Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Si bebe, ¡entregue las llaves por favor!

Redacción República
19 de septiembre, 2014

Dicen que en Guatemala bebemos si estamos contentos y también si estamos tristes, si se gana o se pierde, o incluso si se está aburrido. Según la Organización Mundial de la Salud, en Guatemala se toman 3.8 litros de licor al año por persona. Es una característica de nuestra sociedad. El problema es cuando la ingesta de alcohol se mezcla con otras actividades que pueden resultar peligrosas, como conducir un vehículo.

Un estudio publicado este año por la Organización Panamericana de la Salud señala que en Guatemala hay una tasa relacionada con este tema de 22.3 por cada 100 mil muertes. Según el Patronato Antialcohólico de Guatemala, el 70% de guatemaltecos consume alcohol y la edad promedio en que una persona prueba el licor es entre los 10 y 12 años.

El Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) reporta que hubo 6 mil 326 accidentes en 2013; de esa cifra, el 13%, es decir 822, estuvieron relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas. Cifras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) destacan que en 2013 se realizaron 3 mil 453 necropsias por traumatismo, de estas se realizaron 445 estudios para determinar embriaguez.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

No obstante, con estos datos alarmantes nuestra sociedad parece no ponerse alerta. En otros países, las campañas para promover que no se conduzca si se bebe alcohol son masivas. Los grupos de bebedores suelen llevar un conductor “asignado” que recibe incluso beneficios en bares y restaurantes.

En cambio aquí pocos son los que se detienen a meditar si pueden beber una copa, principalmente porque deben manejar. A menos que ya les haya pasado algo terrible. “Antes bebía mucho sin pensar en las consecuencias”, dice Luis*. “Pero un día estaba en un cumpleaños que duró muchas horas, me dijeron que no manejara porque había bebido mucho pero no hice caso. Al salir, abordé mi carro y no recuerdo casi nada. Iba manejando muy mal y al final arrollé a un motorista. Lo bueno es que sobrevivió, pero yo aprendí mi lección. Ya no tomo tanto, pero ahora si voy a beber me voy en un taxi”, señala.

Y es que en los accidentes no solamente corre riesgo el conductor borracho, también víctimas inocentes que se atraviesan en su camino puede pagar las consecuencias. La próxima vez que se sienta tentado en decirles a sus amigos “manejo mejor cuando tomo”, trate de recordar las estadísticas que ya le mencionamos, o procure tener una persona cercana que se las recuerde.

Para persuadir

En años recientes ha habido campañas que intentan hacer conciencia a los parranderos de cuidar su vida y la de las demás. Una es la llamada “¡Vivo te quiero!”, impulsada por el Ministerio de Gobernación desde al año pasado. Consiste en la instalación de una plataforma que lleva un automóvil destruido como consecuencia de un choque. El automóvil y las circunstancias en que se causó su destrucción y qué generó en las víctimas reales. El

ejemplo trágico de un percance de tránsito es colocado en las rutas y calles donde se registra la mayor cantidad de accidentes de diversas ciudades del país.            

La campaña se ha difundido en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, Paseo Cayalá en la zona 16 y Los Próceres, zona 10 de la capital, así como en el municipio de Villa Nueva. En un principio se realizaría únicamente en la época navideña y Semana Santa, por el incremento de actividades sociales, fiestas y consumo de alcohol en esas temporadas; sin embargo, las autoridades decidieron mantenerla en otras épocas del año en los lugares donde fuera requerida. Sin duda, ver un carro donde probablemente murieron quien en vida fueran alegres parranderos, o sus acompañantes, puede persuadir a cualquiera. Por espeluznante que parezca, o quizá precisamente por eso, fue incluida entre las tres finalistas de los Premios Reed Latino, en la categoría de mejor proyecto de comunicación política en Miami Florida, Estado Unidos.

Planifique la fiesta, contrate un ‘ángel guardián’

Los amantes de la vida nocturna suelen preparar sus atuendos, su billetera y sus horarios para salir a divertirse. Si no pueden dejar de disfrutar de los tragos, también deberían planificar cómo se trasladarán de un lugar a otro sin correr ningún riesgo. Según informa el emprendedor Herberth Alvarado, hicieron una encuesta para averiguar qué pensaban los chapines sobre entregar las llaves para que otros manejen sus carros. Descubrieron que su principal preocupación es proteger su seguridad cuando están ebrios, para que otras personas no se aprovechen o abusen de ellos.

