Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Q300 mil por encalada a la vice ¿cuánto por la pierna del bombero?

Redacción República
07 de febrero, 2015

Hace poco tuvimos una interesante discusión con algunos amigos, acerca de la palabra que empieza con P (populismo, no sean mal pensados). Alguien decía que no existe y yo me quedé con la boca abierta. Tal vez el término no es aceptado oficialmente, pero la práctica a la que se refiere existe muy probablemente desde 1930 en América, y en Europa incluso desde finales del siglo XIX.

Quizá la estirada y arcaica Real Academia Española no la aceptado todavía, pero no tarda porque es una palabra de uso común hoy en día. Si ya aceptó palabras como cachureco, paja y guiriguiri, tiene que aceptar este sustantivo que implica un tema muy importante.

Algún día escribiré algo acerca de la RAE, que ha tenido que olvidarse de aquello de “limpia, fija y da esplendor” y ya no norma sino que “registra y aprueba”, porque aunque no nos guste un idioma está vivo y en constante evolución. El problema, claro, es que cuando hay demasiados slangs o jergas que ya no permiten una buena comunicación. Pero, repito, ese es tema para mi tertulia de los viernes mientras jugamos scrabble.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Hay varias definiciones de populismo, la mayoría despectivas derivadas de lo que intentan hacer los políticos con su clientelismo y falsedad para ganar votos. Ya saben, por ejemplo regalan una bolsa de alimentos, no necesariamente nutritivos, pero no mejoran realmente la calidad de vida de esas personas.

Todo es un teatro, los líderes fingen interés en los pobres y dan encendidos discursos a su favor y en contra de quienes según ellos no los dejan progresar. Palabras, palabras, palabras y foto pal feis besando niños y luciendo ropa indígena. Si todo fuera real y las intenciones fueran sinceras, no sería populismo sino otra cosa, la otra temida palabra pero que empieza con R.

Pero es evidente que en nuestro caso, se trata de un juego político que usan varios personajes incluso de diferentes corrientes de pensamiento (algunos ni lo tienen, solo una desmedida ambición de poder y riqueza). Gracias a la palabra con P logran cierto protagonismo y figurar fugazmente, pero no son líderes reales, no son agentes de cambio.

Pero ojo, se ha vuelto una forma tan facilona (adjetivo aceptado por la RAE) de querer ganarse la simpatía de la gente, que se puede dar en cualquier ámbito.

Un amigo me contó que incluso se está colando en los medios de comunicación. No le creí, por eso  nos pusimos a ver un canal de bajo rating que es propiedad de una pareja muy peculiar. Con cero producción y atractivo visual, yo pienso que mejor deberían poner una radio. ¡Qué aburrido!

Pues estas personas, que no me atrevería a llamar ni periodistas ni presentadores siquiera, se la pasan hablando sin parar en contra de todos aquellos que les caen mal para, así lo quieren dar a entender, defender al pueblo. Uno duda inevitablemente de su sinceridad, es imposible no inferir que hay otras intenciones detrás de su eterna arenga contra los empresarios, por ejemplo, a quienes acusas de cada cosa. Incluso de temas serios como terrorismo, corrupción, lavado de dinero, tráfico de influencias, entre otras linduras, sin ninguna prueba de ningún tipo. Sin otra actividad que hablar mal de los demás, se sientan frente a la cámara como a dar misa, sin proponer nada, sin trabajar ellos mismos en nada para cambiar la realidad que tanto critican.

Pero las dudas crecen cuando uno se da cuenta que ese canal de televisión le da espacios a partidos que están en decadencia, como el que fundó el dueño de El Gráfico pero que ha mutado demasiado y apoya al ex presidente convicto, a un ex presidente prófugo de la ley que no se atreve a venir a Guatemala y que vive exiliado en Panamá.

