“El
milagro por el cual vino aquí se ha cumplido; su cáncer no volverá”, le dijo el doctor a Carolina de Garzaro tras
superar un cáncer de mama por el que estuvo cinco años bajo tratamiento. Etapa
que no fue fácil para ella pero transformó su vida para siempre.
Después de 11 años de ser diagnosticada con la
enfermedad, Carolina disfruta su vida al máximo. Es esposa, madre, hija,
hermana y una mujer profesional. Brinda servicios de coaching y selección de
personal de manera independiente, tiene más tiempo para atender a su familia y colidera un grupo de oración para mujeres en la iglesia donde se congrega.
la oportunidad de compartir que sí se puede salir adelante para empezar una
nueva vida”, expresa. Pero
el proceso para vencer el cáncer de mama no fue fácil para Carolina. Nos cuenta
que tenía 36 años cuando le detectaron unos fibromas en el seno y al realizarse
los exámenes resultó ser cáncer de mama con metástasis al sistema linfático. Los
médicos le dijeron que era urgente que se sometiera a un tratamiento ya que la
enfermedad estaba avanzada. El tumor se encontraba en la fase tres de las
cuatro que posee.
En
ese momento dice Carolina que su petición a Dios fue una oportunidad de vivir. Recibió
una propuesta de recibir el tratamiento que necesitaba en el extranjero y la
aceptó, pero fue una difícil decisión porque debía dejar a sus seres más
queridos.
“Con todo y el dolor de dejar a mis pequeños hijos
con mi madre desconsolada, hice una pequeña maleta y fui tras la promesa en compañía de mi
esposo, de que algo bueno habría de ocurrirme”, indica.
Estuvo
fuera del país por ocho meses, durante ese tiempo fue sometida a tres cirugías, seis quimioterapias de tres
días cada una y 31 días de radiación. Carolina
asegura que su testimonio además de ser un milagro de sanidad es un milagro
financiero porque no tuvo que pagar ni un centavo por el tratamiento, tampoco
por su estadía en el extranjero, encontró personas que se acercaron para
solidarizarse con ella.
Luego
de los ochos meses regresó a Guatemala donde continuó bajo control durante
cinco años, cuando los médicos le dijeron que su vida estaba fuera de peligro. Su
caso fue peculiar, ya que ser diagnosticada con la enfermedad antes de los 40 años
es invasivo, según los expertos, lo que significa que el tumor se multiplica en
tejidos normales y sanos del seno.
Carolina
señala que compartir su experiencia le da sentido a su vida porque
comparte con mujeres en la misma situación que le tocó vivir a ella y es
testigo de sus batallas y victorias contra la enfermedad, las insta a no rendirse
por muy difícil que parece la situación, que luchen por sus sueños. “Siempre
hay una oportunidad de vencer si puedes creer”.
Recalca
que vivir esa etapa transforma la vida de toda mujer porque nunca vuelve a ser la misma. Se tiene más
fortaleza, se aprecia la vida desde otra perspectiva y el agradecimiento por
cada cosa es infinito.
diagnosticada con cáncer de mama, Carolina se dio cuenta que “en
ningún libro de la universidad había leído cómo tener valor. No encontré una
tienda dónde comprar un poco de fortaleza, no hallé una planta que diera frutos
de fe para afrontar la noticia, pero fui
a la fuente correcta para obtener lo que
me hacía falta ante tal situación: Recurrí
a Dios”, enfatiza.
Programas contra el cáncer de mama
En Guatemala existen fundaciones
y programas que recaudan fondos para fomentar la prevención contra el cáncer de
mama, ya que la enfermedad puede curarse si se detecta a tiempo.
Entre los programas se encuentra la Carrera Caminata Avon,
de la referida compañía de cosméticos, con la cual se ha entregado a la Liga Nacional contra el Cáncer más de Q8.4 millones durante los 19 años que se realiza la
actividad para campañas de concientización en la ciudad y el interior del país.
Carolina será nombrada Sobreviviente
2015 en la Carrera y otras actividades de apoyo contra el cáncer de mama, donde ella contará su historia a otras mujeres que están en el proceso de la enfermedad y ayudará a otras a prevenir.
