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Y llega la depresión post mundial

Redacción República
11 de julio, 2014

Millones de personas alrededor del mundo esperan cada 4 años, vivir las emociones que provoca el fútbol. Hace un mes llegó el gran momento y se recibió una dosis de 31 días de partidos y luego, de repente y abruptamente, hoy se acaba.

Hasta los afortunados que hoy celebran que su país (o selección favorita) ganó la copa, estarán mañana con una especie de resaca. De peor manera estarán aquellos que sufrieron derrotas, hasta humillantes, y que guardarán recuerdos no tan gratos y, algunos más extremistas, hasta rencores. ‘Según el resultado, puede haber euforia o enojo. Pero aparte de eso, genera cierta tristeza pensar que deben pasar otros 4 años para vivirlo de nuevo”, cuenta el comunicador y amante del fútbol Allan Martínez.                         

Dos caras

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Esta justa se realiza desde 1930 y, como el futbol es una parte importante de la cultura de muchos países en todo el mundo, suele ser una afición que se comparte en familia y se pasa de generación en generación. Por esa razón, también es parte del recuerdo de la infancia de muchos.

Es clásico que luego de ver los partidos se inicien las ‘chamuscas” entre los amigos del barrio y se establezcan relaciones que duran años. ‘Luego de ver a Maradona en México 86, me nació la intención de practicarlo y creció mi afición”, recuerda Martínez. Hay un componente emocional muy fuerte en torno al Mundial.

‘Dentro de lo positivo de participar de esta fiesta se puede mencionar la integración familiar y social”, menciona la terapeuta Elizabeth Rojas. Durante estas 4 semanas muchas reuniones familiares y de amigos se organizaron en torno a un partido y se estrecharon los lazos. ‘En lo individual, fomenta el espíritu competitivo y me atrevería a decir que es afrodisíaco”, opina Rojas.

Pero, por el otro lado, muchas son las críticas que ha provocado este evento deportivo, sobre todo en el marco social en el que se ha dado este año. Individualmente también hace su mella, especialmente entre quienes se lo toman muy a pecho. ‘Puede provocar enemistades porque hay insultos; también podría haber distanciamiento en las parejas que no comparten la misma pasión o equipo y, por último, el duro regreso a la realidad puede provocar depresión”, señala Rojas.



¿Hay vida después del mundial?

Este sentimiento depresivo es común y bastante normal. “No es tan fuerte en las personas que siguen el fútbol todo el tiempo; ellos seguirán las ligas que admiran, donde muchos de los seleccionados son estrellas y el sentido de pertenencia continuará”, refiere Rojas. En cambio, los que siguen la actividad futbolística sólo cada 4 años, como a una moda pasajera a la que se entregan totalmente, les pega con fuerza el bajón. ‘Lo usan como muleta, como evasión”, afirma.

Cualquiera que sea su caso, hoy es el día perfecto para que se prepare y enfrente esa melancolía que le dará cuando se apaguen las luces de los estadios y se prendan las de la realidad. Aquí unas estrategias:

1.Empiece hoy. Analice lo que está sintiendo y acepte que le hará falta ver cómo va su quiniela y discutir con los demás cosas como si fue penal o no (o si la lesión de Neymar es real). Es probable que tenga una sensación de vacío y pérdida de interés por el trabajo, todo acompañado por una falta de energía evidente. Algunos entendidos le llaman a esto SAF (Síndrome de Abstinencia Futbolística). El primer paso es reconocer que se tiene un problema.

2.Para reconectarse con su realidad, Rojas recomienda hacer una cena especial con la familia y seres queridos. Aproveche para dejar salir sus sentimientos, ya sea de satisfacción o tristeza, por los resultados. Recuerden juntos lo bien que lo pasaron por 31 días; los churrascos, los ceviches, las micheladas. Mire atrás, sonría pero luego, siga adelante.

3.No es mala idea aprovechar la coyuntura para iniciar un nuevo proyecto. Vaya al gimnasio, empiece a correr, únase a un club, lea un buen libro o aprenda a hablar un idioma. Eso llenará un poco el vacío.

4.Si el vacío persiste, Rojas aconseja hacer un análisis personal. Pregúntese qué carencias en su vida sintió que fueron llenadas con la emoción del mundial. Descubrirá donde debe enfocar sus energías, quizá cultivar nuevas amistades, encontrar un nuevo trabajo, buscar un romance o simplemente quererse más a sí mismo.

5.Otro examen de conciencia que se recomienda es reconocer si descuidó algún aspecto de su vida por estar conectado con lo que pasaba en las canchas. Su relación de pareja o con sus hijos, su salud o el trabajo pueden haberse deteriorado. Es hora de recuperar el tiempo perdido.

6.Este es el paso más difícil de todos: enfrente la realidad cruel como es, sin anestesia. Por ejemplo, es hora de pagar las tarjetas de crédito que usó para comprar su camiseta o la Brasuca, o para invitar a todos cuando ganó su equipo, o la quiniela en la que estaba seguro que ganaría. No olvide leer los diarios completos, no solamente la sección deportiva como lo había estado haciendo. Hay temas importantes que merecen su atención y que le atañen más.

No se preocupe, poco a poco volverá a la normalidad. Luego de su rehabilitación, estará listo para empezar a pensar en Rusia 2018.