Otra cosa sospechosa, es que ellos dicen que por casualidad el partido del candidato presidencial de la corbata roja y lentes de hípster ocupa el mismo terreno que el canal, pero que no tienen nada que ver. Igual que el hecho de que atacan a los que son molestos e incómodos para ese partido sin escrúpulos.

En esos sus programas, que pueden ser una medicina contra el insomnio, la conductora estrella han dicho al aire y con mucho orgullo que Portillo ha sido el mejor presidente de la época democrática de Guatemala. Permítame que vomite. Piuk.

Enfrascados en sus diatribas populistas, no aprovechan el tiempo aire para hablar de temas realmente importantes. Como el hecho, solo por poner un ejemplo, que a los médicos no les han pagado sus sueldos y que viven haciendo milagros para atender a la gente. Mientras en el congreso los diputados se niegan a trabajar a pesar de que sus sueldos sí están al día.

O el hecho de que la vice está pidiendo Q300 mil en desagravio de la enharinada del 2014, alegando los gastos por tratamientos médicos. ¿Qué? ¿Le pusieron un ojo biónico o algo así? Si le dan esa cantidad, me encantaría que lo donara a un hospital o a una escuela, como hacen los ricos que tienen conciencia cuando reciben una indemnización.

Ya que anda de alagartada (palabra que sí está aceptada por la RAE) que pida derechos del video donde se ve cuando le echan el polvo blanco. Solo yo lo he visto ya cientos de veces y no me cansa. Eso sí es televisión de realidad, hasta debería hacer un reality show pero eso ya no le conviene porque estaría expuesta en sus movidas chuecas y en su descabellada vanidad.

Pero como aquí se vale soñar y sigo siendo una idealista que cree en cuentos de hadas, sería bueno que si le dieran ese dinero, doña B. se lo dé al bombero que perdió la pierna a manos de un conductor bolo (chapinismo todavía no aceptado equivalente a ebrio) por atender un accidente, trabajo por el cual ni siquiera cobraba. Lo único que él quiere es una oportunidad para seguir luchando por sus hijas. ¿Qué le parece mi idea señora re bonita?

Q300 mil por encalada a la vice ¿cuánto por la pierna del bombero?

Redacción República
07 de febrero, 2015

Hace poco tuvimos una interesante discusión con algunos amigos, acerca de la palabra que empieza con P (populismo, no sean mal pensados). Alguien decía que no existe y yo me quedé con la boca abierta. Tal vez el término no es aceptado oficialmente, pero la práctica a la que se refiere existe muy probablemente desde 1930 en América, y en Europa incluso desde finales del siglo XIX.

Quizá la estirada y arcaica Real Academia Española no la aceptado todavía, pero no tarda porque es una palabra de uso común hoy en día. Si ya aceptó palabras como cachureco, paja y guiriguiri, tiene que aceptar este sustantivo que implica un tema muy importante.

Algún día escribiré algo acerca de la RAE, que ha tenido que olvidarse de aquello de “limpia, fija y da esplendor” y ya no norma sino que “registra y aprueba”, porque aunque no nos guste un idioma está vivo y en constante evolución. El problema, claro, es que cuando hay demasiados slangs o jergas que ya no permiten una buena comunicación. Pero, repito, ese es tema para mi tertulia de los viernes mientras jugamos scrabble.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Hay varias definiciones de populismo, la mayoría despectivas derivadas de lo que intentan hacer los políticos con su clientelismo y falsedad para ganar votos. Ya saben, por ejemplo regalan una bolsa de alimentos, no necesariamente nutritivos, pero no mejoran realmente la calidad de vida de esas personas.

Todo es un teatro, los líderes fingen interés en los pobres y dan encendidos discursos a su favor y en contra de quienes según ellos no los dejan progresar. Palabras, palabras, palabras y foto pal feis besando niños y luciendo ropa indígena. Si todo fuera real y las intenciones fueran sinceras, no sería populismo sino otra cosa, la otra temida palabra pero que empieza con R.

