Tres cualidades que las mujeres emprendedoras dominan
El Banco Mundial estima que las mujeres tienen decisión sobre el 70% de las compras y producen el 66% del trabajo, entre otras cosas; de modo que su papel en la economía es fundamental.
La capacidad para emprender de las mujeres es única y con buen índice de éxito, gracias a que la mayoría de este sector de la población tiene ciertas aptitudes financieras y saben adaptarse al cambio, según el Programa de Educación Financiera y Negocios de Banco Azteca, Aprende y Crece.
Explican que el 42% de las mujeres emprendedoras son hábiles para anticipar y prever situaciones que, eventualmente, puedan beneficiar o afectar sus negocios, tal como las ventajas del mundo digital y 34 % ha identificado nuevas oportunidades de negocio, a partir de la pandemia, de acuerdo con un informe de Mastercard.
Y que Harvard Business Review enumeró tres cualidades que las mujeres dominan tan bien, que se traducen en acertadas decisiones financieras:
- La reinversión, destinar gran parte de su ingreso en el bienestar de sus familias como educación, salud, nutrición, entre otros.
- Creación de empleos, al establecer modelos de negocios con base en redes laborales que propicien crecimiento.
- Innovación por idear soluciones encaminadas a resolver problemas específicos del mercado.
Habilidades de la mujer emprendedora
Según datos del último reporte nacional 2020 - 2021 del Monitor Global de Emprendimiento (GEM) 4 de cada 10 emprendedores en Guatemala son mujeres y día a día luchan por generar más espacios.
Excelente organización
Buenas administradoras de su tiempo e ingresos es quizá, la más importante destreza y principal razón de su éxito. Son expertas en definir horarios para hacer cada actividad a tiempo y bien.
Rendimiento multitarea
Cumplir con todas las responsabilidades, estar pendiente de varios aspectos de la vida profesional y personal, es indispensable para emprender.
Conciencia del potencial
Saber que pueden y que su proyecto es viable y es vital para la construcción de confianza y resiliencia ante los constantes cambios.
Tres cualidades que las mujeres emprendedoras dominan
El Banco Mundial estima que las mujeres tienen decisión sobre el 70% de las compras y producen el 66% del trabajo, entre otras cosas; de modo que su papel en la economía es fundamental.
La capacidad para emprender de las mujeres es única y con buen índice de éxito, gracias a que la mayoría de este sector de la población tiene ciertas aptitudes financieras y saben adaptarse al cambio, según el Programa de Educación Financiera y Negocios de Banco Azteca, Aprende y Crece.
Explican que el 42% de las mujeres emprendedoras son hábiles para anticipar y prever situaciones que, eventualmente, puedan beneficiar o afectar sus negocios, tal como las ventajas del mundo digital y 34 % ha identificado nuevas oportunidades de negocio, a partir de la pandemia, de acuerdo con un informe de Mastercard.
Y que Harvard Business Review enumeró tres cualidades que las mujeres dominan tan bien, que se traducen en acertadas decisiones financieras:
- La reinversión, destinar gran parte de su ingreso en el bienestar de sus familias como educación, salud, nutrición, entre otros.
- Creación de empleos, al establecer modelos de negocios con base en redes laborales que propicien crecimiento.
- Innovación por idear soluciones encaminadas a resolver problemas específicos del mercado.
Habilidades de la mujer emprendedora
Según datos del último reporte nacional 2020 - 2021 del Monitor Global de Emprendimiento (GEM) 4 de cada 10 emprendedores en Guatemala son mujeres y día a día luchan por generar más espacios.
Excelente organización
Buenas administradoras de su tiempo e ingresos es quizá, la más importante destreza y principal razón de su éxito. Son expertas en definir horarios para hacer cada actividad a tiempo y bien.
Rendimiento multitarea
Cumplir con todas las responsabilidades, estar pendiente de varios aspectos de la vida profesional y personal, es indispensable para emprender.
Conciencia del potencial
Saber que pueden y que su proyecto es viable y es vital para la construcción de confianza y resiliencia ante los constantes cambios.