Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

La industria de alimentos, un motor complejo de entender

La industria de alimentos y bebidas es un segmento de la economía de gran complejidad que abarca muchas ramas, desde los dulces más tradicionales hasta el ron más sofisticado.

.
Diego Lechuga
07 de marzo, 2023

Cuando uno hace referencia a las exportaciones de Guatemala es frecuente que salten a la mente el sector de vestuario y textil, café, azúcar y banano. No sería sorpresa considerando que, por ejemplo, las exportaciones de productos clasificados por el Banco de Guatemala como “Artículos de Vestuario” fueron de US$ 1.8 mil millones, Café US$ 1.1 mil millones, Azúcar US$ 796 millones y Banano US$ 942 millones y se han mantenido dentro de los cinco principales productos de exportación los últimos 10 años. Adicional, en conjunto representan estos 4 productos el 30% de las exportaciones del país. Nuevamente no es sorpresa que estén posicionados en el Top of Mind del guatemalteco al referirnos a las exportaciones.

Sin embargo, este artículo no tiene como foco estos productos que ya se conocen sino la industria de alimentos y bebidas procesados que en los registros del Banco de Guatemala se contabilizan de forma desagregada.

Para entender esto veamos el caso del azúcar que como se menciona antes, durante el 2022 tuvo exportaciones por US$ 796.67 millones. No obstante, en esta cifra no se han incluido productos de la industria de alimentos procesados como es el caso de los artículos de confitería.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Si combinamos ambos registros, las cifras de azúcar y artículos de confitería las exportaciones de esta industria combinada ascienden a US$ 913 millones para el mismo periodo. ¿Por qué no combinar las estadísticas entonces? El motivo es un tema netamente técnico de clasificación arancelaria que se tiene y que esta alineado con un sistema de clasificación armonizado a nivel internacional. No es lo mismo exportar un banano que un chocobanano.

Entonces, de forma simplificada, utilizando este sistema armonizado instituciones como el Banguat solo aglutinan diversas partidas que pertenecen a la misma cadena de valor de una industria y que comparten criterios de clasificación. A modo de ejemplo, las exportaciones de prendas de vestir consolidan las estadísticas de las partidas comprendidas entre los capítulos 61 y 63 del Sistema de Clasificación Arancelaria ya que son productos que conforman la cadena de valor de la industria.

El problema es que no se puede realizar un cálculo similar con la industria de alimentos y bebidas al abarcar sectores muy diversos y con cadenas de valor muy diferentes o complejas. Para visualizarlo podemos decir que, aunque existen exportaciones de lácteos como producto final, también es un producto que es parte de la cadena de valor de industrias que se clasifican por separado como es el caso de la industria panificadora.

Así mismo una empresa que realiza diferentes preparaciones alimenticias podría exportar desde bebidas azucaradas, gasificadas y frituras hasta concentrados de frutas o cereales y manejar diferentes clasificaciones arancelarias de exportación.

Esto ha dificultado el dimensionar la importancia de la industria de alimentos y bebidas ya que se tiende a minimizar su aporte a las exportaciones al realizarlo de forma independiente. Con estos considerandos instituciones como la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas han comenzado a realizar registros consolidados de las exportaciones de sectores y productos como el aceite de palma, galletería y panadería, salsas preparadas, aguas gaseosas/azucaradas y otras bebidas que en conjunto representaron exportaciones por US$ 2,048 millones en el 2021.

Pero, como lector se podría preguntar por qué se debería de hacer el esfuerzo de realizar un cálculo adicional. Ante lo que he de agregar que no hay una respuesta sencilla sino una visión que se debería de tener.

Cuando se habla de una política de Estado o del desarrollo de un nuevo plan estratégico son los productos o sectores posicionados en Top of Mind de los legisladores los que reciben mayor atención. Algo lógico que conlleva consecuencias no intencionadas como dejar desatendidos sectores de la economía con gran peso o desarrollar planes incompletos o excluyentes que generan cuellos de botella para el desarrollo del país. Además, el tener esta información de forma detallada permite entender el impacto de dichas políticas.

De implementarse una estrategia que busque aumentar las exportaciones de café o azúcar sería fácil el determinar si ha sido efectiva o no con solo analizar las exportaciones del Banguat. Sin embargo, la industria de alimentos y bebidas es un segmento de la economía de gran complejidad que abarca muchas ramas, desde los dulces más tradicionales hasta el ron más sofisticado.

Esta amplitud también hace más complejo el desarrollar un plan o estrategia de fomento porque determinar su impacto no siempre es sencillo. Por lo que entender este tejido y las diferentes cadenas de valor que le comprenden, permitiría desarrollar estrategias enfocadas para el fomento de esta industria a todo nivel. Porque sin la información apropiada que nos permita entender este motor de la economía de Guatemala, no será posible dimensionar su aporte y potencial para el desarrollo del país ni tampoco saber si lo que se está haciendo esta funcionado. Porque como se mencionaba ya desde hace varios años en un cuento infantil, si no sabes a donde quieres llegar cualquier camino es bueno.

