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Hermanos guatemaltecos triunfan con su emprendimiento de restaurantes en Nueva York

En dos años, los originarios de Totonicapán lograron expandir su emprendimiento y tener dos locales en los que ofrecen un concepto de pollos a la brasa de forma casera. Te invitamos a conocer su historia.

Fotografía tomada de Facebook 'Julio NY', para fines ilustrativos.
María José Aresti
08 de junio, 2023

En 2007, los hermanos Tohom Quic iniciaron la travesía de emigrar a Estados Unidos, el primero de ellos fue Edvin, y a él le siguieron sus otros tres hermanos: Eliseo, Edgar y Nilson. En un periodo de 10 años los cuatro ya se encontraban en las calles de La Gran Manzana, en busca del sueño americano, uno que terminaría materializándose en su exitoso emprendimiento.

Luego de 10 años en la industria de comida y en plena pandemia los cuatro totonicapenses decidieron iniciar otra travesía, esta vez en el mundo del emprendimiento. En 2021 inauguraron de manera oficial el primer restaurante de Chicken Stop, y en mayo de 2023 dieron apertura al segundo.

“Cuando estábamos buscando el nombre del restaurante se nos ocurrió ponerle ‘La Parada del Pollo’, pero como estamos en Estados Unidos optamos por colocarlo en inglés. Lo que fue un impacto para gente americana, porque les produce la curiosidad de entrar y así hemos ganado mercado”, comenta Edvin.

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Una segunda oportunidad

Cuando los cuatro hermanos llegaron a Manhattan, su primer trabajo fue repartir comida en bicicleta entre semana, mientras que dedicaban su sábado y domingo a jugar fútbol. En ese pasatiempo fue que conocieron a Ariel Castellanos, un argentino que tenía la idea de abrir un restaurante con el concepto de pollos a la brasa.

“Él comenzó el restaurante y nosotros éramos trabajadores de él. Entre los cinco comenzamos a experimentar con las recetas de pollo, arroz, y los demás acompañantes. Estuvimos trabajando por muchos años con él hasta que llegó la pandemia, y las puertas del restaurante cerraron”, recuerda el emprendedor.

Edvin regresó a repartir comida, y en sus recorridos siempre notaba que el local nunca volvió a abrirse. Cabe resaltar que en 2015 los hermanos habían intentado abrir un restaurante, sin embargo, nunca pudieron concretarlo. Con la espina de querer cumplir el sueño, contactaron a la dueña del local y en septiembre de 2020 firmaron el contrato de arrendamiento.

Fotografía tomada de Chicken Stop para fines ilustrativos.

Un restaurante de comida rápida con un concepto casero

Con un concepto de utilizar las señales de tránsito inspirado en su nombre, Chicken Stop, es un restaurante que ofrece pollo a la brasa, pollo en barbacoa, sándwiches de pollo crispy, hamburguesas, y marcan una diferencia al resto de restaurantes de comida rápida al realizar cada acompañamiento de cada plato de forma casera.

El primer restaurante se ubica frente al hospital más grande de Brooklyn, por lo que, en sus primeros meses vivieron muy de cerca la situación de la pandemia. Sus primeros clientes fueron doctores que estaban prestando sus servicios durante la crisis sanitaria, por ello, los hermanos quisieron rendir homenaje, dejando una pequeña leyenda en las paredes de Chicken Stop; a bomberos, policías y doctores, “los héroes de la pandemia”.

“Nunca nos imaginamos que en dos años íbamos a tener el segundo restaurante, es un agradecimiento que tenemos con toda nuestra gente de Centroamérica que nos ha apoyado llegando al restaurante y así vimos que esto iba para algo más”, asegura el emprendedor.

Leyenda que se encuentra en el primer Chicken Stop. Fotografía tomada de Chicken Stop para fines ilustrativos,

Oportunidades para otros migrantes

Chicken Stop inició con tres empleados, hoy en día, dan empleo a 37 personas en el primer restaurante y 16 en el segundo. Todos los empleados de la compañía son migrantes de Guatemala, México, Ecuador, Venezuela, Honduras y Trinidad y Tobago.

La idea de los totonicapenses es brindar una oportunidad para las personas que se encuentran en la misma situación que ellos estuvieron.

De acuerdo con el emprendedor trabajar para brindar oportunidades a los migrantes es uno de los principales motivos para continuar en ello: “Nosotros les damos el empleo y ellos nos ayudan en el restaurante, por eso nos vemos como una familia. Durante los dos años y tres meses de nuestro negocio nadie se ha ido y eso nos motiva a seguir”.

Superar miedos y emprender

Para Edvin y su familia el emprendimiento es algo que se ‘trae en la sangre’. Durante su infancia veían como su papá (un vendedor ambulante) ofrecía sus productos en Quiché. A los ocho años él se inició en ese mundo, y pudo recorrer todos los rincones de Quiché e inclusive conocer Cobán.

Edvin y su familia durante su niñez en Guatemala. Fotografía cortesía de Edvin Tohom.

“En mi caso me gustó mucho vender de manera ambulante. Vendí escobas, trastos, calcetines y al llegar a EE. UU. me di cuenta de que el mercado estaba en el área de comida. Ahora ya llevo 13 años en esta industria y mi consejo para cualquier persona que desee emprender es que, lo principal es superar el miedo, ver hacía adelante y si son creyentes confiar en Dios”. 

