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De la "mano dura" a #JusticiaYa, el gobierno de Pérez Molina

Redacción República
14 de junio, 2015

Otto Pérez Molina, al inicio de su campaña, se mostró siempre como un hombre serio y duro. El lema del partido que fundó y el cual lo llevó a la Presidencia, incluso era “mano dura”. Logró llegar al poder, en gran parte, por haber logrado convencer a la población que su Gobierno mejoraría la seguridad del país. Pero ahora, enfrenta una crisis mucho peor de lo que hubiera podido imaginar.

En 2011 Pérez Molina estaba en campaña: ese año llegó al poder. Al principio, la imagen que proyectaba era la de un hombre rudo, alguien que con “mano dura” lograría mejorar al país. Durante la segunda vuelta se presentó como alguien que, además, sonreía; alguien no tan duro.

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El 14 de enero de 2012, Otto Pérez Molina asumió oficialmente como presidente de Guatemala. Logró su objetivo, y en su rostro se podía observar.

Y durante el resto de su gobierno, el mandatario siempre se mantuvo como alguien firme. Utilizaba un tono grave. Era alguien con una posición dura, al menos en cuanto a su imagen.

El jueves 16 de abril de 2015, una investigación hecha en coordinación por el Ministerio Público (MP) y la CICIG logró la desarticulación de una red dedicada a la defraudación aduanera. Por el caso fueron detenidos altos funcionarios de la SAT, así como mandos medios. El hecho, además, involucró a Juan Carlos Monzón, exsecretario privado de Roxana Baldetti, como el cabecilla del grupo criminal. Monzón aún continúa prófugo de la justicia. Este escándalo marcó el inicio de una nueva etapa en la historia de Guatemala.

Después de los escándalos

Aunque en varias ocasiones se mostró en contra de ampliar el mandato de la CICIG, luego que esta fuera parte fundamental para desarticular el caso La Línea, el 23 de abril, dijo que solicitaría la prórroga ante la ONU.

Iniciaron las manifestaciones por los casos de corrupción. Dio inicio la mayor crisis política que ha vivido el país. La población comenzó a salir a las calles para exigir reformas pero, además, la renuncia de Roxana Baldetti y Otto Pérez.

Así, el viernes 8 de mayo, en conferencia de prensa en Casa Presidencial, el hombre del rostro duro y, a veces, sonriente. Otto Pérez, quien empuñaba su mano y ofrecía con voz áspera “mano dura”, anunció la renuncia de Baldetti.

Se veía apagado, tenía ojeras y con voz entrecortada dio a conocer la dimisión de su compañera en el Gobierno.

Ahora Otto Pérez no se enfrenta únicamente a su posible vinculación con La Línea, sino también ante otro escándalo desatado dentro del Seguro Social por contratos anómalos, al caso se le llamó IGSS-PISA.

Además, volvió a verse derrotado cuando, durante una conferencia, estuvo con el rostro cabizbajo y al lado del embajador de Estados Unidos Todd Robinson – en el podio. Ese día se anunció la colaboración del país norteamericano para realizar pruebas de polígrafo a empleados de la SAT.

El presidente Otto Perez Molina ofreció una conferencia de prensa junto al ministro de finanzas publicas Dorval Carias y el embajador de Estados Unidos en Guatemala Todd Robinson.

La renuncia de Otto Pérez Molina es una de las exigencias que más suena ahora. Esta semana, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dio trámite para que el Congreso conociera el antejuicio contra el mandatario, y el cual fue planteado por el diputado de Winaq Amílcar Pop.

Y este viernes 12 de junio, el Congreso conoció el proceso contra el mandatario y nombró a la comisión pesquisidora que decidirá si se le retira o no la inmunidad al mandatario.

De la "mano dura" a #JusticiaYa, el gobierno de Pérez Molina

Redacción República
14 de junio, 2015

Otto Pérez Molina, al inicio de su campaña, se mostró siempre como un hombre serio y duro. El lema del partido que fundó y el cual lo llevó a la Presidencia, incluso era “mano dura”. Logró llegar al poder, en gran parte, por haber logrado convencer a la población que su Gobierno mejoraría la seguridad del país. Pero ahora, enfrenta una crisis mucho peor de lo que hubiera podido imaginar.

En 2011 Pérez Molina estaba en campaña: ese año llegó al poder. Al principio, la imagen que proyectaba era la de un hombre rudo, alguien que con “mano dura” lograría mejorar al país. Durante la segunda vuelta se presentó como alguien que, además, sonreía; alguien no tan duro.

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El 14 de enero de 2012, Otto Pérez Molina asumió oficialmente como presidente de Guatemala. Logró su objetivo, y en su rostro se podía observar.

Y durante el resto de su gobierno, el mandatario siempre se mantuvo como alguien firme. Utilizaba un tono grave. Era alguien con una posición dura, al menos en cuanto a su imagen.

El jueves 16 de abril de 2015, una investigación hecha en coordinación por el Ministerio Público (MP) y la CICIG logró la desarticulación de una red dedicada a la defraudación aduanera. Por el caso fueron detenidos altos funcionarios de la SAT, así como mandos medios. El hecho, además, involucró a Juan Carlos Monzón, exsecretario privado de Roxana Baldetti, como el cabecilla del grupo criminal. Monzón aún continúa prófugo de la justicia. Este escándalo marcó el inicio de una nueva etapa en la historia de Guatemala.

Después de los escándalos

Aunque en varias ocasiones se mostró en contra de ampliar el mandato de la CICIG, luego que esta fuera parte fundamental para desarticular el caso La Línea, el 23 de abril, dijo que solicitaría la prórroga ante la ONU.

Iniciaron las manifestaciones por los casos de corrupción. Dio inicio la mayor crisis política que ha vivido el país. La población comenzó a salir a las calles para exigir reformas pero, además, la renuncia de Roxana Baldetti y Otto Pérez.

Así, el viernes 8 de mayo, en conferencia de prensa en Casa Presidencial, el hombre del rostro duro y, a veces, sonriente. Otto Pérez, quien empuñaba su mano y ofrecía con voz áspera “mano dura”, anunció la renuncia de Baldetti.

Se veía apagado, tenía ojeras y con voz entrecortada dio a conocer la dimisión de su compañera en el Gobierno.

Ahora Otto Pérez no se enfrenta únicamente a su posible vinculación con La Línea, sino también ante otro escándalo desatado dentro del Seguro Social por contratos anómalos, al caso se le llamó IGSS-PISA.

Además, volvió a verse derrotado cuando, durante una conferencia, estuvo con el rostro cabizbajo y al lado del embajador de Estados Unidos Todd Robinson – en el podio. Ese día se anunció la colaboración del país norteamericano para realizar pruebas de polígrafo a empleados de la SAT.

El presidente Otto Perez Molina ofreció una conferencia de prensa junto al ministro de finanzas publicas Dorval Carias y el embajador de Estados Unidos en Guatemala Todd Robinson.

La renuncia de Otto Pérez Molina es una de las exigencias que más suena ahora. Esta semana, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dio trámite para que el Congreso conociera el antejuicio contra el mandatario, y el cual fue planteado por el diputado de Winaq Amílcar Pop.

Y este viernes 12 de junio, el Congreso conoció el proceso contra el mandatario y nombró a la comisión pesquisidora que decidirá si se le retira o no la inmunidad al mandatario.