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Salvarán la Monja Blanca con reproducción in vitro

Redacción República
10 de diciembre, 2014

Benedicto Lucas, Secretario Ejecutivo del CONAP, señaló que en los últimos 10 años no se han tenido reportes de avistamiento de la Monja Blanca en su estado silvestre y se sabe que existen sólo en colecciones privadas. “Entre sus principales amenazas están la depredación de su hábitat por diversas causas y su comercio ilícito”, informó.  Agregó que “Guatemala es un país rico en recursos naturales, prueba de ello es que recientemente se nos adjudicó la Presidencia del Grupo de los 19 países Mega diversos afines de Naciones Unidas.

Paradójicamente la Monja Blanca se encuentra en mayor cantidad en Japón y Estados Unidos.   Ante esta situación el CONAP  formuló un proyecto  que permitiera reproducir la Monja Blanca in vitro para conservar dicha especie.

La primera fase que fue ejecutada por ARCAS y dio como resultado la reproducción exitosa de por lo menos 500  plántulas de la especie.  “Vale la pena destacar que las plántulas no tienen ninguna alteración genética debido a que provienen directamente de la semilla de frutos maduras de un ejemplar de Monja Blanca que fue premiado por su belleza”, indicó  Fredy Archila, consultor a cargo de la investigación experto en temas del género orchidaceae.

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El proyecto fue financiado a través del Fondo Nacional para la Conservación de la Naturaleza (FONACON) con una inversión total de Q360 mil y un plazo de ejecución de 10 meses. Como resultado se obtuvieron dos productos tangibles: la reproducción exitosa de las plántulas y un libro con información general de la especie generada a partir de esta investigación.

Al respecto  Eduardo Aguirre, Gerente Ejecutivo de FONACON, dijo que estos proyectos contribuyen a la integración de actores clave, tanto estatales como privados, para lograr el conocimiento, conservación y aprovechamiento sostenible de un recurso tan importante como la Monja Blanca.

La  Lycaste Virginalis Forma Alba (Dombrain) Archila & Chiron, mejor conocida como Monja Blanca, es el símbolo patrio menos entendido y más amenazado. Su distribución se encontraba restringida para el arco húmedo norte, desde Chiapas (frontera con Guatemala) a Guatemala (sin llegar a Izabal). Lamentablemente la destrucción del bosque y el saqueo sistemático eliminaron grandes cantidades de este recurso.

Ante tal situación se proponen trabajar en conjunto para lograr el conocimiento, conservación y aprovechamiento sostenible de un recurso tan importante. Tal como lo establece la Política Nacional de biodiversidad, se promoverá una gestión transversal y efectiva de la diversidad biológica, enfatizando su conservación y uso sostenible; valorando a la misma como factor crucial en el desarrollo humano integral transgeneracional.

Esta especie se encuentra en pequeñas poblaciones fragmentadas en México y Guatemala, principalmente en el área de Las Verapaces. Desde hace más de una década no existe reporte de monjas blancas dentro de estos remanentes poblacionales y si a esto le sumamos una destrucción acelerada del bosque y el comercio y tráfico ilegal de la Monja Blanca, se reduce la posibilidad de  tener acceso a apreciar este símbolo patrio.

Aunque su descubrimiento para la ciencia se da a mediados del siglo XIX, es una planta que ha sido utilizada por la cultura maya y fue asociada a rituales de fertilidad durante cientos de años.

En 1933 Guatemala participó en una exposición mundial de orquídeas en USA, enviando un bello ejemplar de monja blanca, algo que sorprendió a los visitantes. En especial llamó la atención de una especialista en orquídeas, Letitia Southerland, quien envió una carta al presidente de la república sugiriendo que como Guatemala no tenía flor nacional considerara esta bella forma de Lycaste virginalis.

El presidente Jorge Ubico aceptó la sugerencia y el 11 de febrero de 1934 se emitió un acuerdo gubernativo reconociendo a la monja blanca como la flor nacional. Es por eso que esa fecha fue escogida para celebrar el día de la monja Blanca, lamentablemente su designación desencadenó una locura por conseguir las plantas, situación que explica por qué existen más monjas blancas en USA y Japón.

La Monja Blanca tiene mucha importancia para la cultura Maya Q ́eqchi ́, ya que podemos observar este ícono en el arte y ornamento utilizado como los collares o chachales y el cetro de la princesa indígena nacional Rabin Ajau.

