Aunque el día de ayer inició oficialmente el ciclo escolar comenzó, las actividades en los establecimientos educativos se limitaron a reuniones de docentes, pues las inscripciones se abrirán el lunes.
El Ministerio de Educación (Mineduc) asegura que tiene todo listo para el inicio de clases, y habilitó la línea 1503 para denunciar irregularidades en el proceso de inscripción, que cerrará el próximo 10 de enero.
Paralelamente, agrupaciones sindicales amenazan con huelga, y hoy presentarán la solicitud ante un juez de trabajo. Dirigentes dijeron a los medios de comunicación que en las próximas dos semanas se podrían suspender las labores en las direcciones departamentales debido a que consideran que no han escuchado sus peticiones de firmar un pacto colectivo.
Las actividades podrían interrumpirse el 16 de enero si hay manifestaciones. La Asamblea Nacional Magisterial espera que el Congreso amplíe el techo del gasto al Mineduc; de lo contrario, no comenzarán las clases.
Otra característica de este inicio lectivo, es que los colegios siguen inscribiendo a los estudiantes que soliciten la carrera de Magisterio, aunque haya sido negada la autorización por la cartera educativa. Según declaraciones de la Cámara Guatemalteca de la Educación (CGE), en representación de los colegios del país, indicaron que la carrera de Magisterio está vigente y abierta para quien la quiera cursar.
Por su parte, el Mineduc sostiene que la carrera vigente para la formación de docentes es el Bachillerato con Orientación en Educación.
Otra realidad que viven cientos de maestros de la provincia es que regresaron ayer a sus escuelas y hallaron los mismos daños en infraestructura y la carencia de mobiliario y equipo que han tenido desde hace años.
Por ejemplo, en San Marcos el terremoto del 7 de noviembre del 2012 dejó 288 establecimientos educativos con daños, y que necesitan construcción o remodelación.
En la aldea Las Barrancas, San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, las dos escuelas de la comunidad fueron declaradas no aptas para que los estudiantes continúen asistiendo, porque quedaron dañadas desde el mismo terremoto.
También en Huehuetenango todavía hay serios daños en los inmuebles educativos, similar situación reportaron docentes en otros departamentos.
Aunque el día de ayer inició oficialmente el ciclo escolar comenzó, las actividades en los establecimientos educativos se limitaron a reuniones de docentes, pues las inscripciones se abrirán el lunes.
El Ministerio de Educación (Mineduc) asegura que tiene todo listo para el inicio de clases, y habilitó la línea 1503 para denunciar irregularidades en el proceso de inscripción, que cerrará el próximo 10 de enero.
Paralelamente, agrupaciones sindicales amenazan con huelga, y hoy presentarán la solicitud ante un juez de trabajo. Dirigentes dijeron a los medios de comunicación que en las próximas dos semanas se podrían suspender las labores en las direcciones departamentales debido a que consideran que no han escuchado sus peticiones de firmar un pacto colectivo.
Las actividades podrían interrumpirse el 16 de enero si hay manifestaciones. La Asamblea Nacional Magisterial espera que el Congreso amplíe el techo del gasto al Mineduc; de lo contrario, no comenzarán las clases.
Otra característica de este inicio lectivo, es que los colegios siguen inscribiendo a los estudiantes que soliciten la carrera de Magisterio, aunque haya sido negada la autorización por la cartera educativa. Según declaraciones de la Cámara Guatemalteca de la Educación (CGE), en representación de los colegios del país, indicaron que la carrera de Magisterio está vigente y abierta para quien la quiera cursar.
Por su parte, el Mineduc sostiene que la carrera vigente para la formación de docentes es el Bachillerato con Orientación en Educación.
Otra realidad que viven cientos de maestros de la provincia es que regresaron ayer a sus escuelas y hallaron los mismos daños en infraestructura y la carencia de mobiliario y equipo que han tenido desde hace años.
Por ejemplo, en San Marcos el terremoto del 7 de noviembre del 2012 dejó 288 establecimientos educativos con daños, y que necesitan construcción o remodelación.
En la aldea Las Barrancas, San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, las dos escuelas de la comunidad fueron declaradas no aptas para que los estudiantes continúen asistiendo, porque quedaron dañadas desde el mismo terremoto.
También en Huehuetenango todavía hay serios daños en los inmuebles educativos, similar situación reportaron docentes en otros departamentos.