado con “educación inadecuada, la corrupción institucional, el crimen rampante y la falta de inversión”, problemas que, de no ser abordados correctamente, tendrán consecuencias en todo el hemisferio occidental.
Aunque la cancillería guatemalteca no ahondó en detalles, dijo que los proyectos en que se enfocarán incluyen seguridad y migración. En lo que respecta a las migraciones, el plan consiste en invertir más en los departamentos de San Marcos, Huehuetenango, Alta Verapaz y parte del Corredor Seco, para promover más empleo.
Biden por su parte señala que el trabajo se dividiría en tres áreas: seguridad, atracción de inversiones y fortalecer la economía.
