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Panorama desalentador para el rendimiento escolar

Redacción República
27 de enero, 2015

“Ahorita el Ministerio de Educación nos tiene abandonados. Desde el año antepasado el techado está muy mal. Necesitamos remozamiento, pusieron solo una parte del techo y cuando llueva nos va a afectar demasiado”, dice preocupado Gustavo Suntecún, director del Instituto Central para Varones, ubicado en zona 1 de la ciudad capital. Suntecún indica que ni siquiera tienen asignado a un supervisor para que verifique el mal estado del establecimiento, a pesar de ser muchas las carencias en el lugar. Dice que necesitan un mejor alumbrado eléctrico y renovar el cableado porque la luz es muy débil; la tubería también está en mal estado, aunado a que no cuentan con suficientes escritorios para los alumnos.

En un recorrido que República.gt realizó a las instalaciones del Instituto Central para Varones se constató rajaduras en la infraestructura, las paredes manchadas, el techo con hoyos. Además, se observó un criadero de mosquitos que pone en riesgo la salud de los estudiantes. Dentro del establecimiento se encontraban dos madres de familia y al entrevistarlas se mostraron preocupadas por la situación que viven sus hijos. “No vemos que haya entusiasmo en nuestro hijos al quedarse a oscuras en cuatro paredes, porque en las aulas no hay ventanas”, expresó una de las señoras. Esto en referencia a que los alumnos reciben clases prácticamente encerrados, ya que las ventanas están selladas y no se sabe por qué, la  única ventilación que tienen los estudiantes es la que entra por la puerta. “Quiero que mis hijos estén en un ambiente donde sea adecuado sus estudios, no en esas cuevas”, dijo otra de las madres.

El director del establecimiento, Gustavo Suntecún,  dice que seguramente el Instituto Central para Varones será sede para las votaciones en septiembre, pero de no haber atención inmediata de parte de las autoridades del Ministerio de Educación en esas condiciones precarias tendrá que votar la población.

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Otro establecimiento público a donde llegó República.gt fue el Instituto para señoritas María Luisa Samayoa, también ubicado en la zona 1 capitalina. Allí pudo observarse humedad en las paredes y el techo, y en ese ambiente las alumnas deben recibir clases. También hay escasez de escritorios. “No nos han dado nada. Necesitamos un poco de carpintería, por lo que envié una solicitud para un carpintero al Intecap. Tal vez ahí sí me responden”, expresó molesta la directora del establecimiento, Patricia Fernández. Agrega que es necesario hacer una impermeabilización en el techo del instituto, ya que cuando empiece el invierno se dificultará impartir las clases porque la lluvia inundará las aulas. Patricia Fernández lamenta que las autoridades de la Cartera Educativa no atienden al llamado que en repetidas ocasiones les han hecho para arreglar el establecimiento.

Por aparte, La Escuela de Niñas #10 Manuel Cabral también carece de escritorios y de un buen techado. El invierno afectará al establecimiento porque hay goteras, nos cuenta Olga Marina Quevedo, directora del centro educativo.

Dice que normalmente se manda un reporte anual y otro a principio de año al Ministerio de Educación. “Vinieron a monitorear tres veces hace dos años y dije las tres veces que me hacen falta escritorios, y hasta la fecha no veo nada.” Quevedo da a conocer que es lamentable que se pierda hasta una hora en acarrear mesas para que se sienten las alumnas debido a que no alcanzan los escritorios. Asimismo, nos cuenta que por falta de maestras dos grados están sobrepoblados. Tampoco tienen recursos para contratar al alguien que haga la limpieza en el establecimiento. Hace dos años la Escuela de Niñas #10 Manuel Cabral recibió un fondo de Q5 mil de parte del Ministerio de Educación, pero no alcanzó para todas la necesidades que se tienen en el centro educativo, dice preocupada la directora. Agrega que ya puso una demanda educativa pero no ha recibido ninguna respuesta.

Panorama desalentador

Ese panorama desalentador se presenta en establecimientos educativos públicos ubicados en pleno Centro Histórico de la ciudad capital, pero en el interior de la República el problema es mayor, ya que alrededor de 388 centros educativos todavía no han sido remozados desde el terremoto del 7 de noviembre de 2012, aunado a los estragos que causó el fuerte sismo del 7 de julio del año pasado, principalmente en San Marcos.

