Soñador y curioso, dos cualidades que describen a Julio Zelaya, un apasionado por el aprendizaje y la práctica de los negocios. La palabra emprendimiento siempre ha sido parte de su vida, por lo que no es una casualidad que ahora forme parte de Entre Jaguares, como uno de los tres co-host de este espacio para emprendedores.

“Entre Jaguares”, es una unión multicanal para generar una plataforma que apoye y promueva el emprendimiento en Guatemala. La misión es ser el espacio ideal en el que los emprendedores encuentren apoyo, experiencias y conocimientos valiosos para hacer crecer sus empresas.

¿Cómo te das cuenta de que la educación y el emprendimiento eran tus llamados en la vida?

En mi caso fue desde muy joven, te diría que siempre quise hacer eso. A los nueve años vi mi primer cuento publicado en una revista para niños muy reconocida en el país, y a los 10 años gané un concurso de ‘alcalde por un día’ por mi récord de buen estudiante, así tuve la oportunidad de asfaltar una calle cerca de donde vivía en zona 10. A esa edad me di cuenta de que podía hacer las cosas.

Por otro lado, me encanta escribir, interactuar con personas, enseñar y hacer cosas relativas a negocios, entonces siempre decía que quería formar una universidad. Desde temprano quise fomentar el tema de emprendimiento, algo que he estudiado toda mi vida.

¿Por qué enfocarte en estos dos sectores? Y, ¿Cómo crees que influyen en Guatemala?

La educación es universal. Cuando se tiene una nueva visión del mundo y se descubre que las cosas pueden ser diferentes, las personas obtienen alas para llegar a diferentes lugares. Lo que nos pasa en Guatemala es que no tenemos otros patrones de comparación, y empezamos a decir que no conocemos otra realidad distinta, pero la educación es eso, nos da otra perspectiva de las cosas. La educación impacta y es la vía para salir de un país en desarrollo a uno desarrollado, es la única forma.

Ahora el emprendimiento para mí es la educación puesta en práctica, es un estilo de vida, es cómo veo el mundo, cómo veo las oportunidades y las catalizo. Guatemala es uno de los países con una de las tasas de emprendimiento más altas del mundo, sin embargo, hay más empresas que están quebrando, esto lo que nos dice es que no estamos fundando empresas, sino que estamos generando empleos y eso es una diferencia importante.

El emprendimiento es importante en el país porque tenemos mucha chispa y energía, pero poca innovación, por eso, poca propiedad intelectual se está formando en Guatemala.

Eres un apasionado por la educación, y el despertar de las personas por medio del conocimiento práctico, ¿Cómo se relaciona esto con el emprendimiento?

Los emprendedores aprenden en la práctica, no hay otra. Se aprenden diversas destrezas, todo emprendedor necesita vender, generar ideas, quitarse el miedo y lanzar redes, y eso surge haciéndolo.

Cuando las personas quieren emprender deben hacerse la pregunta, ‘¿Quién ya resolvió lo que yo necesito? ¿Quién ya sabe hacer esto?’, y acercarse más a esas organizaciones para aprender de ellos, porque lo que necesita es acortar la curva de aprendizaje, y eso básicamente se logra practicándolo y rodeándote de quienes ya lo resolvieron. 

¿Cómo tu asesoramiento y formación a más de 150 organizaciones anualmente ha impactado en tu vida? ¿y aplicarlo al emprendimiento?

Trabajar con las empresas que trabajo es exactamente como viajar a los mejores países del mundo, empiezas a ver una perspectiva que te cambia. Empiezo a llevar lo que he aprendido en la práctica a otras empresas, y a la vez cada empresa me cambia a mí, porque hay ciertas cosas que veo en una organización que funcionan y en otras no.

Trabajar en organizaciones me da una nueva visión, pero es lo que espero dejarles yo también dejarles.

Explicas que llevas en el mundo del emprendimiento toda tu vida, desde que estabas en el colegio hasta la actualidad, seguro que ha sido un recorrido llenó de aprendizajes, ¿Cómo crees que estos te han hecho ser la persona que eres hoy en día?

Cuando escribí mi libro de emprendimiento le puse ‘La travesía del emprendimiento’, no le puse ‘el destino de emprender’, y creo que en la vida uno va conociéndose; la persona que soy hoy no es la que era hace diez años, no soy la que era hace 20 años.