Pero es evidente que en nuestro caso, se trata de un juego político que usan varios personajes incluso de diferentes corrientes de pensamiento (algunos ni lo tienen, solo una desmedida ambición de poder y riqueza). Gracias a la palabra con P logran cierto protagonismo y figurar fugazmente, pero no son líderes reales, no son agentes de cambio.

Pero ojo, se ha vuelto una forma tan facilona (adjetivo aceptado por la RAE) de querer ganarse la simpatía de la gente, que se puede dar en cualquier ámbito.

Un amigo me contó que incluso se está colando en los medios de comunicación. No le creí, por eso  nos pusimos a ver un canal de bajo rating que es propiedad de una pareja muy peculiar. Con cero producción y atractivo visual, yo pienso que mejor deberían poner una radio. ¡Qué aburrido!

Pues estas personas, que no me atrevería a llamar ni periodistas ni presentadores siquiera, se la pasan hablando sin parar en contra de todos aquellos que les caen mal para, así lo quieren dar a entender, defender al pueblo. Uno duda inevitablemente de su sinceridad, es imposible no inferir que hay otras intenciones detrás de su eterna arenga contra los empresarios, por ejemplo, a quienes acusas de cada cosa. Incluso de temas serios como terrorismo, corrupción, lavado de dinero, tráfico de influencias, entre otras linduras, sin ninguna prueba de ningún tipo. Sin otra actividad que hablar mal de los demás, se sientan frente a la cámara como a dar misa, sin proponer nada, sin trabajar ellos mismos en nada para cambiar la realidad que tanto critican.

Pero las dudas crecen cuando uno se da cuenta que ese canal de televisión le da espacios a partidos que están en decadencia, como el que fundó el dueño de El Gráfico pero que ha mutado demasiado y apoya al ex presidente convicto, a un ex presidente prófugo de la ley que no se atreve a venir a Guatemala y que vive exiliado en Panamá.

Otra cosa sospechosa, es que ellos dicen que por casualidad el partido del candidato presidencial de la corbata roja y lentes de hípster ocupa el mismo terreno que el canal, pero que no tienen nada que ver. Igual que el hecho de que atacan a los que son molestos e incómodos para ese partido sin escrúpulos.

En esos sus programas, que pueden ser una medicina contra el insomnio, la conductora estrella han dicho al aire y con mucho orgullo que Portillo ha sido el mejor presidente de la época democrática de Guatemala. Permítame que vomite. Piuk.

Enfrascados en sus diatribas populistas, no aprovechan el tiempo aire para hablar de temas realmente importantes. Como el hecho, solo por poner un ejemplo, que a los médicos no les han pagado sus sueldos y que viven haciendo milagros para atender a la gente. Mientras en el congreso los diputados se niegan a trabajar a pesar de que sus sueldos sí están al día.

O el hecho de que la vice está pidiendo Q300 mil en desagravio de la enharinada del 2014, alegando los gastos por tratamientos médicos. ¿Qué? ¿Le pusieron un ojo biónico o algo así? Si le dan esa cantidad, me encantaría que lo donara a un hospital o a una escuela, como hacen los ricos que tienen conciencia cuando reciben una indemnización.

Ya que anda de alagartada (palabra que sí está aceptada por la RAE) que pida derechos del video donde se ve cuando le echan el polvo blanco. Solo yo lo he visto ya cientos de veces y no me cansa. Eso sí es televisión de realidad, hasta debería hacer un reality show pero eso ya no le conviene porque estaría expuesta en sus movidas chuecas y en su descabellada vanidad.

Pero como aquí se vale soñar y sigo siendo una idealista que cree en cuentos de hadas, sería bueno que si le dieran ese dinero, doña B. se lo dé al bombero que perdió la pierna a manos de un conductor bolo (chapinismo todavía no aceptado equivalente a ebrio) por atender un accidente, trabajo por el cual ni siquiera cobraba. Lo único que él quiere es una oportunidad para seguir luchando por sus hijas. ¿Qué le parece mi idea señora re bonita?