Por esa razón los maestros han optado por impartir las clases en lugares improvisados, que van desde salones municipales hasta galeras, incluso al aire libre donde los estudiantes son expuestos al peligro y deben conformarse con un par de tablas, blocks, o piedras para tener dónde colocar sus cuadernos, debido a que no cuentan con escritorios.

En otros casos ni siquiera hay docentes en los establecimientos, por lo que en muchas ocasiones los pocos maestros que hay deben atender hasta 55 alumnos por aula en la primaria. Antes esa situación, docentes y padres de familia han presentado solicitudes pidiendo apoyo, pero las autoridades no han tenido la capacidad de solventar la situación. Cuando dio inicio el ciclo escolar 2015, con una afluencia de 3 millones 100 mil estudiantes, la ministra de Educación, Cynthia del Águila, aseguró que el ciclo lectivo iniciaría sin complicaciones; sin embargo, se observó padres de familia durmiendo afuera de los establecimientos para lograr un cupo para sus hijos.

A eso se suma que se asignó el mismo presupuesto del año pasado para la refacción de los estudiantes, es decir Q1.11 millones en la capital y Q1.58 millones en el área rural. En tanto, para la compra de útiles escolares se asignaron Q55 millones.

Compra millonaria de mochilas sin licitar

A pesar que para la refacción y útiles escolares de los niños el presupuesto asignado fue el mismo del año pasado, el Ministerio de Educación programó el gasto de Q75 millones sin licitar en la compra de 2 millones 150 mil mochilas, todas de color azul con franjas anaranjadas.  Algunas de ellas fueron entregadas por la ministra Cynthia del Águila y el presidente Otto Pérez Molina en la inauguración del ciclo escolar el 15 de enero pasado, la cual se llevó a cabo en la Escuela Complejo para la Paz, ubicada en la zona 5.

Al ser cuestionada, la titular de la Cartera Educativa justificó la compra asegurando que la adquisición se hizo de esa manera porque en septiembre de 2014 hubo una licitación, pero no hubo ningún oferente, por lo que si se hubiera utilizado la Ley de Compra y Contrataciones las mochilas se habrían entregado hasta junio.

Más salario, pero menos calidad educativa

Ante el panorama de crisis en los establecimientos educativos públicos del país, miles de maestros llevaron a cabo su primera manifestación del 2015 el pasado jueves 22 de enero, dos semanas después de dar inicio el ciclo escolar. El Magisterio Nacional salió a las calles para pedir que se deje en vigor los nuevos impuestos contenidos en el Presupuesto de la Nación 2015, y así poder recibir el aumento salarial que les tienen pendiente. Además, realizaron la protesta porque no están de acuerdo con ser fiscalizados por personas ajenas al Ministerio de Educación para monitorear los 180 días de clases que establece la ley. Esto en referencia a una iniciativa lanzada por Empresarios por la Educación con el apoyo de Alertos, con la que se pretende cumplir con el compromiso por la calidad en la educación para el 2021, indicó la directora ejecutiva de la entidad, Verónica Spross.

Las medidas de protesta y suspensión de clases por parte de los docentes provocan que miles de niños pierdan valiosos días de clases, lo que incide en el bajo nivel educativo de Guatemala, por lo que analistas opinan que así como los maestros solicitan aumentos salariales, de esa misma forma deberían tener un mejor desempeño en sus labores, pero no es así, ya que en lugar de cumplir con su trabajo salen a protestar. Y este 2015 no debería prestarse para suspender las clases tomando en cuenta que es año electoral y la mayoría de establecimientos serán sede de votación.

Un lento crecimiento en la educación

A decir de Ana María Hernández, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), “seguimos siendo un país donde la educación crece lentamente, porque eso demuestran los resultados a pesar de los esfuerzos que se han realizado en esta y anteriores administraciones”.

Enfatiza que necesitamos crecer en educación mínimo en un 6% anualmente para poder mejorar significativamente de aquí a dos décadas. Ana María Hernández también opina que el tema de falta de recursos en el área educativa no solamente le compete al Ministerio de Educación, sino también al Organismo Ejecutivo, incluso el Legislativo, para que pueda declararse una especie de urgencia nacional y el Ejecutivo ejerza cierta presión, y así haya forma de destinar más fondos para trabajar de manera coordinada.

