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Ética: Soborno y extorsión en las empresas

Pablo Cordón
01 de marzo, 2020

Cuando escuchamos la palabra extorsión, normalmente la ligamos a un delito donde un criminal que puede ser integrante o no de una pandilla, exige una cantidad de dinero a un negocio a cambio de no atentar, contra sus colaboradores o su patrimonio.

Te sugerimos leer: Presidios traslada más de 200 reos de la cárcel Fraijanes 2

Pero este delito no se limita a eso ni a un delincuente, sino puede ser una persona que está directamente ligado a su empresa, puede ser un colaborador o un integrante de su junta directiva y créame, es algo bastante común en muchas empresas de Latinoamérica, a tal punto que ya lo ven como una práctica “normal”.

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Pero antes de entrar en detalle, me presento, soy Pablo Cordón de Etihkos Globlal, una empresa experta en ética corporativa y a lo largo de mi experiencia he encontrado muchos casos donde la extorsión no viene de fuera, sino dentro de las mismas entrañas de la empresa.


La extorsión dentro de la empresa

Pedir viajes es algo “normal” en las extorsiones dentro de las empresas

Imagine que uno de sus proveedores de confianza tiene un lazo más allá del profesional, digamos que son amigos con empresas diferentes y el dueño de esta empresa cuenta con un programa de ética y le comunican que el encargado de realizar las compras le pidió una comisión para darle un contrato… ¿Usted cómo se sentiría? 

¿Cuánto daño causaría a su reputación esta situación? Pues bien, la forma más común de extorsión dentro de la empresa proviene del área de compras que al realizar cotizaciones siempre buscan algún beneficio personal.

Estos beneficios, normalmente, van desde una comisión bajo la mesa, viajes al extranjero, plazas para familiares o amigos, estadías en hoteles de lujo entre otras.

Estas peticiones se convierten en una extorsión cuando son condiciones para dar un contrato sobre un producto o servicio que la empresa adquiere.

El soborno

Y bien, por el otro lado tenemos el soborno que, para términos prácticos, es lo contrario a la extorsión.

Aquí entran las ofertas que realizan algunos proveedores para que sean elegidos y buscan como agradar a la persona que decide el otorgamiento de contratos y lo hacen a través de diferentes ofertas.

Estas ofertas no son muy distintas a las anteriores pues son viajes, comisiones, “bonos especiales” y cualquier otra oferta que les garantice una ventaja a la hora de concursar por un contrato.

En este caso es bastante complicado definir una postura dentro de la empresa pues todo queda en manos de la persona que realiza las negociaciones.

Tanto el soborno como la extorsión afectan negativamente a las empresas y van perdiendo confiabilidad en el mercado pues son señalados que “para hacer negocios con esa empresa tenés que comisionar” entre otros adjetivos.

Para combatir estas prácticas es necesario que usted cuente con un buen programa de cumplimiento ¿Lo tiene? Si la respuesta es no, le pongo a disposición esta herramienta donde puede hacer un diagnóstico gratuito.

Nos leemos el próximo domingo.

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Ética: Soborno y extorsión en las empresas

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01 de marzo, 2020

Cuando escuchamos la palabra extorsión, normalmente la ligamos a un delito donde un criminal que puede ser integrante o no de una pandilla, exige una cantidad de dinero a un negocio a cambio de no atentar, contra sus colaboradores o su patrimonio.

Te sugerimos leer: Presidios traslada más de 200 reos de la cárcel Fraijanes 2

Pero este delito no se limita a eso ni a un delincuente, sino puede ser una persona que está directamente ligado a su empresa, puede ser un colaborador o un integrante de su junta directiva y créame, es algo bastante común en muchas empresas de Latinoamérica, a tal punto que ya lo ven como una práctica “normal”.

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La extorsión dentro de la empresa

Pedir viajes es algo “normal” en las extorsiones dentro de las empresas

Imagine que uno de sus proveedores de confianza tiene un lazo más allá del profesional, digamos que son amigos con empresas diferentes y el dueño de esta empresa cuenta con un programa de ética y le comunican que el encargado de realizar las compras le pidió una comisión para darle un contrato… ¿Usted cómo se sentiría? 

¿Cuánto daño causaría a su reputación esta situación? Pues bien, la forma más común de extorsión dentro de la empresa proviene del área de compras que al realizar cotizaciones siempre buscan algún beneficio personal.

Estos beneficios, normalmente, van desde una comisión bajo la mesa, viajes al extranjero, plazas para familiares o amigos, estadías en hoteles de lujo entre otras.

Estas peticiones se convierten en una extorsión cuando son condiciones para dar un contrato sobre un producto o servicio que la empresa adquiere.

El soborno

Y bien, por el otro lado tenemos el soborno que, para términos prácticos, es lo contrario a la extorsión.

Aquí entran las ofertas que realizan algunos proveedores para que sean elegidos y buscan como agradar a la persona que decide el otorgamiento de contratos y lo hacen a través de diferentes ofertas.

Estas ofertas no son muy distintas a las anteriores pues son viajes, comisiones, “bonos especiales” y cualquier otra oferta que les garantice una ventaja a la hora de concursar por un contrato.

En este caso es bastante complicado definir una postura dentro de la empresa pues todo queda en manos de la persona que realiza las negociaciones.

Tanto el soborno como la extorsión afectan negativamente a las empresas y van perdiendo confiabilidad en el mercado pues son señalados que “para hacer negocios con esa empresa tenés que comisionar” entre otros adjetivos.

Para combatir estas prácticas es necesario que usted cuente con un buen programa de cumplimiento ¿Lo tiene? Si la respuesta es no, le pongo a disposición esta herramienta donde puede hacer un diagnóstico gratuito.

Nos leemos el próximo domingo.