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¿Qué ONGs recibirían Q1 mil 680 millones del presupuesto 2017?

Allan Martinez
28 de septiembre, 2016

El presupuesto para las Asociaciones, Fundaciones, Institutos, Consejos Educativos y Unidades de Salud, está bajo el escrutinio de la clase política, las distintas organizaciones de la sociedad civil y del sector privado que evalúan cada uno de los montos asignados para el próximo año.

El diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza y miembro de la Comisión de Finanzas, Carlos Barreda, ya inició la investigación de las distintas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que puedan tener lazos con diputados o círculos políticos.

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Para el analista Pedro Prado, de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asies) es importante definir que estas organizaciones sirven para ayudar al Estado; sin embargo, hay que saberlas diferenciar.

Agrega que los sectores políticos, en especial el Legislativo, deben tener como prioridad la transparencia, pero sobre todo la capacidad de evaluar los resultados de estas organizaciones que reciben dinero público.

La Fundación Fe y Alegría, dedicada a la educación, este año recibirá Q43 millones 851 mil 846 y en 2017 Q62 millones 228 mil 016, los cuales destinará a tres áreas en departamentos como Guatemala, Chiquimula, Totonicapán, Quiché y Petén, expresa Sofía Gutiérrez, directora de Relaciones Públicas de la entidad.

Gutiérrez enfatiza que proyectan reforzar el nivel medio y diversificado. “Es muy importante que este presupuesto se apruebe para garantizar la educación de los jóvenes”, sostiene.

Carmen Salguero, Coordinadora Eje Solidaridad y Adonay Cajas, analista de la Fundación para el Desarrollo S.A. (Fundesa), proponen realizar auditorías por parte del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con el apoyo de la Contraloría General de Cuentas, para buscar transparencia y eficiencia de gasto. 

“Tenemos que demandar servicios de calidad, curación y atención de los enfermos y si las entidades encargadas están cobrando lo que deben”, subraya Salguero.

Según Verónica Spross, de Empresarios por la Educación, las ONG educativas atienden a jóvenes en áreas vulnerables y es donde el Ministerio no llega. Estos programas como el de la Fundación Fe y Alegría, están certificados por el Ministerio de Educación.

Los Consejos Educativos y Otras organizaciones de Padres de Familia recibirán Q112 millones más en 2017. Estas entidades asumieron el rol de las Juntas Escolares para distribuir los útiles escolares y las refacciones a los estudiantes.

Según Spross, el Ministerio de Educación debe realizar visitas constantes a las escuelas para verificar el cumplimiento de estos objetivos.

Los analistas y expertos consultados están de acuerdo que el presupuesto “no es un cheque en blanco” y que las instituciones educativas o de salud que prestan estos servicios a la población, deben ser de calidad.

La sociedad debe estar vigilante para que los insumos asignados a cada organización sean gastados e invertidos en el bienestar de la población para evitar crisis en las regiones que más riesgo corren.

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¿Qué ONGs recibirían Q1 mil 680 millones del presupuesto 2017?

Allan Martinez
28 de septiembre, 2016

El presupuesto para las Asociaciones, Fundaciones, Institutos, Consejos Educativos y Unidades de Salud, está bajo el escrutinio de la clase política, las distintas organizaciones de la sociedad civil y del sector privado que evalúan cada uno de los montos asignados para el próximo año.

El diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza y miembro de la Comisión de Finanzas, Carlos Barreda, ya inició la investigación de las distintas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que puedan tener lazos con diputados o círculos políticos.

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Para el analista Pedro Prado, de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asies) es importante definir que estas organizaciones sirven para ayudar al Estado; sin embargo, hay que saberlas diferenciar.

Agrega que los sectores políticos, en especial el Legislativo, deben tener como prioridad la transparencia, pero sobre todo la capacidad de evaluar los resultados de estas organizaciones que reciben dinero público.

La Fundación Fe y Alegría, dedicada a la educación, este año recibirá Q43 millones 851 mil 846 y en 2017 Q62 millones 228 mil 016, los cuales destinará a tres áreas en departamentos como Guatemala, Chiquimula, Totonicapán, Quiché y Petén, expresa Sofía Gutiérrez, directora de Relaciones Públicas de la entidad.

Gutiérrez enfatiza que proyectan reforzar el nivel medio y diversificado. “Es muy importante que este presupuesto se apruebe para garantizar la educación de los jóvenes”, sostiene.

Carmen Salguero, Coordinadora Eje Solidaridad y Adonay Cajas, analista de la Fundación para el Desarrollo S.A. (Fundesa), proponen realizar auditorías por parte del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con el apoyo de la Contraloría General de Cuentas, para buscar transparencia y eficiencia de gasto. 

“Tenemos que demandar servicios de calidad, curación y atención de los enfermos y si las entidades encargadas están cobrando lo que deben”, subraya Salguero.

Según Verónica Spross, de Empresarios por la Educación, las ONG educativas atienden a jóvenes en áreas vulnerables y es donde el Ministerio no llega. Estos programas como el de la Fundación Fe y Alegría, están certificados por el Ministerio de Educación.

Los Consejos Educativos y Otras organizaciones de Padres de Familia recibirán Q112 millones más en 2017. Estas entidades asumieron el rol de las Juntas Escolares para distribuir los útiles escolares y las refacciones a los estudiantes.

Según Spross, el Ministerio de Educación debe realizar visitas constantes a las escuelas para verificar el cumplimiento de estos objetivos.

Los analistas y expertos consultados están de acuerdo que el presupuesto “no es un cheque en blanco” y que las instituciones educativas o de salud que prestan estos servicios a la población, deben ser de calidad.

La sociedad debe estar vigilante para que los insumos asignados a cada organización sean gastados e invertidos en el bienestar de la población para evitar crisis en las regiones que más riesgo corren.