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Trabajo y trabajadores digitales, potencial no explorado

Por qué Guatemala no promueve la atracción de nómadas digitales para fomentar la industria turística o en el trabajo transfronterizo, los trabajos a distancia tienen un potencial real de creación de empleos.

El ecosistema y los trabajadores digitales son un segmento de la economía con gran potencial.
Diego Lechuga
25 de abril, 2023

Abstracto: Ya sea como nómada digital o como un trabajador transfronterizo que desde Guatemala atiende una empresa extranjera, el ecosistema y los trabajadores digitales son un segmento de la economía con gran potencial para el país pero que al mismo tiempo han sido poco explorados.

La Pandemia trajo consigo diversos problemas muy extensos de enumerar y en su mayoría con devastadores efectos en la sociedad, economía y forma de trabajo. Sin embargo, la implementación de nuevas tecnologías en oficinas que estaban congeladas en la década de 1980 y la consecuente modernización de los puestos de trabajo se podría clasificar entre los pocos efectos positivos que surgieron de los encierros.

Tres años después de este proceso de digitalización forzado ya se puede determinar qué tecnologías implementadas de urgencia permanecerán ahora que se ha regresado a normalidad y cuáles de ellas solo fueron soluciones temporales. Y, aunque el regreso a la oficina pareciera contraindicarlo, el trabajo a distancia o work from home -WFH- es algo que ha venido a quedarse y combinado a diversas tendencias que ya estaban en marcha antes, abre una nueva posibilidad de trabajos digitales remotos tanto a nivel nacional como transfronterizo.

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El mejor ejemplo de que diversas empresas en el país ya cruzaron esta barrera lo podemos encontrar en la industria de call centers o BPO´s que han abierto plazas WFH para cualquier región del país.

Esta estrategia abre la oportunidad a personas que físicamente no se encuentran cerca de una de estas empresas aun así puedan trabajar en ella. No obstante, el WFH y el trabajo digital en general abre muchas mas puertas de las que se han explorado en el país.

La adopción de la “Gig Economy” y el desarrollo de una estrategia enfocada en los “nómadas digitales” son tendencias que han estado presentes en el mundo ya por más de 10 años pero que la brecha tecnológica había demorado su penetración en Guatemala.

Como he mencionado antes, la digitalización forzada sufrida por la Pandemia ayudó cerrar la brecha y a hacer mas receptivos a los guatemaltecos a oportunidades de trabajo en un ecosistema virtual. No obstante, y a pesar de su potencial para la creación de trabajos, no se ha buscado el desarrollar una política o estrategia a nivel de Gobierno que busque aprovechar las oportunidades de este nuevo horizonte.

En contraste y como parte de un proyecto de reactivación turística post Pandemia, se puede dar el caso de Costa Rica y los nómadas digitales. Considerando que este es un grupo de población que poseen ingresos que rondan entre los US$3 mil y US$5 mil mensuales, representan un nicho turístico altamente atractivo.

Más si se consideran que en promedio residen tres meses en su destino temporal (en comparación el turista tradicional visita el país por menos de 5 días) y que, al ser trabajadores remotos permanentes, destinan la mayoría de sus ingresos en consumo local y no solo un porcentaje reducido como es el caso del turista tradicional.

Con estos elementos como antecedentes, en septiembre de 2021 Costa Rica dio un paso en concreto para fomentar este segmento turístico al aprobar la ley “LEY PARA ATRAER TRABAJADORES Y PRESTADORES REMOTOS DE SERVICIOS DE CARÁCTER INTERNACIONAL” o conocida coloquialmente como la Ley de Nómadas Digitales.

Asimismo con el fin de prolongar la estadía de estos nómadas, la legislación permite superar los 90 días de permiso que tiene un turista tradicional y permanecer hasta 1 año con posibilidad de renovar su estadía, así como otros beneficios específicos para alguien enfocado en el trabajo a distancia. Por ello en julio del 2022 se lanzó una campaña de “Visa Digital” no solo para dar a conocer los beneficios sino también para agilizar los procesos de aplicación y aumentar el volumen de nómadas digitales en el país.

Dicho esto, ¿por qué Guatemala no desarrolla un programa similar? Ya sea enfocado en la atracción de nómadas digitales para fomentar la industria turística o en el trabajo transfronterizo desde Guatemala (enfocado en guatemaltecos), los trabajos a distancia tienen un potencial real de creación de empleos. Y no es que sea una idea fuera de lugar el desarrollar un programa de empleabilidad que mire fuera del territorio.

En la actualidad el Gobierno ha desarrollado dos programas de este tipo: el programa de visas de trabajo temporales para Canadá y EE.UU. para el sector agrícola, y la política de marinos mercantes por medio de certificaciones del Intecap.

De forma similar se podrían articular esfuerzos actuales, como el convenio firmado por MINECO con Cursera en marzo del presente año, para el desarrollo de las habilidades requeridas para una contratación transfronteriza en un ecosistema digital. Estos no solo son puestos de trabajo que suelen ser mejor pagados, sino que también son posiciones que la industria local no puede absorber por completo.

Adicional, una política de este tipo podría mejorar los prospectos de empleabilidad para un profesional joven, reducir la fuga de cerebros y desarrollar una nueva fuente de ingresos de divisas al ser otro tipo de exportación de servicios.

Y a diferencia de los programas laborales que ya tiene en marcha el Estado, una política de este tipo se beneficiaría de enfoque descentralizado en el que cada persona desarrolla las habilidades que considera más propicias con una inversión, relativamente, menor. Lo que queda por ver es si se logra articular los esfuerzos necesarios para aprovechar el momento o si esto quedará en acciones dispersas.