*Colaboración: Estefanía Godoy

Panorama desalentador para el rendimiento escolar

Redacción República
27 de enero, 2015

“Ahorita el Ministerio de Educación nos tiene abandonados. Desde el año antepasado el techado está muy mal. Necesitamos remozamiento, pusieron solo una parte del techo y cuando llueva nos va a afectar demasiado”, dice preocupado Gustavo Suntecún, director del Instituto Central para Varones, ubicado en zona 1 de la ciudad capital. Suntecún indica que ni siquiera tienen asignado a un supervisor para que verifique el mal estado del establecimiento, a pesar de ser muchas las carencias en el lugar. Dice que necesitan un mejor alumbrado eléctrico y renovar el cableado porque la luz es muy débil; la tubería también está en mal estado, aunado a que no cuentan con suficientes escritorios para los alumnos.

En un recorrido que República.gt realizó a las instalaciones del Instituto Central para Varones se constató rajaduras en la infraestructura, las paredes manchadas, el techo con hoyos. Además, se observó un criadero de mosquitos que pone en riesgo la salud de los estudiantes. Dentro del establecimiento se encontraban dos madres de familia y al entrevistarlas se mostraron preocupadas por la situación que viven sus hijos. “No vemos que haya entusiasmo en nuestro hijos al quedarse a oscuras en cuatro paredes, porque en las aulas no hay ventanas”, expresó una de las señoras. Esto en referencia a que los alumnos reciben clases prácticamente encerrados, ya que las ventanas están selladas y no se sabe por qué, la  única ventilación que tienen los estudiantes es la que entra por la puerta. “Quiero que mis hijos estén en un ambiente donde sea adecuado sus estudios, no en esas cuevas”, dijo otra de las madres.

El director del establecimiento, Gustavo Suntecún,  dice que seguramente el Instituto Central para Varones será sede para las votaciones en septiembre, pero de no haber atención inmediata de parte de las autoridades del Ministerio de Educación en esas condiciones precarias tendrá que votar la población.

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Otro establecimiento público a donde llegó República.gt fue el Instituto para señoritas María Luisa Samayoa, también ubicado en la zona 1 capitalina. Allí pudo observarse humedad en las paredes y el techo, y en ese ambiente las alumnas deben recibir clases. También hay escasez de escritorios. “No nos han dado nada. Necesitamos un poco de carpintería, por lo que envié una solicitud para un carpintero al Intecap. Tal vez ahí sí me responden”, expresó molesta la directora del establecimiento, Patricia Fernández. Agrega que es necesario hacer una impermeabilización en el techo del instituto, ya que cuando empiece el invierno se dificultará impartir las clases porque la lluvia inundará las aulas. Patricia Fernández lamenta que las autoridades de la Cartera Educativa no atienden al llamado que en repetidas ocasiones les han hecho para arreglar el establecimiento.

Por aparte, La Escuela de Niñas #10 Manuel Cabral también carece de escritorios y de un buen techado. El invierno afectará al establecimiento porque hay goteras, nos cuenta Olga Marina Quevedo, directora del centro educativo.

Dice que normalmente se manda un reporte anual y otro a principio de año al Ministerio de Educación. “Vinieron a monitorear tres veces hace dos años y dije las tres veces que me hacen falta escritorios, y hasta la fecha no veo nada.” Quevedo da a conocer que es lamentable que se pierda hasta una hora en acarrear mesas para que se sienten las alumnas debido a que no alcanzan los escritorios. Asimismo, nos cuenta que por falta de maestras dos grados están sobrepoblados. Tampoco tienen recursos para contratar al alguien que haga la limpieza en el establecimiento. Hace dos años la Escuela de Niñas #10 Manuel Cabral recibió un fondo de Q5 mil de parte del Ministerio de Educación, pero no alcanzó para todas la necesidades que se tienen en el centro educativo, dice preocupada la directora. Agrega que ya puso una demanda educativa pero no ha recibido ninguna respuesta.

Panorama desalentador

Ese panorama desalentador se presenta en establecimientos educativos públicos ubicados en pleno Centro Histórico de la ciudad capital, pero en el interior de la República el problema es mayor, ya que alrededor de 388 centros educativos todavía no han sido remozados desde el terremoto del 7 de noviembre de 2012, aunado a los estragos que causó el fuerte sismo del 7 de julio del año pasado, principalmente en San Marcos.

