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Dos bomberos narran tragedia en La Terminal

Redacción República
29 de marzo, 2014

Héctor Chacón, Oficial Mayor de Primer Rango de Bomberos Municipales 


Cuando llegué, el panorama era desolador. Había fuego, miedo y angustia entre los propietarios de los puestos que vieron como se reducían a cenizas sus negocios. El mayor riesgo que visualice era un colapso de las estructuras al cambiar bruscamente la temperatura con el agua. El desplome de la estructura hubiera causado más daños en el lugar. 
Además, la inexistencia de rutas de evacuación y los propietarios que se aglomeraron en busca de rescatar algunas de sus pertenencias era un riesgo adicional porque el lugar no está diseñado con medidas de seguridad. Otro problema fue la falta de aire. Los equipos sólo tienen aire comprimido para 45 minutos o una hora, máximo. El incendio duró 12 horas y eso nos obligaba a salir del lugar y ser relevados por otros compañeros. 

La posibilidad de descansar fue difícil porque los relevos fueron de poco tiempo por la magnitud del incendio y, a pesar que todo el cuerpo de bomberos trabajabamos tratando de apagar las llamas, no eramos suficientes. Además, no se debió permitir el ingreso de los vendedores a los lugares más afectados por las altas temperaturas; ellos no tenían la protección adecuada, se ponían en riesgo y entorpecían las labores que desarrollábamos.
Un área del mercado no dejó de funcionar, y los vendedores que no fueron afectados sacaron sus productos y circularon como si nada estaba pasando y eso obstaculizaba el paso de los vehículos de socorro a las áreas afectadas. 
Conforme pasaban las horas nos angustiaba el monóxido de carbono porque nos podía desnivelar el organismo. Hubo varios compañeros que les perjudicó y dejaron el área del siniestro. Yo creo que no sólo el valor es importante en una tragedia como ésta sino también el equipo de trabajo. Habíamos más bomberos que equipo de protección. 
Para evitar este tipo de tragedias es necesario tomar medidas de precaución y evitar los productos combustibles, como los tambos de gas propano. Una regulación en ese sentido es necesaria. El principal problema fue la alta concentración de productos inflamables porque se apagaban las llamas en un lado y recrudecían en otro. Además, el calor por la época de verano contribuyó a ampliar el incendio. 
El mensaje que quiero enviar a todos los guatemaltecos es la reflexión que, cuando sucede un incendio, los bomberos son héroes pero cuando pasa la tragedia nadie se acuerda de nosotros. 
Rocael Matías López, Galonista II de la 85 compañía de Bomberos Voluntarios

La unión y la solidaridad que se registró el día del incendio es lo más destacable que rescato de la jornada. Recuerdo que cuando se nos terminó el agua de las motobombas, el apoyo de las personas fue vital. Lo lamentable es que sólo cuando se producen estas tragedias los guatemaltecos nos unimos para ayudar. Todos somos héroes y en este momento de necesidad prevaleció el espíritu de apoyo y solidaridad. 
La mayor limitante fue la falta de agua. Recuerdo que pasamos entre 20 y 25 minutos sin el líquido y eso nos causó angustia porque en algunos lugares donde se habían apagado las llamas volvía a recrudecer. Tuvimos problemas en algunos lugares para extender y movilizar las mangueras de las motobombas en los callejones y eso nos obligó a utilizar cubetas para apagar el fuego. No se podía hacer mayor cosa por el lugar donde se ubica el mercado. 
También la imprudencia de algunas personas fue un obstáculo para el trabajo de los bomberos (mientras intentaban rescatar pertenencias, se ponían en riesgo y obstaculizaban la labor de las fuerzas de socorro).

La falta de equipo de protección personal para trabajar fue evidente. Algunos compañeros tiene el equipo deteriorado por los incendios que nos ha tocado atender y sería bueno contar con buen equipo para una mejor acción. A veces por la falta de estos implementos nos lleva más tiempo sofocar las llamas. 

Ser bombero es algo bonito y arriesgado, pero no debe ser impedimento para que los jóvenes se integren a las diferentes compañías de bomberos.