Salvarán la Monja Blanca con reproducción in vitro

Redacción República
10 de diciembre, 2014

Benedicto Lucas, Secretario Ejecutivo del CONAP, señaló que en los últimos 10 años no se han tenido reportes de avistamiento de la Monja Blanca en su estado silvestre y se sabe que existen sólo en colecciones privadas. “Entre sus principales amenazas están la depredación de su hábitat por diversas causas y su comercio ilícito”, informó.  Agregó que “Guatemala es un país rico en recursos naturales, prueba de ello es que recientemente se nos adjudicó la Presidencia del Grupo de los 19 países Mega diversos afines de Naciones Unidas.

Paradójicamente la Monja Blanca se encuentra en mayor cantidad en Japón y Estados Unidos.   Ante esta situación el CONAP  formuló un proyecto  que permitiera reproducir la Monja Blanca in vitro para conservar dicha especie.

La primera fase que fue ejecutada por ARCAS y dio como resultado la reproducción exitosa de por lo menos 500  plántulas de la especie.  “Vale la pena destacar que las plántulas no tienen ninguna alteración genética debido a que provienen directamente de la semilla de frutos maduras de un ejemplar de Monja Blanca que fue premiado por su belleza”, indicó  Fredy Archila, consultor a cargo de la investigación experto en temas del género orchidaceae.

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El proyecto fue financiado a través del Fondo Nacional para la Conservación de la Naturaleza (FONACON) con una inversión total de Q360 mil y un plazo de ejecución de 10 meses. Como resultado se obtuvieron dos productos tangibles: la reproducción exitosa de las plántulas y un libro con información general de la especie generada a partir de esta investigación.

Al respecto  Eduardo Aguirre, Gerente Ejecutivo de FONACON, dijo que estos proyectos contribuyen a la integración de actores clave, tanto estatales como privados, para lograr el conocimiento, conservación y aprovechamiento sostenible de un recurso tan importante como la Monja Blanca.

La  Lycaste Virginalis Forma Alba (Dombrain) Archila & Chiron, mejor conocida como Monja Blanca, es el símbolo patrio menos entendido y más amenazado. Su distribución se encontraba restringida para el arco húmedo norte, desde Chiapas (frontera con Guatemala) a Guatemala (sin llegar a Izabal). Lamentablemente la destrucción del bosque y el saqueo sistemático eliminaron grandes cantidades de este recurso.

Ante tal situación se proponen trabajar en conjunto para lograr el conocimiento, conservación y aprovechamiento sostenible de un recurso tan importante. Tal como lo establece la Política Nacional de biodiversidad, se promoverá una gestión transversal y efectiva de la diversidad biológica, enfatizando su conservación y uso sostenible; valorando a la misma como factor crucial en el desarrollo humano integral transgeneracional.

Esta especie se encuentra en pequeñas poblaciones fragmentadas en México y Guatemala, principalmente en el área de Las Verapaces. Desde hace más de una década no existe reporte de monjas blancas dentro de estos remanentes poblacionales y si a esto le sumamos una destrucción acelerada del bosque y el comercio y tráfico ilegal de la Monja Blanca, se reduce la posibilidad de  tener acceso a apreciar este símbolo patrio.

Aunque su descubrimiento para la ciencia se da a mediados del siglo XIX, es una planta que ha sido utilizada por la cultura maya y fue asociada a rituales de fertilidad durante cientos de años.

En 1933 Guatemala participó en una exposición mundial de orquídeas en USA, enviando un bello ejemplar de monja blanca, algo que sorprendió a los visitantes. En especial llamó la atención de una especialista en orquídeas, Letitia Southerland, quien envió una carta al presidente de la república sugiriendo que como Guatemala no tenía flor nacional considerara esta bella forma de Lycaste virginalis.

El presidente Jorge Ubico aceptó la sugerencia y el 11 de febrero de 1934 se emitió un acuerdo gubernativo reconociendo a la monja blanca como la flor nacional. Es por eso que esa fecha fue escogida para celebrar el día de la monja Blanca, lamentablemente su designación desencadenó una locura por conseguir las plantas, situación que explica por qué existen más monjas blancas en USA y Japón.

La Monja Blanca tiene mucha importancia para la cultura Maya Q ́eqchi ́, ya que podemos observar este ícono en el arte y ornamento utilizado como los collares o chachales y el cetro de la princesa indígena nacional Rabin Ajau.