El Banco Mundial (BM) dio a conocer que pese al covid-19, los flujos de remesas demostraron su resiliencia y disminuyeron menos que lo previsto en 2020.
Según la última edición de la Reseña sobre migración y desarrollo, los países de ingreso bajo y mediano recibieron flujos de remesas registrados oficialmente por US$540 mil millones en 2020, apenas un 1.6 % por debajo del total de US$548 mil millones de 2019.
Agregan que la disminución de 2020 fue menor que la que se produjo durante la crisis financiera mundial de 2009 (un 4.8%). También fue bastante inferior a la caída de los flujos de inversión extranjera directa (IED) a este grupo de países; que sin incluir los flujos provenientes de China, disminuyeron más de un 30 % en 2020.
De acuerdo con la institución financiera los principales factores que sostuvieron los flujos incluyeron los estímulos fiscales otorgados en los países de destino de los migrantes; que mejoraron las condiciones económicas con respecto a las previsiones
Así como la transición del dinero en efectivo al dinero digital para el envío de remesas. Y de los canales informales a los formales, y los movimientos cíclicos en los precios del petróleo y de los tipos de cambio.
Se estima que el verdadero volumen de las remesas, que incluye los flujos formales y los informales, es superior a los datos oficiales; si bien el alcance de los efectos del covid-19 sobre los flujos informales no está claro.
Banco Mundial
- Te puede interesar:
Incremento de remesas en Latinoamérica
“Mientras el covid-19 sigue devastando las vidas de las familias en todo el mundo, las remesas continúan siendo vitales para las personas pobres y vulnerables”, señaló Michal Rutkowski, director mundial del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.
Los ingresos de remesas aumentaron en Latinoamérica y el Caribe (6.5%), en Asia meridional (5.2%) y en Oriente Medio y Norte de África (2.3%).
Sin embargo, cayeron en Asia oriental y el Pacífico (7.9%), en Europa y Asia central (9.7%) y en África al sur del Sahara (12,5 %). El declive en los flujos enviados a África al sur del Sahara respondió casi en su totalidad a una caída de un 28% en los flujos de remesas a Nigeria.
Si se excluyen los flujos a Nigeria, las remesas enviadas a África al sur del Sahara aumentaron un 2.3%, lo que demuestra su resiliencia.
“La resiliencia de los flujos de remesas es notable. Las remesas están ayudando a satisfacer la creciente necesidad de las familias de contar con medios de subsistencia”, explica Dilip Ratha, principal autor del informe sobre migración y remesas y director de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD).
Te sugerimos leer
El Banco Mundial (BM) dio a conocer que pese al covid-19, los flujos de remesas demostraron su resiliencia y disminuyeron menos que lo previsto en 2020.
Según la última edición de la Reseña sobre migración y desarrollo, los países de ingreso bajo y mediano recibieron flujos de remesas registrados oficialmente por US$540 mil millones en 2020, apenas un 1.6 % por debajo del total de US$548 mil millones de 2019.
Agregan que la disminución de 2020 fue menor que la que se produjo durante la crisis financiera mundial de 2009 (un 4.8%). También fue bastante inferior a la caída de los flujos de inversión extranjera directa (IED) a este grupo de países; que sin incluir los flujos provenientes de China, disminuyeron más de un 30 % en 2020.
De acuerdo con la institución financiera los principales factores que sostuvieron los flujos incluyeron los estímulos fiscales otorgados en los países de destino de los migrantes; que mejoraron las condiciones económicas con respecto a las previsiones
Así como la transición del dinero en efectivo al dinero digital para el envío de remesas. Y de los canales informales a los formales, y los movimientos cíclicos en los precios del petróleo y de los tipos de cambio.
Se estima que el verdadero volumen de las remesas, que incluye los flujos formales y los informales, es superior a los datos oficiales; si bien el alcance de los efectos del covid-19 sobre los flujos informales no está claro.
Banco Mundial
- Te puede interesar:
Incremento de remesas en Latinoamérica
“Mientras el covid-19 sigue devastando las vidas de las familias en todo el mundo, las remesas continúan siendo vitales para las personas pobres y vulnerables”, señaló Michal Rutkowski, director mundial del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.
Los ingresos de remesas aumentaron en Latinoamérica y el Caribe (6.5%), en Asia meridional (5.2%) y en Oriente Medio y Norte de África (2.3%).
Sin embargo, cayeron en Asia oriental y el Pacífico (7.9%), en Europa y Asia central (9.7%) y en África al sur del Sahara (12,5 %). El declive en los flujos enviados a África al sur del Sahara respondió casi en su totalidad a una caída de un 28% en los flujos de remesas a Nigeria.
Si se excluyen los flujos a Nigeria, las remesas enviadas a África al sur del Sahara aumentaron un 2.3%, lo que demuestra su resiliencia.
“La resiliencia de los flujos de remesas es notable. Las remesas están ayudando a satisfacer la creciente necesidad de las familias de contar con medios de subsistencia”, explica Dilip Ratha, principal autor del informe sobre migración y remesas y director de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD).
Te sugerimos leer