Fotografía de Austin Distel en Unsplash

 

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Trabajo y trabajadores digitales, potencial no explorado

Por qué Guatemala no promueve la atracción de nómadas digitales para fomentar la industria turística o en el trabajo transfronterizo, los trabajos a distancia tienen un potencial real de creación de empleos.

El ecosistema y los trabajadores digitales son un segmento de la economía con gran potencial.
Diego Lechuga
25 de abril, 2023

Abstracto: Ya sea como nómada digital o como un trabajador transfronterizo que desde Guatemala atiende una empresa extranjera, el ecosistema y los trabajadores digitales son un segmento de la economía con gran potencial para el país pero que al mismo tiempo han sido poco explorados.

La Pandemia trajo consigo diversos problemas muy extensos de enumerar y en su mayoría con devastadores efectos en la sociedad, economía y forma de trabajo. Sin embargo, la implementación de nuevas tecnologías en oficinas que estaban congeladas en la década de 1980 y la consecuente modernización de los puestos de trabajo se podría clasificar entre los pocos efectos positivos que surgieron de los encierros.

Tres años después de este proceso de digitalización forzado ya se puede determinar qué tecnologías implementadas de urgencia permanecerán ahora que se ha regresado a normalidad y cuáles de ellas solo fueron soluciones temporales. Y, aunque el regreso a la oficina pareciera contraindicarlo, el trabajo a distancia o work from home -WFH- es algo que ha venido a quedarse y combinado a diversas tendencias que ya estaban en marcha antes, abre una nueva posibilidad de trabajos digitales remotos tanto a nivel nacional como transfronterizo.

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El mejor ejemplo de que diversas empresas en el país ya cruzaron esta barrera lo podemos encontrar en la industria de call centers o BPO´s que han abierto plazas WFH para cualquier región del país.

Esta estrategia abre la oportunidad a personas que físicamente no se encuentran cerca de una de estas empresas aun así puedan trabajar en ella. No obstante, el WFH y el trabajo digital en general abre muchas mas puertas de las que se han explorado en el país.

La adopción de la “Gig Economy” y el desarrollo de una estrategia enfocada en los “nómadas digitales” son tendencias que han estado presentes en el mundo ya por más de 10 años pero que la brecha tecnológica había demorado su penetración en Guatemala.

Como he mencionado antes, la digitalización forzada sufrida por la Pandemia ayudó cerrar la brecha y a hacer mas receptivos a los guatemaltecos a oportunidades de trabajo en un ecosistema virtual. No obstante, y a pesar de su potencial para la creación de trabajos, no se ha buscado el desarrollar una política o estrategia a nivel de Gobierno que busque aprovechar las oportunidades de este nuevo horizonte.

En contraste y como parte de un proyecto de reactivación turística post Pandemia, se puede dar el caso de Costa Rica y los nómadas digitales. Considerando que este es un grupo de población que poseen ingresos que rondan entre los US$3 mil y US$5 mil mensuales, representan un nicho turístico altamente atractivo.

Más si se consideran que en promedio residen tres meses en su destino temporal (en comparación el turista tradicional visita el país por menos de 5 días) y que, al ser trabajadores remotos permanentes, destinan la mayoría de sus ingresos en consumo local y no solo un porcentaje reducido como es el caso del turista tradicional.

Con estos elementos como antecedentes, en septiembre de 2021 Costa Rica dio un paso en concreto para fomentar este segmento turístico al aprobar la ley “LEY PARA ATRAER TRABAJADORES Y PRESTADORES REMOTOS DE SERVICIOS DE CARÁCTER INTERNACIONAL” o conocida coloquialmente como la Ley de Nómadas Digitales.

Asimismo con el fin de prolongar la estadía de estos nómadas, la legislación permite superar los 90 días de permiso que tiene un turista tradicional y permanecer hasta 1 año con posibilidad de renovar su estadía, así como otros beneficios específicos para alguien enfocado en el trabajo a distancia. Por ello en julio del 2022 se lanzó una campaña de “Visa Digital” no solo para dar a conocer los beneficios sino también para agilizar los procesos de aplicación y aumentar el volumen de nómadas digitales en el país.

Dicho esto, ¿por qué Guatemala no desarrolla un programa similar? Ya sea enfocado en la atracción de nómadas digitales para fomentar la industria turística o en el trabajo transfronterizo desde Guatemala (enfocado en guatemaltecos), los trabajos a distancia tienen un potencial real de creación de empleos. Y no es que sea una idea fuera de lugar el desarrollar un programa de empleabilidad que mire fuera del territorio.

En la actualidad el Gobierno ha desarrollado dos programas de este tipo: el programa de visas de trabajo temporales para Canadá y EE.UU. para el sector agrícola, y la política de marinos mercantes por medio de certificaciones del Intecap.

De forma similar se podrían articular esfuerzos actuales, como el convenio firmado por MINECO con Cursera en marzo del presente año, para el desarrollo de las habilidades requeridas para una contratación transfronteriza en un ecosistema digital. Estos no solo son puestos de trabajo que suelen ser mejor pagados, sino que también son posiciones que la industria local no puede absorber por completo.

Adicional, una política de este tipo podría mejorar los prospectos de empleabilidad para un profesional joven, reducir la fuga de cerebros y desarrollar una nueva fuente de ingresos de divisas al ser otro tipo de exportación de servicios.

Y a diferencia de los programas laborales que ya tiene en marcha el Estado, una política de este tipo se beneficiaría de enfoque descentralizado en el que cada persona desarrolla las habilidades que considera más propicias con una inversión, relativamente, menor. Lo que queda por ver es si se logra articular los esfuerzos necesarios para aprovechar el momento o si esto quedará en acciones dispersas.

Fotografía de Austin Distel en Unsplash