Por esa razón nació Ángel Guardián, un emprendimiento que brinda un servicio de pilotos/bomberos que conducen su auto cuando no está en condiciones de manejar, pero no es un taxi. “Con esto queremos salvar las vidas de nuestros clientes, así como su carro y sus finanzas”, explica. Esto puede permitirles a las personas poder disfrutar “una vida social más amplia”. Ellos garantizan dejarlo en la puerta de su casa sano y salvo. Aunque no se ha implementado totalmente el servicio, Alvarado explica que por medio de una aplicación en un teléfono inteligente la persona debe programar su salida antes de ingerir alcohol.

Ahí debe especificar dónde se encontrará, a dónde se quiere dirigir después y a qué hora. También deben especificar a qué persona (papás, esposos, novios, amigos) debe notificársele acerca de su recorrido, incluso con un mapa. Llegada la hora de regresar a casa, el cliente manda una notificación y entonces llega su “ángel guardián” que lo llevará a su destino sano y salvo. El servicio se paga por piloto y por automóvil, por lo que puede ser un grupo de personas, pero todos deben ir al mismo lugar. El servicio se presta de 8 de la noche a 3 de la mañana, para empezar tiene su centro de operación en Cayalá, pero planean poner otro en la zona 10.

Dos de los “ángeles” que cuidan a quienes contratan este servicio son Ricardo Romero, ingeniero industrial, y Danilo Romero, licenciado en Mercadotecnia. Ambos son bomberos y tienen los conocimientos, no solamente de manejar su vehículo sino también pueden auxiliarlo si hay alguna intoxicación alcohólica.

Al día siguiente el cliente recibe en su correo electrónico un informe del servicio, con fotos que documentan el estado del automóvil durante el recorrido.

Medite si necesita ayuda

Una cosa es que de vez en cuando le guste agarrar fiesta hasta entrada la madrugada, y otra que necesite tomar cada vez más cantidad y más seguido. El alcoholismo es una adicción y como tal debe ponérsele atención pues necesita un tratamiento especial. Los expertos dicen que el problema empieza cuando deja de ser divertido y empieza a ocasionarle problemas en el resto de aspectos de su vida, así que medite cómo está su situación.

*nombre ficticio

Si bebe, ¡entregue las llaves por favor!

Redacción República
19 de septiembre, 2014

Dicen que en Guatemala bebemos si estamos contentos y también si estamos tristes, si se gana o se pierde, o incluso si se está aburrido. Según la Organización Mundial de la Salud, en Guatemala se toman 3.8 litros de licor al año por persona. Es una característica de nuestra sociedad. El problema es cuando la ingesta de alcohol se mezcla con otras actividades que pueden resultar peligrosas, como conducir un vehículo.

Un estudio publicado este año por la Organización Panamericana de la Salud señala que en Guatemala hay una tasa relacionada con este tema de 22.3 por cada 100 mil muertes. Según el Patronato Antialcohólico de Guatemala, el 70% de guatemaltecos consume alcohol y la edad promedio en que una persona prueba el licor es entre los 10 y 12 años.

El Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) reporta que hubo 6 mil 326 accidentes en 2013; de esa cifra, el 13%, es decir 822, estuvieron relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas. Cifras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) destacan que en 2013 se realizaron 3 mil 453 necropsias por traumatismo, de estas se realizaron 445 estudios para determinar embriaguez.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

No obstante, con estos datos alarmantes nuestra sociedad parece no ponerse alerta. En otros países, las campañas para promover que no se conduzca si se bebe alcohol son masivas. Los grupos de bebedores suelen llevar un conductor “asignado” que recibe incluso beneficios en bares y restaurantes.

En cambio aquí pocos son los que se detienen a meditar si pueden beber una copa, principalmente porque deben manejar. A menos que ya les haya pasado algo terrible. “Antes bebía mucho sin pensar en las consecuencias”, dice Luis*. “Pero un día estaba en un cumpleaños que duró muchas horas, me dijeron que no manejara porque había bebido mucho pero no hice caso. Al salir, abordé mi carro y no recuerdo casi nada. Iba manejando muy mal y al final arrollé a un motorista. Lo bueno es que sobrevivió, pero yo aprendí mi lección. Ya no tomo tanto, pero ahora si voy a beber me voy en un taxi”, señala.