Por esa razón los maestros han optado por impartir las clases en lugares improvisados, que van desde salones municipales hasta galeras, incluso al aire libre donde los estudiantes son expuestos al peligro y deben conformarse con un par de tablas, blocks, o piedras para tener dónde colocar sus cuadernos, debido a que no cuentan con escritorios.

En otros casos ni siquiera hay docentes en los establecimientos, por lo que en muchas ocasiones los pocos maestros que hay deben atender hasta 55 alumnos por aula en la primaria. Antes esa situación, docentes y padres de familia han presentado solicitudes pidiendo apoyo, pero las autoridades no han tenido la capacidad de solventar la situación. Cuando dio inicio el ciclo escolar 2015, con una afluencia de 3 millones 100 mil estudiantes, la ministra de Educación, Cynthia del Águila, aseguró que el ciclo lectivo iniciaría sin complicaciones; sin embargo, se observó padres de familia durmiendo afuera de los establecimientos para lograr un cupo para sus hijos.

A eso se suma que se asignó el mismo presupuesto del año pasado para la refacción de los estudiantes, es decir Q1.11 millones en la capital y Q1.58 millones en el área rural. En tanto, para la compra de útiles escolares se asignaron Q55 millones.

Compra millonaria de mochilas sin licitar

A pesar que para la refacción y útiles escolares de los niños el presupuesto asignado fue el mismo del año pasado, el Ministerio de Educación programó el gasto de Q75 millones sin licitar en la compra de 2 millones 150 mil mochilas, todas de color azul con franjas anaranjadas.  Algunas de ellas fueron entregadas por la ministra Cynthia del Águila y el presidente Otto Pérez Molina en la inauguración del ciclo escolar el 15 de enero pasado, la cual se llevó a cabo en la Escuela Complejo para la Paz, ubicada en la zona 5.

Al ser cuestionada, la titular de la Cartera Educativa justificó la compra asegurando que la adquisición se hizo de esa manera porque en septiembre de 2014 hubo una licitación, pero no hubo ningún oferente, por lo que si se hubiera utilizado la Ley de Compra y Contrataciones las mochilas se habrían entregado hasta junio.

Más salario, pero menos calidad educativa

Ante el panorama de crisis en los establecimientos educativos públicos del país, miles de maestros llevaron a cabo su primera manifestación del 2015 el pasado jueves 22 de enero, dos semanas después de dar inicio el ciclo escolar. El Magisterio Nacional salió a las calles para pedir que se deje en vigor los nuevos impuestos contenidos en el Presupuesto de la Nación 2015, y así poder recibir el aumento salarial que les tienen pendiente. Además, realizaron la protesta porque no están de acuerdo con ser fiscalizados por personas ajenas al Ministerio de Educación para monitorear los 180 días de clases que establece la ley. Esto en referencia a una iniciativa lanzada por Empresarios por la Educación con el apoyo de Alertos, con la que se pretende cumplir con el compromiso por la calidad en la educación para el 2021, indicó la directora ejecutiva de la entidad, Verónica Spross.

Las medidas de protesta y suspensión de clases por parte de los docentes provocan que miles de niños pierdan valiosos días de clases, lo que incide en el bajo nivel educativo de Guatemala, por lo que analistas opinan que así como los maestros solicitan aumentos salariales, de esa misma forma deberían tener un mejor desempeño en sus labores, pero no es así, ya que en lugar de cumplir con su trabajo salen a protestar. Y este 2015 no debería prestarse para suspender las clases tomando en cuenta que es año electoral y la mayoría de establecimientos serán sede de votación.

Un lento crecimiento en la educación

A decir de Ana María Hernández, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), “seguimos siendo un país donde la educación crece lentamente, porque eso demuestran los resultados a pesar de los esfuerzos que se han realizado en esta y anteriores administraciones”.

Enfatiza que necesitamos crecer en educación mínimo en un 6% anualmente para poder mejorar significativamente de aquí a dos décadas. Ana María Hernández también opina que el tema de falta de recursos en el área educativa no solamente le compete al Ministerio de Educación, sino también al Organismo Ejecutivo, incluso el Legislativo, para que pueda declararse una especie de urgencia nacional y el Ejecutivo ejerza cierta presión, y así haya forma de destinar más fondos para trabajar de manera coordinada.

*Colaboración: Estefanía Godoy