Julio Zelaya ha sido moldeado por sus padres, hermanos y estudios. Tuve el privilegio de estudiar en las mejores instituciones del mundo, pero eso no es todo, porque cuando me gradué me di cuenta de que no sabía hacer nada en la práctica. Me enseñó mucho a quebrar empresas y haberme divorciado, son como esas quiebras que vas teniendo cuando te das cuenta de que aprendes más, porque no quieres que te vuelva a pasar. La vida se trata de aproximaciones sucesivas, y se trata de atrevernos a vivir nuestro propósito.

Tú mismo eres un emprendedor, empecemos con Escolaris, ¿por qué nace?

Escolaris es una idea a la que yo me sumé, que tenía mi socio, Eduardo Montano, sobre un colegio digital online. Siempre bromeamos que se juntó el hambre con las ganas de comer. Me uno a esa idea con la visión de alguien que no tenía experiencia en colegio, y toda la experiencia que tiene Eduardo. Ahora tenemos más de 500 estudiantes, tenemos bachilleratos normales y High School americanos, pero online, y somos el primer colegio online que es avalado por el Ministerio de Educación. Gracias a Eduardo vivo mi propósito.

¿Y Bright Domino?

Tengo la oportunidad de fundarlo con Sergio Paiz y Juan José De Dios. Es una universidad corporativa, somos una organización que se formó en Estados Unidos, pero tenemos una red latinoamericana, y ofrecemos varios másteres. Ha sido un viaje de tres años y medio, y ya tenemos a los primeros egresados de la universidad.

Mis dos organizaciones las defino como mis dos vehículos, para lograr mi propósito, porque a Julio Zelaya que le fascina el emprendimiento y educación, escribe libros y da clases en Escolaris y Bright Domino.

Yo creo que las empresas no definen a las personas, sino que su propósito. Muchos emprendedores piensan que sus empresas lo son todo, y ese no es el caso. La primera empresa que uno tiene soy 'Yo, S.A.', esa es la empresa más importante porque tiene valores, misión, visión, y esa empresa funda otras empresas o trabaja para otros. La empresa base es uno mismo.

¿Cuáles son los retos o desafíos que tuviste al comenzar con los mismos y cómo te sobre pusiste a ellos?

Lo primero que diría es conocer tu propósito, no perderlo de la mente. Así que me sirve tener ese propósito. Conocer cuál es tu razón de ser.

Segundo, me gusta decir que los líderes que emprendemos debemos tener dos cosas: la disciplina de la montaña, y la de la playa. La de la montaña significa que, los problemas deben ser vistos a 40 mil pies de altura, hay que ver las cosas con cierta perspectiva, pero luego cuando uno va a la playa toca la arena y el agua, eso quiere decir que también necesitamos tocar la realidad. Ante los problemas tener perspectiva, pero también entrarle de lleno.

Luego tener la habilidad de volver a empezar. Los emprendedores nos aferramos a las cosas, hay una vinculación terrible. Hay que ver que el emprendimiento es parte de nosotros, pero no somos nosotros. Hay que aprender a despegarse.

No hay que tomárselo personal, no en todas vamos a ganar, pero no en todas vamos a perder.

¿Cómo ves el ecosistema emprendedor en Guatemala?

Lo veo incipiente, están las condiciones para que exista, pero está desarticulado. Guatemala es un país bastante individualista y de suma cero, cuando hay esa mentalidad es difícil cooperar, para que funcione el sistema debe existir la colaboración.

Para que funcione mejor, hay que colaborar más, tener una agenda más transparente. Hay muchos buenos actores, pero desarticulados, debemos atrevernos a iniciar proyectos juntos, porque aquí entra el gobierno, iniciativa privada, universidades, como lo dice su nombre el ecosistema tiene muchos actores relacionados con propósitos comunes.

Abordemos un poco sobre la pasión de escribir, ¿Cómo te ayuda en tu propósito de vida?

Desde que soy pequeño he llevado diario de cosas, escribía de todo y me gustaba filosofar, para mí escribir es una forma de interpretar el mundo y mis retos. Me di cuenta de que escribir no era solo para mí, porque me gusta compartir. Cuando empecé a darme cuenta de que mis ideas podrían ayudar a otras personas, me comencé a apasionar más por ello.

El 2 de mayo comenzaste una nueva etapa, en la que serás host del programa ‘Entre Jaguares’, a título personal, ¿Qué es lo que esperas aportar al programa y dejarles a las personas?

Yo espero darles toneladas de herramientas y prácticas, espero dejar algo que ayude a quienes nos escuchan en cada programa, a hacer más fácil el emprendimiento de las personas. Por otro lado, acercar a los actores a un espacio en común para platicar y conversar sobre lo que podemos hacer juntos. Mi sueño es que Guatemala sea mejor. Espero dar visión, perspectiva, y sobre todo construir un lugar para filosofar juntos.