Durante el Primer Congreso Internacional sobre la emergente industria minera en Centroamérica: Retos y Oportunidades, los participantes analizaron los mecanismos que permitan impulsar ese factor en la economía regional.
Los asistentes suscribieron la Declaración de Panamá, en donde se sintetizaron las principales declaraciones y conclusiones del encuentro en donde participaron representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana.
Durante la actividad, las cámaras que acudieron al encuentro se aliaron en una Federación de Cámaras Mineras de Centroamérica y El Caribe. Los temas que se abordaron son la prevención de conflictos en zonas de actividad minera, la realidad de la minería artesanal en Centroamérica, seguridad y salud ocupacional en operaciones mineras, entre otros, informó el sitio Mining Press Perú.
En su análisis los integrantes de la Asamblea General Extraordinaria del Organismo Latinoamericano de Minería (OLAMI) indicaron como necesario impulsar y consolidar fortalecimiento de la institucionalidad en sus tareas de control y fiscalización de las actividades mineras formales e informales.
Remarcaron que promueven “dejar de lado el rumor basado en información sesgada, para dar lugar a la certeza analítica normalizada”.
La declaración fue firmada el 12 de noviembre del año en curso y cita que el estancamiento de la demanda mundial de un gran número de minerales y metales ha influido de manera negativa en los ingresos fiscales de los países y en la rentabilidad de la industria.
También citan que el recorte de las inversiones en exploración ha provocado la parálisis de nuevos proyectos y generalizado el incremento de la presión tributaria que golpea las inversiones en mantenimiento y la redistribución de ingresos a las comunidades y la generación de empleo.
Durante el Primer Congreso Internacional sobre la emergente industria minera en Centroamérica: Retos y Oportunidades, los participantes analizaron los mecanismos que permitan impulsar ese factor en la economía regional.
Los asistentes suscribieron la Declaración de Panamá, en donde se sintetizaron las principales declaraciones y conclusiones del encuentro en donde participaron representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana.
Durante la actividad, las cámaras que acudieron al encuentro se aliaron en una Federación de Cámaras Mineras de Centroamérica y El Caribe. Los temas que se abordaron son la prevención de conflictos en zonas de actividad minera, la realidad de la minería artesanal en Centroamérica, seguridad y salud ocupacional en operaciones mineras, entre otros, informó el sitio Mining Press Perú.
En su análisis los integrantes de la Asamblea General Extraordinaria del Organismo Latinoamericano de Minería (OLAMI) indicaron como necesario impulsar y consolidar fortalecimiento de la institucionalidad en sus tareas de control y fiscalización de las actividades mineras formales e informales.
Remarcaron que promueven “dejar de lado el rumor basado en información sesgada, para dar lugar a la certeza analítica normalizada”.
La declaración fue firmada el 12 de noviembre del año en curso y cita que el estancamiento de la demanda mundial de un gran número de minerales y metales ha influido de manera negativa en los ingresos fiscales de los países y en la rentabilidad de la industria.
También citan que el recorte de las inversiones en exploración ha provocado la parálisis de nuevos proyectos y generalizado el incremento de la presión tributaria que golpea las inversiones en mantenimiento y la redistribución de ingresos a las comunidades y la generación de empleo.