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Hermanos guatemaltecos triunfan con su emprendimiento de restaurantes en Nueva York

En dos años, los originarios de Totonicapán lograron expandir su emprendimiento y tener dos locales en los que ofrecen un concepto de pollos a la brasa de forma casera. Te invitamos a conocer su historia.

Fotografía tomada de Facebook 'Julio NY', para fines ilustrativos.
María José Aresti
08 de junio, 2023

En 2007, los hermanos Tohom Quic iniciaron la travesía de emigrar a Estados Unidos, el primero de ellos fue Edvin, y a él le siguieron sus otros tres hermanos: Eliseo, Edgar y Nilson. En un periodo de 10 años los cuatro ya se encontraban en las calles de La Gran Manzana, en busca del sueño americano, uno que terminaría materializándose en su exitoso emprendimiento.

Luego de 10 años en la industria de comida y en plena pandemia los cuatro totonicapenses decidieron iniciar otra travesía, esta vez en el mundo del emprendimiento. En 2021 inauguraron de manera oficial el primer restaurante de Chicken Stop, y en mayo de 2023 dieron apertura al segundo.

“Cuando estábamos buscando el nombre del restaurante se nos ocurrió ponerle ‘La Parada del Pollo’, pero como estamos en Estados Unidos optamos por colocarlo en inglés. Lo que fue un impacto para gente americana, porque les produce la curiosidad de entrar y así hemos ganado mercado”, comenta Edvin.

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Una segunda oportunidad

Cuando los cuatro hermanos llegaron a Manhattan, su primer trabajo fue repartir comida en bicicleta entre semana, mientras que dedicaban su sábado y domingo a jugar fútbol. En ese pasatiempo fue que conocieron a Ariel Castellanos, un argentino que tenía la idea de abrir un restaurante con el concepto de pollos a la brasa.

“Él comenzó el restaurante y nosotros éramos trabajadores de él. Entre los cinco comenzamos a experimentar con las recetas de pollo, arroz, y los demás acompañantes. Estuvimos trabajando por muchos años con él hasta que llegó la pandemia, y las puertas del restaurante cerraron”, recuerda el emprendedor.

Edvin regresó a repartir comida, y en sus recorridos siempre notaba que el local nunca volvió a abrirse. Cabe resaltar que en 2015 los hermanos habían intentado abrir un restaurante, sin embargo, nunca pudieron concretarlo. Con la espina de querer cumplir el sueño, contactaron a la dueña del local y en septiembre de 2020 firmaron el contrato de arrendamiento.

Fotografía tomada de Chicken Stop para fines ilustrativos.

Un restaurante de comida rápida con un concepto casero

Con un concepto de utilizar las señales de tránsito inspirado en su nombre, Chicken Stop, es un restaurante que ofrece pollo a la brasa, pollo en barbacoa, sándwiches de pollo crispy, hamburguesas, y marcan una diferencia al resto de restaurantes de comida rápida al realizar cada acompañamiento de cada plato de forma casera.

El primer restaurante se ubica frente al hospital más grande de Brooklyn, por lo que, en sus primeros meses vivieron muy de cerca la situación de la pandemia. Sus primeros clientes fueron doctores que estaban prestando sus servicios durante la crisis sanitaria, por ello, los hermanos quisieron rendir homenaje, dejando una pequeña leyenda en las paredes de Chicken Stop; a bomberos, policías y doctores, “los héroes de la pandemia”.

“Nunca nos imaginamos que en dos años íbamos a tener el segundo restaurante, es un agradecimiento que tenemos con toda nuestra gente de Centroamérica que nos ha apoyado llegando al restaurante y así vimos que esto iba para algo más”, asegura el emprendedor.

Leyenda que se encuentra en el primer Chicken Stop. Fotografía tomada de Chicken Stop para fines ilustrativos,

Oportunidades para otros migrantes

Chicken Stop inició con tres empleados, hoy en día, dan empleo a 37 personas en el primer restaurante y 16 en el segundo. Todos los empleados de la compañía son migrantes de Guatemala, México, Ecuador, Venezuela, Honduras y Trinidad y Tobago.

La idea de los totonicapenses es brindar una oportunidad para las personas que se encuentran en la misma situación que ellos estuvieron.

De acuerdo con el emprendedor trabajar para brindar oportunidades a los migrantes es uno de los principales motivos para continuar en ello: “Nosotros les damos el empleo y ellos nos ayudan en el restaurante, por eso nos vemos como una familia. Durante los dos años y tres meses de nuestro negocio nadie se ha ido y eso nos motiva a seguir”.

Superar miedos y emprender

Para Edvin y su familia el emprendimiento es algo que se ‘trae en la sangre’. Durante su infancia veían como su papá (un vendedor ambulante) ofrecía sus productos en Quiché. A los ocho años él se inició en ese mundo, y pudo recorrer todos los rincones de Quiché e inclusive conocer Cobán.

Edvin y su familia durante su niñez en Guatemala. Fotografía cortesía de Edvin Tohom.

“En mi caso me gustó mucho vender de manera ambulante. Vendí escobas, trastos, calcetines y al llegar a EE. UU. me di cuenta de que el mercado estaba en el área de comida. Ahora ya llevo 13 años en esta industria y mi consejo para cualquier persona que desee emprender es que, lo principal es superar el miedo, ver hacía adelante y si son creyentes confiar en Dios”.