Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Fotografía: República.

Marcos Antil: "El emprendimiento se convirtió en mi propia forma de subsistir"

En los últimos capítulos de su libro “Migrante”, Marcos Antil hace un recorrido sobre su primer emprendimiento. República tuvo la oportunidad de hablar con un referente del ecosistema en el país y conocer cómo llega a “Xumak”.

Marcos Antil, guatemalteco de corazón, maya, emprendedor tecnológico y migrante fundó Xumak en 2004, una empresa de tecnología de marketing digital dedicada a integrar plataformas para que empresas multinacionales puedan comunicarse con sus clientes. Esta es la historia de cómo Marcos plantó esa semilla que floreció.

En 2008, la empresa amplió su oferta de servicios por medio de un departamento de investigación y desarrollo de CQ/AEM; seis años después fue seleccionada como el ‘Socio del Mes’ por Adobe, y para 2016 recibió la certificación de especialización del gestor de aplicaciones. Con el paso de los años los servicios de la entidad se han expandido para atender a clientes alrededor del mundo.

“Después de 18 años Xumak fue adquirida por la empresa de publicidad más grande del mundo. En febrero del año pasado me desligue. Lo que veo ahora es que ya está floreciendo. Con la empresa creo que logramos abrir el ecosistema, eso es lo que cuenta, y por eso ya vuelta”, menciona el emprendedor guatemalteco.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

En un capitulo de tu libro mencionas que los inmigrantes deben encontrar su propia forma de subsistir si quieren vivir, ¿el emprendimiento se volvió eso para ti?

Así es, eso es lo que me tocó en Estados Unidos y también acá (Guatemala). Básicamente es sobrevives o sobrevives. Cuando estas en esas situaciones realmente no hay opción, es ahí donde veo la creatividad de los guatemaltecos y guatemaltecas porque utilizan al máximo los recursos que tienen. Lo que pasa es que, en Estados Unidos hay muchas oportunidades, todos tienen acceso a educación y trabajo, hay estudios gratuitos y con esas herramientas puedes avanzar. Lo que falta aquí es que las herramientas lleguen a todos.

Entonces sí, el emprendimiento termina siendo parte de esa sobrevivencia, pero nosotros tenemos esa creatividad, somos personas que no tienen miedo al trabajo, visionarios, por eso creo que muchos migrantes sobresalen.

Fotografía cortesía con fines ilustrativos.

Hablemos un poco sobre la formación al momento de emprender, ¿Cómo estudiar programación y el trabajo que tuviste en Day Software te ayudaron al desarrollo de Xumak?

A mí me tocó formarme en computación, y estaba enfocado en programar y trabajar para otra empresa. Lo que me llevó a emprender fue esa supervivencia, cuando sentí que llegué a un techo profesional. Yo ya no quería estar en esa situación, y me di cuenta de que me tocaba emprender y conseguir más oportunidades. Lo que la formación me hizo a mí es que me preparo para mi carrera, pero la parte de emprendimiento fueron otras circunstancias.

Cuando cambias de estar en un trabajo, para un emprendimiento es diferente. En mi empresa me tocó aprender de todo, finanzas, economía, manejo de empresas, cosas que en programación no se aprende. A los emprendedores no les toca aprender todo y ahí van los acompañamientos. Formarme me ayudó a ser un emprendedor bueno en lo que yo hacía.

¿Cómo es desarrollar un emprendimiento de tecnología siendo un migrante en Estados Unidos? Un país que se caracteriza por ser el líder en ese sector y cuna de muchas startups de la índole. 

Emprender en Estados Unidos donde hay emprendedores y visionarios no es difícil, porque lo bonito es que tienes precedentes que te muestran cómo hacerlo. Estar en un país donde las bases están plantadas te permite salir adelante si tú quieres. Si quieres crear una empresa de tecnología, la competencia está en ti mismo, en tu creatividad, no está en que no se puede hacer por ‘equis’ razones. Si tienes ganas, las herramientas ahí están, y lo que sucede es que estar en ese ecosistema de innovación hace que se te peguen las ganas. Estar en el campo te inspira.

Otro factor que resalta es que muchos emprendedores del área en ese país no comenzaron con dinero. Cuando yo le pregunto a los jóvenes por qué no emprenden, un 80% me dicen que es porque no tienen capital, yo les digo que así nunca van a ser emprendedores, porque el dinero no llega antes. Lo que llega primero es el emprendimiento y luego el dinero.

El dinero es el resultado dé.

Como migrante en ese aspecto no fue difícil, después de vivir en un dólar al día o menos, realmente ya solo se puede ir arriba.

Cuando es momento de decidir el destino para sentar la compañía off shore decides que el destino sea Guatemala pese a una serie de factores que describes como costos, disponibilidad de personal, requisitos legales e incluso índices de violencia, ¿por qué apuestas por el país? 

Primero por el talento de los guatemaltecos. Lo segundo es que cuando uno se encuentra en una situación donde viene de la nada, y sabes el valor que tiene que alguien te de una mano cuando estás necesitado, lo que quieres hacer cuando ya puedes extender la mano es hacerlo. Entonces yo quería regresar a Guatemala para que cuando un joven quiera alcanzar sus sueños no tenga que pasar por la penuria que yo pasé.

Me fui de ilegal y no fue fácil el viaje, si llego a evitar que alguien más pase por eso, lo haré.

La tercera fue ir contra corriente. La mayoría nos vamos de aquí para ir a trabajar a Estados Unidos, pero pocos vivimos allá y trabajamos en Guatemala. Me dijeron que aquí habría muchos desafíos, pero vine por la gente. He conocido jóvenes increíbles, quiero ayudarlos para que tengan énfasis en la profesión. Me gusta demostrar que sí se puede.

A casi 20 años de la creación de tu primer emprendimiento Xumak, ¿Qué representa para ti ver lo que ha alcanzado?

Xumak lo describo como mi oportunidad. Lo llamé así porque refleja mis raíces, estando en Estados Unidos, un país en el que el idioma inglés es el nativo, pude haber puesto el nombre en ese idioma. Sin embargo, algo que he visto allá es que cuando las personas alcanzan el éxito se les olvida de dónde vienen o se avergüenzan, y es algo humano, pero para que no me pasará a mí, yo le quise poner el nombre en mi idioma natal, el q’anjob’al, que me recuerda siempre que soy de Santa Eulalia, Huehuetenango.

Eso es mi emprendimiento, es oportunidad, florescencia, mantener mi identidad que eventualmente se multiplicó. La idea era plantar esa semilla y cuidarla para que florezca.

Porque Xumak en español significa florecer.