Y es que en los accidentes no solamente corre riesgo el conductor borracho, también víctimas inocentes que se atraviesan en su camino puede pagar las consecuencias. La próxima vez que se sienta tentado en decirles a sus amigos “manejo mejor cuando tomo”, trate de recordar las estadísticas que ya le mencionamos, o procure tener una persona cercana que se las recuerde.

Para persuadir

En años recientes ha habido campañas que intentan hacer conciencia a los parranderos de cuidar su vida y la de las demás. Una es la llamada “¡Vivo te quiero!”, impulsada por el Ministerio de Gobernación desde al año pasado. Consiste en la instalación de una plataforma que lleva un automóvil destruido como consecuencia de un choque. El automóvil y las circunstancias en que se causó su destrucción y qué generó en las víctimas reales. El

ejemplo trágico de un percance de tránsito es colocado en las rutas y calles donde se registra la mayor cantidad de accidentes de diversas ciudades del país.            

La campaña se ha difundido en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, Paseo Cayalá en la zona 16 y Los Próceres, zona 10 de la capital, así como en el municipio de Villa Nueva. En un principio se realizaría únicamente en la época navideña y Semana Santa, por el incremento de actividades sociales, fiestas y consumo de alcohol en esas temporadas; sin embargo, las autoridades decidieron mantenerla en otras épocas del año en los lugares donde fuera requerida. Sin duda, ver un carro donde probablemente murieron quien en vida fueran alegres parranderos, o sus acompañantes, puede persuadir a cualquiera. Por espeluznante que parezca, o quizá precisamente por eso, fue incluida entre las tres finalistas de los Premios Reed Latino, en la categoría de mejor proyecto de comunicación política en Miami Florida, Estado Unidos.

Planifique la fiesta, contrate un ‘ángel guardián’

Los amantes de la vida nocturna suelen preparar sus atuendos, su billetera y sus horarios para salir a divertirse. Si no pueden dejar de disfrutar de los tragos, también deberían planificar cómo se trasladarán de un lugar a otro sin correr ningún riesgo. Según informa el emprendedor Herberth Alvarado, hicieron una encuesta para averiguar qué pensaban los chapines sobre entregar las llaves para que otros manejen sus carros. Descubrieron que su principal preocupación es proteger su seguridad cuando están ebrios, para que otras personas no se aprovechen o abusen de ellos.

Por esa razón nació Ángel Guardián, un emprendimiento que brinda un servicio de pilotos/bomberos que conducen su auto cuando no está en condiciones de manejar, pero no es un taxi. “Con esto queremos salvar las vidas de nuestros clientes, así como su carro y sus finanzas”, explica. Esto puede permitirles a las personas poder disfrutar “una vida social más amplia”. Ellos garantizan dejarlo en la puerta de su casa sano y salvo. Aunque no se ha implementado totalmente el servicio, Alvarado explica que por medio de una aplicación en un teléfono inteligente la persona debe programar su salida antes de ingerir alcohol.

Ahí debe especificar dónde se encontrará, a dónde se quiere dirigir después y a qué hora. También deben especificar a qué persona (papás, esposos, novios, amigos) debe notificársele acerca de su recorrido, incluso con un mapa. Llegada la hora de regresar a casa, el cliente manda una notificación y entonces llega su “ángel guardián” que lo llevará a su destino sano y salvo. El servicio se paga por piloto y por automóvil, por lo que puede ser un grupo de personas, pero todos deben ir al mismo lugar. El servicio se presta de 8 de la noche a 3 de la mañana, para empezar tiene su centro de operación en Cayalá, pero planean poner otro en la zona 10.

Dos de los “ángeles” que cuidan a quienes contratan este servicio son Ricardo Romero, ingeniero industrial, y Danilo Romero, licenciado en Mercadotecnia. Ambos son bomberos y tienen los conocimientos, no solamente de manejar su vehículo sino también pueden auxiliarlo si hay alguna intoxicación alcohólica.

Al día siguiente el cliente recibe en su correo electrónico un informe del servicio, con fotos que documentan el estado del automóvil durante el recorrido.

Medite si necesita ayuda

Una cosa es que de vez en cuando le guste agarrar fiesta hasta entrada la madrugada, y otra que necesite tomar cada vez más cantidad y más seguido. El alcoholismo es una adicción y como tal debe ponérsele atención pues necesita un tratamiento especial. Los expertos dicen que el problema empieza cuando deja de ser divertido y empieza a ocasionarle problemas en el resto de aspectos de su vida, así que medite cómo está su situación.

*nombre ficticio