La madrugada del miércoles 4 de Febrero de 1976, un sismo de magnitud 7.5 sacudió a Guatemala. Han pasado 47 años desde que ocurrió esta tragedia en la que miles de personas perdieron la vida.
El historiador y cronista de la Ciudad de Guatemala, Miguel Álvarez, cuenta como a las 3:00 de la madrugada, al terminar los 49 segundos del terremoto el cielo se puso en tonos de naranja y rojo, un fenómeno conocido como la dispersión de Rayleigh. Acto seguido, la Ciudad se quedó sin luz, el agua y las lineas telefónicas.
Consecuencias de la catástrofe
Murieron aproximadamente 23,000 personas, 77,000 resultaron heridas y al menos mil desaparecieron entre los escombros que dejó el desastre. La infraestructura del país quedó dañada; varias carreteras y hospitales colapsaron.
El Hospital San Juan de Dios se vio completamente afectado y se tuvo que habilitar como centro de salud el Parque de la Industria. Las fosas comunes eran el único lugar de entierro porque no se podía entrar a cementerios ni hacer velatorios.
La carretera al Atlántico quedó completamente desplomada, nadie que viviera cerca podía moverse a otro punto porque el paso era imposible.
17 de 22 departamentos sufrieron daños. El más afectado fue Chimaltenango en donde se registraron catorce mil muertos, y en pueblos como San Martín Jilotepeque lo único que sobrevivió fue la fuente de la plaza central.
Destrucción del patrimonio cultural
El sismo también afectó una gran parte del patrimonio cultural del país, se desplomaron algunas algunas iglesias, edificios y ruinas precolombinas también sufrieron un daño total o parcial.
Unos de los sitios que más sufrió daños fue la ciudad de Antigua Guatemala, en donde casas de gran valor arquitectónico como los palacios del Ayuntamiento, Capitanes generales y La Compañía, que era el mercado en ese momento, quedaron destrozados.
En la Ciudad de Guatemala la Hemeroteca Nacional quedó dañada, más que nada en el área de la Hemeroteca de Archivos Nacionales en donde miles de archivos quedaron estropeados.
Replicas del terremoto
Luego de varios sismos de menor magnitud al haber pasado el terremoto, las personas estaban más tranquilas y con la esperanza de que nada más ocurriera, pero el viernes 6 de febrero, sucedió lo temido una réplica bastante fuerte de la que no se tiene el dato exacto, pero que terminó de colapsar lo que seguía en pie.
Ayuda internacional y cómo se levantó el país
Gracias a las donaciones voluntarias que realizó Estados Unidos, se recaudaron 15 millones de dólares en menos de una semana. El Comité de Emergencias para Desastres del Reino Unido contribuyó con los esfuerzos internacionales para brindar ayuda en el país.
A causa de que la mayoría de carreteras y puentes que conducían a diferentes puntos de la ciudad estaban completamente colapsadas, los equipos de rescate nacionales e internacionales debían abrir paso para que la comunicación vial fuera posible.
Los helicópteros militares de la fuerza estadounidense trajo alimento y medicamento más que todo a los pueblos del interior que estaban lejos de la Ciudad Capital y sin poder comunicarse.
Han pasado 47 años desde que ocurrió esta tragedia en la que miles de personas perdieron la vida y sus bienes materiales, enseñándole a los guatemaltecos que lo vivieron el valor del servicio a la comunidad y la esperanza de que todo volviera a la normalidad.