Corriendo buena parte del 2021, resulta importante que cada empresario considere que el camino hacia la reactivación y recuperación económica, implica la generación de flujos de efectivo suficientes y consistentes.
El año 2020 generó importantes retos para los guatemaltecos. Y esos retos incluyen los económicos que han tenido que enfrentar los empresarios.
Estos retos se dieron a consecuencia de las restricciones sanitarias implementadas por el gobierno para controlar el covid-19. En el caso de Guatemala, según cifras de un estudio efectuado por D. Ecosignal de la Firma Deloitte, el Producto Interno Bruto (PIB), de Guatemala, tuvo un decremento de 3.9%.
Sin embargo, en 2021 se estima que existirá una recuperación del 4% por medio de la reactivación de actividades de sectores económicos e industrias. Es relevante este dato, pues coloca a Guatemala como uno de los únicos dos países de Latinoamérica que proyectan recuperar totalmente el decremento generado en el 2020. El otro país es Paraguay.
El cierre de establecimientos comerciales y oficinas, el despido obligado de colaboradores y la falta de pago a proveedores y acreedores. Así como la necesidad de adquirir activos productivos de manera urgente para reinventar el modelo de negocio, etc., generaron o incrementaron a niveles altamente preocupantes el endeudamiento de muchas empresas.
Dada esta coyuntura uno de los cambios de enfoque evidentes en la gestión empresarial consistió en prestar mayor atención a los flujos de efectivo. Y la disponibilidad de la caja, más allá de revisar y proyectar utilidades en el Estado de Resultados.
Lo anterior tiene todo el sentido, ya que la disponibilidad de la caja es lo que determina cómo y cuándo una organización podrá cubrir sus obligaciones esenciales para seguir funcionando de manera sostenida.
Reactivación económica en 2021
Corriendo buena parte del 2021, resulta importante que cada empresario considere que el camino hacia la reactivación y recuperación económica, implica la generación de flujos de efectivo suficientes y consistentes.
Ninguna nave puede dirigirse sin que el piloto y su tripulación estén constantemente revisando los datos relevantes que confirmen que la dirección y condiciones son las adecuadas.
En ese sentido, es recomendable que las empresas implementen de forma inmediata y permanente, un análisis y revisión de indicadores o razones financieras que permitan verificar el nivel de liquidez y de endeudamiento.
El resultado de estos indicadores y su análisis, permite diseñar un claro mapa para la implementación de medidas correctivas.
En la actualidad existen múltiples programas en entidades bancarias y financieras, disponibles para que los empresarios apoyen sus planes reestructuración y recuperación financiera.
Algunas opciones de reestructuración de deudas sugeridas consisten en modificar plazos, sustituir garantías, revisar el modelo operativo actual, incluir a nuevos accionistas o inversionistas, modificar tasas. Así como aprovechar las medidas emitidas por el sector financiero supervisado hechos exclusivamente para apoyar al sector empresarial.
Corriendo buena parte del 2021, resulta importante que cada empresario considere que el camino hacia la reactivación y recuperación económica, implica la generación de flujos de efectivo suficientes y consistentes.
El año 2020 generó importantes retos para los guatemaltecos. Y esos retos incluyen los económicos que han tenido que enfrentar los empresarios.
Estos retos se dieron a consecuencia de las restricciones sanitarias implementadas por el gobierno para controlar el covid-19. En el caso de Guatemala, según cifras de un estudio efectuado por D. Ecosignal de la Firma Deloitte, el Producto Interno Bruto (PIB), de Guatemala, tuvo un decremento de 3.9%.
Sin embargo, en 2021 se estima que existirá una recuperación del 4% por medio de la reactivación de actividades de sectores económicos e industrias. Es relevante este dato, pues coloca a Guatemala como uno de los únicos dos países de Latinoamérica que proyectan recuperar totalmente el decremento generado en el 2020. El otro país es Paraguay.
El cierre de establecimientos comerciales y oficinas, el despido obligado de colaboradores y la falta de pago a proveedores y acreedores. Así como la necesidad de adquirir activos productivos de manera urgente para reinventar el modelo de negocio, etc., generaron o incrementaron a niveles altamente preocupantes el endeudamiento de muchas empresas.
Dada esta coyuntura uno de los cambios de enfoque evidentes en la gestión empresarial consistió en prestar mayor atención a los flujos de efectivo. Y la disponibilidad de la caja, más allá de revisar y proyectar utilidades en el Estado de Resultados.
Lo anterior tiene todo el sentido, ya que la disponibilidad de la caja es lo que determina cómo y cuándo una organización podrá cubrir sus obligaciones esenciales para seguir funcionando de manera sostenida.
Reactivación económica en 2021
Corriendo buena parte del 2021, resulta importante que cada empresario considere que el camino hacia la reactivación y recuperación económica, implica la generación de flujos de efectivo suficientes y consistentes.
Ninguna nave puede dirigirse sin que el piloto y su tripulación estén constantemente revisando los datos relevantes que confirmen que la dirección y condiciones son las adecuadas.
En ese sentido, es recomendable que las empresas implementen de forma inmediata y permanente, un análisis y revisión de indicadores o razones financieras que permitan verificar el nivel de liquidez y de endeudamiento.
El resultado de estos indicadores y su análisis, permite diseñar un claro mapa para la implementación de medidas correctivas.
En la actualidad existen múltiples programas en entidades bancarias y financieras, disponibles para que los empresarios apoyen sus planes reestructuración y recuperación financiera.
Algunas opciones de reestructuración de deudas sugeridas consisten en modificar plazos, sustituir garantías, revisar el modelo operativo actual, incluir a nuevos accionistas o inversionistas, modificar tasas. Así como aprovechar las medidas emitidas por el sector financiero supervisado hechos exclusivamente para apoyar al sector empresarial.