Atención primaria en salud, cambio de comportamiento, agua y saneamiento y disponibilidad de alimentos y economía familiar, son los cuatro pilares en los cuales descansa la Estrategia Nacional para la Prevención de la Desnutrición Crónica, plan que pretende reducir en un 10% ese mal que afecta a un 46.7% de la población infantil, según el Ministerio de Salud, que mide este problema en menores de cero a cinco años.
Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz y Chiquimula, son los departamentos priorizados en la primera fase. Se decidió empezar por estas áreas porque “hay una intersección muy dolorosa de desnutrición crónica, sumado a mortalidad infantil y mortalidad materna”, expresó Andrés Botrán, Comisionado Presidencial para la Reducción de la Desnutrición Crónica, quien añadió que la segunda fase abarcará San Marcos, Totonicapán y Sololá.
El funcionario explicó que estos siete departamentos requieren atención prioritaria y ahí se centrarán los programas de atención que van desde el embarazo hasta asegurar el crecimiento de niños sanos.
Los ejes de la estrategia fueron discutidos y acordados por diferentes sectores y expertos en el tema, quienes durante un mes y medio analizaron cómo prevenir la desnutrición crónica, subrayó Botrán
Urgen atención
El presidente Jimmy Morales, quien juramentó a los miembros del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN), subrayó la necesidad de atender el problema porque Guatemala ocupa el quinto lugar en el mundo en desnutrición infantil y 4 de cada 10 menores la padecen y empeora en la población indígena porque se estima que 8 de cada 10 niños son afectados, según Unicef.
El mandatario hizo un llamado a la ciudadanía para apoyar la estrategia mediante la fiscalización y pidió a los alcaldes esforzarse para solucionar el tema de agua y saneamiento, mientras que al sector privado le pidió estar atento y apoyar a los colaboradores y sus familias para prevenir el mal. En tanto que solicitó a la comunidad internacional seguir apoyando esta iniciativa.
Botrán insistió en la gravedad del problema porque “la mitad de la población guatemalteca es desnutrida crónica” y por ello se requiere la participación de toda la población para prevenir y combatir el mal.
Atención primaria en salud, cambio de comportamiento, agua y saneamiento y disponibilidad de alimentos y economía familiar, son los cuatro pilares en los cuales descansa la Estrategia Nacional para la Prevención de la Desnutrición Crónica, plan que pretende reducir en un 10% ese mal que afecta a un 46.7% de la población infantil, según el Ministerio de Salud, que mide este problema en menores de cero a cinco años.
Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz y Chiquimula, son los departamentos priorizados en la primera fase. Se decidió empezar por estas áreas porque “hay una intersección muy dolorosa de desnutrición crónica, sumado a mortalidad infantil y mortalidad materna”, expresó Andrés Botrán, Comisionado Presidencial para la Reducción de la Desnutrición Crónica, quien añadió que la segunda fase abarcará San Marcos, Totonicapán y Sololá.
El funcionario explicó que estos siete departamentos requieren atención prioritaria y ahí se centrarán los programas de atención que van desde el embarazo hasta asegurar el crecimiento de niños sanos.
Los ejes de la estrategia fueron discutidos y acordados por diferentes sectores y expertos en el tema, quienes durante un mes y medio analizaron cómo prevenir la desnutrición crónica, subrayó Botrán
Urgen atención
El presidente Jimmy Morales, quien juramentó a los miembros del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN), subrayó la necesidad de atender el problema porque Guatemala ocupa el quinto lugar en el mundo en desnutrición infantil y 4 de cada 10 menores la padecen y empeora en la población indígena porque se estima que 8 de cada 10 niños son afectados, según Unicef.
El mandatario hizo un llamado a la ciudadanía para apoyar la estrategia mediante la fiscalización y pidió a los alcaldes esforzarse para solucionar el tema de agua y saneamiento, mientras que al sector privado le pidió estar atento y apoyar a los colaboradores y sus familias para prevenir el mal. En tanto que solicitó a la comunidad internacional seguir apoyando esta iniciativa.
Botrán insistió en la gravedad del problema porque “la mitad de la población guatemalteca es desnutrida crónica” y por ello se requiere la participación de toda la población para prevenir y combatir el mal.