Y llega la depresión post mundial

Redacción República
11 de julio, 2014

Millones de personas alrededor del mundo esperan cada 4 años, vivir las emociones que provoca el fútbol. Hace un mes llegó el gran momento y se recibió una dosis de 31 días de partidos y luego, de repente y abruptamente, hoy se acaba.

Hasta los afortunados que hoy celebran que su país (o selección favorita) ganó la copa, estarán mañana con una especie de resaca. De peor manera estarán aquellos que sufrieron derrotas, hasta humillantes, y que guardarán recuerdos no tan gratos y, algunos más extremistas, hasta rencores. ‘Según el resultado, puede haber euforia o enojo. Pero aparte de eso, genera cierta tristeza pensar que deben pasar otros 4 años para vivirlo de nuevo”, cuenta el comunicador y amante del fútbol Allan Martínez.                         

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Esta justa se realiza desde 1930 y, como el futbol es una parte importante de la cultura de muchos países en todo el mundo, suele ser una afición que se comparte en familia y se pasa de generación en generación. Por esa razón, también es parte del recuerdo de la infancia de muchos.

Es clásico que luego de ver los partidos se inicien las ‘chamuscas” entre los amigos del barrio y se establezcan relaciones que duran años. ‘Luego de ver a Maradona en México 86, me nació la intención de practicarlo y creció mi afición”, recuerda Martínez. Hay un componente emocional muy fuerte en torno al Mundial.

‘Dentro de lo positivo de participar de esta fiesta se puede mencionar la integración familiar y social”, menciona la terapeuta Elizabeth Rojas. Durante estas 4 semanas muchas reuniones familiares y de amigos se organizaron en torno a un partido y se estrecharon los lazos. ‘En lo individual, fomenta el espíritu competitivo y me atrevería a decir que es afrodisíaco”, opina Rojas.

Pero, por el otro lado, muchas son las críticas que ha provocado este evento deportivo, sobre todo en el marco social en el que se ha dado este año. Individualmente también hace su mella, especialmente entre quienes se lo toman muy a pecho. ‘Puede provocar enemistades porque hay insultos; también podría haber distanciamiento en las parejas que no comparten la misma pasión o equipo y, por último, el duro regreso a la realidad puede provocar depresión”, señala Rojas.



¿Hay vida después del mundial?

Este sentimiento depresivo es común y bastante normal. “No es tan fuerte en las personas que siguen el fútbol todo el tiempo; ellos seguirán las ligas que admiran, donde muchos de los seleccionados son estrellas y el sentido de pertenencia continuará”, refiere Rojas. En cambio, los que siguen la actividad futbolística sólo cada 4 años, como a una moda pasajera a la que se entregan totalmente, les pega con fuerza el bajón. ‘Lo usan como muleta, como evasión”, afirma.

Cualquiera que sea su caso, hoy es el día perfecto para que se prepare y enfrente esa melancolía que le dará cuando se apaguen las luces de los estadios y se prendan las de la realidad. Aquí unas estrategias:

1.Empiece hoy. Analice lo que está sintiendo y acepte que le hará falta ver cómo va su quiniela y discutir con los demás cosas como si fue penal o no (o si la lesión de Neymar es real). Es probable que tenga una sensación de vacío y pérdida de interés por el trabajo, todo acompañado por una falta de energía evidente. Algunos entendidos le llaman a esto SAF (Síndrome de Abstinencia Futbolística). El primer paso es reconocer que se tiene un problema.

2.Para reconectarse con su realidad, Rojas recomienda hacer una cena especial con la familia y seres queridos. Aproveche para dejar salir sus sentimientos, ya sea de satisfacción o tristeza, por los resultados. Recuerden juntos lo bien que lo pasaron por 31 días; los churrascos, los ceviches, las micheladas. Mire atrás, sonría pero luego, siga adelante.

3.No es mala idea aprovechar la coyuntura para iniciar un nuevo proyecto. Vaya al gimnasio, empiece a correr, únase a un club, lea un buen libro o aprenda a hablar un idioma. Eso llenará un poco el vacío.

4.Si el vacío persiste, Rojas aconseja hacer un análisis personal. Pregúntese qué carencias en su vida sintió que fueron llenadas con la emoción del mundial. Descubrirá donde debe enfocar sus energías, quizá cultivar nuevas amistades, encontrar un nuevo trabajo, buscar un romance o simplemente quererse más a sí mismo.

5.Otro examen de conciencia que se recomienda es reconocer si descuidó algún aspecto de su vida por estar conectado con lo que pasaba en las canchas. Su relación de pareja o con sus hijos, su salud o el trabajo pueden haberse deteriorado. Es hora de recuperar el tiempo perdido.

6.Este es el paso más difícil de todos: enfrente la realidad cruel como es, sin anestesia. Por ejemplo, es hora de pagar las tarjetas de crédito que usó para comprar su camiseta o la Brasuca, o para invitar a todos cuando ganó su equipo, o la quiniela en la que estaba seguro que ganaría. No olvide leer los diarios completos, no solamente la sección deportiva como lo había estado haciendo. Hay temas importantes que merecen su atención y que le atañen más.

No se preocupe, poco a poco volverá a la normalidad. Luego de su rehabilitación, estará listo para empezar a pensar en Rusia 2018.