El constante incremento de los precios de las gasolinas sigue generando preocupación en los pilotos que han tenido que desembolsar más dinero para comprar combustibles. 

Además, otros productos que integran la Canasta Básica de Alimentos (CBA) también aumentaron, sobre todo por la cadena de producción y distribución de los bienes y servicios.

Por ejemplo, a partir de la primera semana de marzo el precio de los derivados del petróleo en Guatemala registraron alzas significativas de Q4 para las gasolinas, cifras que no se habían reflejado desde el 2008, según analistas. Y el precio internacional del barril del petróleo (WTI) cerró en US$115.

Los precios de referencia para la gasolina Superior en la modalidad de autoservicio en el área metropolitana era de Q37.99 y para la Regular Q37.99, diferencia de Q1 con respecto al servicio completo. Mientras que en los departamentos el precio del galón superó los Q40.

De acuerdo con el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel, esas modificaciones en los precios en la primera semana de marzo respondieron a la coyuntura internacional por el conflicto entre Rusia y Ucrania. 

¿Dejará de subir el precio de las gasolina?

"Guatemala tiene que hacer las compras en el mercado internacional y este precio se ha incrementado. El precio "es un reflejo de lo que hacen las compañías importadoras y que se traslada a las estaciones de servicio", explicó Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina (AGEG).

Añadió que el país es un importador neto de combustible. "Todo lo que se consume de combustible en el país se importa, es decir, el comportamiento de precios está sujeto a la cotización internacional de los combustibles". 

Según el director ejecutivo de la AGEG, es "difícil hacer un pronóstico del comportamiento del precio del combustible tomando en cuenta que son diferentes factores internacionales los que intervienen, pero por el momento existen dos principales".

"El primero es la tensión política entre Rusia y Ucrania, que podría interrumpir en cualquier momento el suministro, lo cual provoca presión sobre el precio. Y el otro factor es la poca oferta que hay en el mercado, porque la producción ya no es la misma que en 2019. Se necesita mayor producción para empujar los precios hacia la baja", dijo Meléndez.

Agregó que las estaciones de servicio hacen compras locales del combustible, pero el precio que pagan las gasolineras se refleja hasta tres días después de la adquisición.

Por último, mencionó que esta situación también preocupa y afecta a la cadena de distribución local. "Los altos precios también inciden en costos de operación de las estaciones de servicio y en el comportamiento de la demanda. Esperamos que en un futuro exista una mayor oferta de producto para que los precios comiencen a disminuir".