“El
milagro por el cual vino aquí se ha cumplido; su cáncer no volverá”, le dijo el doctor a Carolina de Garzaro tras
superar un cáncer de mama por el que estuvo cinco años bajo tratamiento. Etapa
que no fue fácil para ella pero transformó su vida para siempre.
Después de 11 años de ser diagnosticada con la
enfermedad, Carolina disfruta su vida al máximo. Es esposa, madre, hija,
hermana y una mujer profesional. Brinda servicios de coaching y selección de
personal de manera independiente, tiene más tiempo para atender a su familia y colidera un grupo de oración para mujeres en la iglesia donde se congrega.
la oportunidad de compartir que sí se puede salir adelante para empezar una
nueva vida”, expresa. Pero
el proceso para vencer el cáncer de mama no fue fácil para Carolina. Nos cuenta
que tenía 36 años cuando le detectaron unos fibromas en el seno y al realizarse
los exámenes resultó ser cáncer de mama con metástasis al sistema linfático. Los
médicos le dijeron que era urgente que se sometiera a un tratamiento ya que la
enfermedad estaba avanzada. El tumor se encontraba en la fase tres de las
cuatro que posee.
En
ese momento dice Carolina que su petición a Dios fue una oportunidad de vivir. Recibió
una propuesta de recibir el tratamiento que necesitaba en el extranjero y la
aceptó, pero fue una difícil decisión porque debía dejar a sus seres más
queridos.
“Con todo y el dolor de dejar a mis pequeños hijos
con mi madre desconsolada, hice una pequeña maleta y fui tras la promesa en compañía de mi
esposo, de que algo bueno habría de ocurrirme”, indica.
Estuvo
fuera del país por ocho meses, durante ese tiempo fue sometida a tres cirugías, seis quimioterapias de tres
días cada una y 31 días de radiación. Carolina
asegura que su testimonio además de ser un milagro de sanidad es un milagro
financiero porque no tuvo que pagar ni un centavo por el tratamiento, tampoco
por su estadía en el extranjero, encontró personas que se acercaron para
solidarizarse con ella.
Luego
de los ochos meses regresó a Guatemala donde continuó bajo control durante
cinco años, cuando los médicos le dijeron que su vida estaba fuera de peligro. Su
caso fue peculiar, ya que ser diagnosticada con la enfermedad antes de los 40 años
es invasivo, según los expertos, lo que significa que el tumor se multiplica en
tejidos normales y sanos del seno.
Carolina
señala que compartir su experiencia le da sentido a su vida porque
comparte con mujeres en la misma situación que le tocó vivir a ella y es
testigo de sus batallas y victorias contra la enfermedad, las insta a no rendirse
por muy difícil que parece la situación, que luchen por sus sueños. “Siempre
hay una oportunidad de vencer si puedes creer”.
Recalca
que vivir esa etapa transforma la vida de toda mujer porque nunca vuelve a ser la misma. Se tiene más
fortaleza, se aprecia la vida desde otra perspectiva y el agradecimiento por
cada cosa es infinito.
diagnosticada con cáncer de mama, Carolina se dio cuenta que “en
ningún libro de la universidad había leído cómo tener valor. No encontré una
tienda dónde comprar un poco de fortaleza, no hallé una planta que diera frutos
de fe para afrontar la noticia, pero fui
a la fuente correcta para obtener lo que
me hacía falta ante tal situación: Recurrí
a Dios”, enfatiza.
Programas contra el cáncer de mama
En Guatemala existen fundaciones
y programas que recaudan fondos para fomentar la prevención contra el cáncer de
mama, ya que la enfermedad puede curarse si se detecta a tiempo.
Entre los programas se encuentra la Carrera Caminata Avon,
de la referida compañía de cosméticos, con la cual se ha entregado a la Liga Nacional contra el Cáncer más de Q8.4 millones durante los 19 años que se realiza la
actividad para campañas de concientización en la ciudad y el interior del país.
Carolina será nombrada Sobreviviente
2015 en la Carrera y otras actividades de apoyo contra el cáncer de mama, donde ella contará su historia a otras mujeres que están en el proceso de la enfermedad y ayudará a otras a prevenir.