Información fotografía, autor Arno Senoner en Unsplash

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

La industria de alimentos, un motor complejo de entender

La industria de alimentos y bebidas es un segmento de la economía de gran complejidad que abarca muchas ramas, desde los dulces más tradicionales hasta el ron más sofisticado.

.
Diego Lechuga
07 de marzo, 2023

Cuando uno hace referencia a las exportaciones de Guatemala es frecuente que salten a la mente el sector de vestuario y textil, café, azúcar y banano. No sería sorpresa considerando que, por ejemplo, las exportaciones de productos clasificados por el Banco de Guatemala como “Artículos de Vestuario” fueron de US$ 1.8 mil millones, Café US$ 1.1 mil millones, Azúcar US$ 796 millones y Banano US$ 942 millones y se han mantenido dentro de los cinco principales productos de exportación los últimos 10 años. Adicional, en conjunto representan estos 4 productos el 30% de las exportaciones del país. Nuevamente no es sorpresa que estén posicionados en el Top of Mind del guatemalteco al referirnos a las exportaciones.

Sin embargo, este artículo no tiene como foco estos productos que ya se conocen sino la industria de alimentos y bebidas procesados que en los registros del Banco de Guatemala se contabilizan de forma desagregada.

Para entender esto veamos el caso del azúcar que como se menciona antes, durante el 2022 tuvo exportaciones por US$ 796.67 millones. No obstante, en esta cifra no se han incluido productos de la industria de alimentos procesados como es el caso de los artículos de confitería.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Si combinamos ambos registros, las cifras de azúcar y artículos de confitería las exportaciones de esta industria combinada ascienden a US$ 913 millones para el mismo periodo. ¿Por qué no combinar las estadísticas entonces? El motivo es un tema netamente técnico de clasificación arancelaria que se tiene y que esta alineado con un sistema de clasificación armonizado a nivel internacional. No es lo mismo exportar un banano que un chocobanano.

Entonces, de forma simplificada, utilizando este sistema armonizado instituciones como el Banguat solo aglutinan diversas partidas que pertenecen a la misma cadena de valor de una industria y que comparten criterios de clasificación. A modo de ejemplo, las exportaciones de prendas de vestir consolidan las estadísticas de las partidas comprendidas entre los capítulos 61 y 63 del Sistema de Clasificación Arancelaria ya que son productos que conforman la cadena de valor de la industria.

El problema es que no se puede realizar un cálculo similar con la industria de alimentos y bebidas al abarcar sectores muy diversos y con cadenas de valor muy diferentes o complejas. Para visualizarlo podemos decir que, aunque existen exportaciones de lácteos como producto final, también es un producto que es parte de la cadena de valor de industrias que se clasifican por separado como es el caso de la industria panificadora.

Así mismo una empresa que realiza diferentes preparaciones alimenticias podría exportar desde bebidas azucaradas, gasificadas y frituras hasta concentrados de frutas o cereales y manejar diferentes clasificaciones arancelarias de exportación.

Esto ha dificultado el dimensionar la importancia de la industria de alimentos y bebidas ya que se tiende a minimizar su aporte a las exportaciones al realizarlo de forma independiente. Con estos considerandos instituciones como la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas han comenzado a realizar registros consolidados de las exportaciones de sectores y productos como el aceite de palma, galletería y panadería, salsas preparadas, aguas gaseosas/azucaradas y otras bebidas que en conjunto representaron exportaciones por US$ 2,048 millones en el 2021.

Pero, como lector se podría preguntar por qué se debería de hacer el esfuerzo de realizar un cálculo adicional. Ante lo que he de agregar que no hay una respuesta sencilla sino una visión que se debería de tener.

Cuando se habla de una política de Estado o del desarrollo de un nuevo plan estratégico son los productos o sectores posicionados en Top of Mind de los legisladores los que reciben mayor atención. Algo lógico que conlleva consecuencias no intencionadas como dejar desatendidos sectores de la economía con gran peso o desarrollar planes incompletos o excluyentes que generan cuellos de botella para el desarrollo del país. Además, el tener esta información de forma detallada permite entender el impacto de dichas políticas.

De implementarse una estrategia que busque aumentar las exportaciones de café o azúcar sería fácil el determinar si ha sido efectiva o no con solo analizar las exportaciones del Banguat. Sin embargo, la industria de alimentos y bebidas es un segmento de la economía de gran complejidad que abarca muchas ramas, desde los dulces más tradicionales hasta el ron más sofisticado.

Esta amplitud también hace más complejo el desarrollar un plan o estrategia de fomento porque determinar su impacto no siempre es sencillo. Por lo que entender este tejido y las diferentes cadenas de valor que le comprenden, permitiría desarrollar estrategias enfocadas para el fomento de esta industria a todo nivel. Porque sin la información apropiada que nos permita entender este motor de la economía de Guatemala, no será posible dimensionar su aporte y potencial para el desarrollo del país ni tampoco saber si lo que se está haciendo esta funcionado. Porque como se mencionaba ya desde hace varios años en un cuento infantil, si no sabes a donde quieres llegar cualquier camino es bueno.

Información fotografía, autor Arno Senoner en Unsplash