Dos bomberos narran tragedia en La Terminal

Redacción República
29 de marzo, 2014

Héctor Chacón, Oficial Mayor de Primer Rango de Bomberos Municipales 


Cuando llegué, el panorama era desolador. Había fuego, miedo y angustia entre los propietarios de los puestos que vieron como se reducían a cenizas sus negocios. El mayor riesgo que visualice era un colapso de las estructuras al cambiar bruscamente la temperatura con el agua. El desplome de la estructura hubiera causado más daños en el lugar. 
Además, la inexistencia de rutas de evacuación y los propietarios que se aglomeraron en busca de rescatar algunas de sus pertenencias era un riesgo adicional porque el lugar no está diseñado con medidas de seguridad. Otro problema fue la falta de aire. Los equipos sólo tienen aire comprimido para 45 minutos o una hora, máximo. El incendio duró 12 horas y eso nos obligaba a salir del lugar y ser relevados por otros compañeros. 

La posibilidad de descansar fue difícil porque los relevos fueron de poco tiempo por la magnitud del incendio y, a pesar que todo el cuerpo de bomberos trabajabamos tratando de apagar las llamas, no eramos suficientes. Además, no se debió permitir el ingreso de los vendedores a los lugares más afectados por las altas temperaturas; ellos no tenían la protección adecuada, se ponían en riesgo y entorpecían las labores que desarrollábamos.
Un área del mercado no dejó de funcionar, y los vendedores que no fueron afectados sacaron sus productos y circularon como si nada estaba pasando y eso obstaculizaba el paso de los vehículos de socorro a las áreas afectadas. 
Conforme pasaban las horas nos angustiaba el monóxido de carbono porque nos podía desnivelar el organismo. Hubo varios compañeros que les perjudicó y dejaron el área del siniestro. Yo creo que no sólo el valor es importante en una tragedia como ésta sino también el equipo de trabajo. Habíamos más bomberos que equipo de protección. 
Para evitar este tipo de tragedias es necesario tomar medidas de precaución y evitar los productos combustibles, como los tambos de gas propano. Una regulación en ese sentido es necesaria. El principal problema fue la alta concentración de productos inflamables porque se apagaban las llamas en un lado y recrudecían en otro. Además, el calor por la época de verano contribuyó a ampliar el incendio. 
El mensaje que quiero enviar a todos los guatemaltecos es la reflexión que, cuando sucede un incendio, los bomberos son héroes pero cuando pasa la tragedia nadie se acuerda de nosotros. 
Rocael Matías López, Galonista II de la 85 compañía de Bomberos Voluntarios

La unión y la solidaridad que se registró el día del incendio es lo más destacable que rescato de la jornada. Recuerdo que cuando se nos terminó el agua de las motobombas, el apoyo de las personas fue vital. Lo lamentable es que sólo cuando se producen estas tragedias los guatemaltecos nos unimos para ayudar. Todos somos héroes y en este momento de necesidad prevaleció el espíritu de apoyo y solidaridad. 
La mayor limitante fue la falta de agua. Recuerdo que pasamos entre 20 y 25 minutos sin el líquido y eso nos causó angustia porque en algunos lugares donde se habían apagado las llamas volvía a recrudecer. Tuvimos problemas en algunos lugares para extender y movilizar las mangueras de las motobombas en los callejones y eso nos obligó a utilizar cubetas para apagar el fuego. No se podía hacer mayor cosa por el lugar donde se ubica el mercado. 
También la imprudencia de algunas personas fue un obstáculo para el trabajo de los bomberos (mientras intentaban rescatar pertenencias, se ponían en riesgo y obstaculizaban la labor de las fuerzas de socorro).

La falta de equipo de protección personal para trabajar fue evidente. Algunos compañeros tiene el equipo deteriorado por los incendios que nos ha tocado atender y sería bueno contar con buen equipo para una mejor acción. A veces por la falta de estos implementos nos lleva más tiempo sofocar las llamas. 

Ser bombero es algo bonito y arriesgado, pero no debe ser impedimento para que los jóvenes se integren a las diferentes compañías de bomberos.