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Fray Bartolomé de las Casas en Guatemala.

El motor de Fray Bartolomé de las Casas, el lugar en Guatemala donde los sueños son posibles

El documental de un pueblo que crece gracias al trabajo y las oportunidades.

Corrían los años ochenta en la recién estrenada municipalidad de Fray Bartolomé de las Casas, en Alta Verapaz, Guatemala. Ramiro Valdemar era apenas un niño pero recuerda que “el que se montaba en una moto era cómo que tuviera un avión, le caían chicas y era admirado por todos”. Ramiro, más conocido por Carne de Gallina por sus vecinos, sonríe y con cara de pícaro cuenta que “la primer moto la tuvo Ronald Requena, era una Suzuki, después tuvo el Pijui y después el Sope otra”.

Los tiempos han cambiado en Fray Bartolomé y son precisamente la cantidad de motos que se ven por sus calles, caminos y carreteras la mejor manera de documentar el progreso de esta zona de Alta Verapaz. De hecho, sólo en la tienda de Kevin Lima, ubicada en la calle principal, se venden unas 500 motos al año.

La llegada de las empresas de la palma africana supuso un desarrollo innegable en Fray Bartolomé del que se ha beneficiado una parte importante de sus 70.000 habitantes. Sólo la compañía Naturaceites genera 4.000 empleos en la región directamente y supone el 26% del PIB del municipio, según datos de CABI. La metáfora de las motos que ya forman parte del paisaje de Bartolomé de las cosas ha sido el motivo del título “El Motor de Fray”, el último documental producido por Naranja Media para República.

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El empleo digno le ha dado oportunidades de progreso a todo un pueblo.

La de Ramiro Valdemar, alias "Carne de Gallina", es la primera historia inspiradora que se puede ver en el video. Carne de Gallina es una celebridad local que ameniza las fiestas de los vecinos con sus imitaciones de Julio Iglesias o Dyango. Pero sobre todo es un emprendedor que con su esfuerzo ha conseguido salir adelante como ganadero. Sus cuarenta vacas son el motivo de su orgullo pero también su sustento y el de toda su familia.

“Yo veo que nos hemos superado, gracias a Dios ha evolucionado todo esto. Ahora yo hasta que hasta yo que soy tan pobre, tengo un carrito. Bendito sea Dios, y gracias a las empresas de la palma y también a la franja transversal del norte. Yo considero que han venido a generar mucho desarrollo, porque uno ve en la franja transversal del norte muchos camiones circulando y eso viene a generar empleo, viene a generar negocio”.

a de Ramiro Valdemar, alias Carne de Gallina.

Como Carne de Gallina, Juan Julián Cuzco y Edson Cho del Valle son rostros del desarrollo de Fray. Juan Julián es cortador de palma y con tan solo 18 años, gracias a su empleo, ha conseguido labrarse un futuro y contribuir al mantenimiento de la casa familiar: “Con el dinero que gano ayudo a mi familia también. Llevo el sustento a la casa. Ahora mi familia está un poquito más cómodo con lo que gano en la empresa”.

El fruto que Juan Julián corta se transporta a pocos kilómetros a la planta de la empresa donde se elabora el aceite de palma. Edson es otro de los rostros que hacen funcionar el motor de Fray. Gracias a la posibilidad de compaginar estudios y trabajo su progresión profesional ha sido continua.

Nora y su hijo que pensaba migrar a EE.UU.

Otra historia con nudo dramático y final feliz que se puede ver en “El Motor de Fray” es la de Nora Reyes y su hijo Abel. Nora pasó de e ir a pie, a la bicicleta y de la bicicleta a la moto. Ella es maestra desde hace casi 20 años y testigo de la evolución de las generaciones de niños. Tuvo que criar a su hijo sola sin apoyo del padre y ahora es feliz con sub trabajo, su hijo trabajando como mecánico y su labora comunitaria apoyando a otras mujeres. Pero para llegar a esa felicidad, Nora tuvo que vivir momentos muy duros cómo cuando su hijo le anuncia que se marcha a buscar fortuna a los EEUU.

“Me habían arrancado el corazón. Yo sentí eso porque yo no quería que se fuera. Yo seguí con todo lo que uno ve en noticias y  le dije, ¿por qué no intentas mejor legal con papeles? Al final Nora pagó a un coyote y Abel se marchó, fue detenido nada más cruzar la frontera y deportado a los 3 meses. La misma mañana que llegó en bus y su madre le esperaba en la estación de Fray, encontró trabajo. Un final feliz por el que Abel recomienda a tres jóvenes chapines que no migren y apuesten por trabajar en el país.

Abel, el hijo de Nora, consiguió una oportunidad laboral que le cambió la vida.

Una historia de cine

Fredy Buezo es otro de las protagonistas del documental pero también podría haberlo sido de la película Cinema Paradiso. Cuando era niño, su padre tenía un cine y con los sobrantes de las películas, montaba proyecciones para sus amigos previo pago de una entrada.

De esa pasión le vino su faceta de empresario de televisión local. Lleva 36 años operando Tele Fray que llega a más de 20.000 personas de distintas comunidades: “A mí me gustaba lesto del cine, la televisión y así fue como comenzó la idea de que algún día yo podría llegar a ser productor o tener una empresa de televisión. El objetivo siempre ha sido el servicio a la población de Fray”.

Fredy Buezo y todas las personas que trabajan cada día para levantar Fray Bartolome de las Casas quieren mantener este desarrollo sobre ruedas. De momento es la ciudad de Alta Verapaz con más hectáreas destinadas al cultivo de la palma. Más de 16.000 personas están impactadas  por este desarrollo. Queda mucho por hacer pero el motor de Fray Bartolomé funciona sin pausa.