“No tengo temor, el secreto es seguir con las medidas de precaución”, dice con seguridad Vivían Barrientos, colaboradora de PriceSmart, quien desde la madrugada labora para que las personas encuentren lo necesario en negocio.
Es viernes 3 de abril, a unos días de iniciar la Semana Santa, sorprende que a pesar de las restricciones para evitar el coronavirus, el tránsito sea abrumador en la capital de Guatemala.
Esa situación afectó la llegada al supermercado PriceSmart, ubicado en la zona 11. El negocio es uno de los que se abastece de manera constante para ofrecer los productos básicos que demandan los guatemaltecos en la emergencia del coronavirus.
Sus jornadas empiezan a partir de las 5:00 horas, todos los días. Una de las primera tareas es desinfectar todas las áreas y abastecer de productos para cuando los socios ingresen en el supermercado hallen todo lo que necesitan, cuenta Vivian Barrientos, trabajadora de PriceSmart.
Cambios en su vida
Vivian tiene cinco años de laborar en ese supermercado. Reconoce que nunca había pasado por una situación similar en su vida, sin embargo, por las restricciones y por prevención su vida cambió.
“Nuestro objetivo es abordar a los socios, resolver sus dudas, asesorarlos para que localicen lo que buscan, pero ahora la interacción debe ser lo menor posible para no poner en riegos nadie. Es decir, cuidar la salud de los trabajadores y los clientes”, narra Vivían, mientras ordena las bolsas de cereal en uno de los pasillos de PriceSmart.
Aclara que no interactuar no significa dejar de atender a los clientes, sino es tomar la precaución par hacerlo. Asegura que siempre deben dar un buen servicio. Ella trata de agilizar todo, debe regresar al área de membresías.
Limpieza
Mientra camina para esta área, cuenta que todos los días a las 5:00 horas, limpian las carretas con paños para desinfectarlas. Es un proceso que se repite durante el día, luego que las personas las terminan de usar.
“Como observa, nosotros usamos mascarillas, guantes y gel para no poner a nadie en riesgo, en todas las áreas. Limpiamos las carretas como le repito para que las personas tengan la confianza al entrar en el supermercado”, añade.
Para ella el temor no existe. Destaca que por eso sigue todas las medidas de prevención, reconoce que está expuesta, pero se cuida porque sabe que en esta emergencia es prioridad trabajar por su hija y para que las personas tengan alimentos en casa.
“Trabajo y comparto”, dice Vivian
Cuando habla de su hija suspira y dice: “Créame uno de los aspectos positivos de esa emergencia es que ahora paso más tiempo con mi hija. Soy mamá soltera y por eso comparto muy poco con ella, trabajo casi todo el día (…) ahora por los horarios que son de 5:00 a 9:00 y de 10:00 a 14:00 horas, me da tiempo para estudiar con ella y jugar, la verdad esto nadie lo esperaba”.
Agiliza sus tareas pues alas 14:00 horas debe estar lista para salir con sus compañeros. Un bus los espera para dejarlos a sus residencias antes del toque de queda, restricción que empieza a las 16:00 horas, desde el pasado 22 de marzo.
“Quiero decirle a la población que nosotros salimos para que ellos encuentre todos los artículos que requieran en esta emergencia. Aconsejo que no salga de casa sino es necesario. No piensen que porque hay personas que se recuperaron todo estará bien. Es mejor no salir, guarden a su familia”, dijo Vivían al terminar la entrevista.
“No tengo temor, el secreto es seguir con las medidas de precaución”, dice con seguridad Vivían Barrientos, colaboradora de PriceSmart, quien desde la madrugada labora para que las personas encuentren lo necesario en negocio.
Es viernes 3 de abril, a unos días de iniciar la Semana Santa, sorprende que a pesar de las restricciones para evitar el coronavirus, el tránsito sea abrumador en la capital de Guatemala.
Esa situación afectó la llegada al supermercado PriceSmart, ubicado en la zona 11. El negocio es uno de los que se abastece de manera constante para ofrecer los productos básicos que demandan los guatemaltecos en la emergencia del coronavirus.
Sus jornadas empiezan a partir de las 5:00 horas, todos los días. Una de las primera tareas es desinfectar todas las áreas y abastecer de productos para cuando los socios ingresen en el supermercado hallen todo lo que necesitan, cuenta Vivian Barrientos, trabajadora de PriceSmart.
Cambios en su vida
Vivian tiene cinco años de laborar en ese supermercado. Reconoce que nunca había pasado por una situación similar en su vida, sin embargo, por las restricciones y por prevención su vida cambió.
“Nuestro objetivo es abordar a los socios, resolver sus dudas, asesorarlos para que localicen lo que buscan, pero ahora la interacción debe ser lo menor posible para no poner en riegos nadie. Es decir, cuidar la salud de los trabajadores y los clientes”, narra Vivían, mientras ordena las bolsas de cereal en uno de los pasillos de PriceSmart.
Aclara que no interactuar no significa dejar de atender a los clientes, sino es tomar la precaución par hacerlo. Asegura que siempre deben dar un buen servicio. Ella trata de agilizar todo, debe regresar al área de membresías.
Limpieza
Mientra camina para esta área, cuenta que todos los días a las 5:00 horas, limpian las carretas con paños para desinfectarlas. Es un proceso que se repite durante el día, luego que las personas las terminan de usar.
“Como observa, nosotros usamos mascarillas, guantes y gel para no poner a nadie en riesgo, en todas las áreas. Limpiamos las carretas como le repito para que las personas tengan la confianza al entrar en el supermercado”, añade.
Para ella el temor no existe. Destaca que por eso sigue todas las medidas de prevención, reconoce que está expuesta, pero se cuida porque sabe que en esta emergencia es prioridad trabajar por su hija y para que las personas tengan alimentos en casa.
“Trabajo y comparto”, dice Vivian
Cuando habla de su hija suspira y dice: “Créame uno de los aspectos positivos de esa emergencia es que ahora paso más tiempo con mi hija. Soy mamá soltera y por eso comparto muy poco con ella, trabajo casi todo el día (…) ahora por los horarios que son de 5:00 a 9:00 y de 10:00 a 14:00 horas, me da tiempo para estudiar con ella y jugar, la verdad esto nadie lo esperaba”.
Agiliza sus tareas pues alas 14:00 horas debe estar lista para salir con sus compañeros. Un bus los espera para dejarlos a sus residencias antes del toque de queda, restricción que empieza a las 16:00 horas, desde el pasado 22 de marzo.
“Quiero decirle a la población que nosotros salimos para que ellos encuentre todos los artículos que requieran en esta emergencia. Aconsejo que no salga de casa sino es necesario. No piensen que porque hay personas que se recuperaron todo estará bien. Es mejor no salir, guarden a su familia”, dijo Vivían al terminar la entrevista.