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La sequía agrava reducción del caudal de los ríos

Eder Juarez
19 de abril, 2016

Los niveles de los ríos en la costa sur mantienen un déficit por la prolongada sequía de los últimos dos años, principalmente en los ríos: Sís, Madre Vieja, Achiguate y Guacalate, según el monitoreo del Instituto de Sismología Vulcanología Meteorología e Hidrología (Insivumeh)

De acuerdo con la entidad, en los últimos años se ha tenido una reducción en el caudal de los afluentes por el Fenómeno El Niño. Según el foro climático realizado la semana pasada, el fenómeno se está debilitando, es decir, que la canícula prevista para entre el 8 y 15 de julio tendrá un impacto menor comparado con el 2014 y 2015, no será prolongada, pero lo ocurrido en años pasados marcó los caudales.

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Por su parte, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), señala que algunos afluentes, como el Samalá,  también son afectados por la actividad volcánica.

Según la Conred, la actividad del volcán Santiaguito genera una merma en el caudal de los ríos que nacen las faldas del área, porque desciende material volcánico y genera un tope en los ríos Nimá 1 y 2, que son los afluentes del Samalá, a su vez, al bloquear el caudal, se incrementan las probabilidades de inundaciones en la parte baja de Retalhuleu.

Eddy Sánchez, director del Insivumeh, explica que la disminución del caudal de los ríos se registra en la zona del pacifico, pero también en el río Motagua y en algunos del noroccidente del país.

No solo por riego de siembras

Sánchez indica que el déficit se ha notado a partir de febrero, y “los que notoriamente mostraron una merma fueron los ríos del área del pacifico porque “es donde más se explota el agua superficial para el riego agroindustrial; sin embargo, el déficit hídrico también se está marcando en ríos donde no hay explotación para las siembras, debido al mal comportamiento del invierno a partir de 2014 por el Fenómeno El Niño”.

El experto señala que no existió una recarga en los acuíferos, agravando “notablemente” el caudal de los ríos. De acuerdo con el funcionario, para “este año la tendencia del invierno será anómala, deficitaria y tardía; el invierno se establecería hasta la tercera semana de mayo”.

De acuerdo con Sánchez, “la sequía agrava el problema porque los afluentes son una respuesta de cómo se ha comportado el invierno y el déficit del caudal hídrico es porque desde el invierno pasado no tuvieron suficiente recarga, es decir que llueve y tarda algunos meses en hacer infiltración, no hay respuesta inmediata o de sostenibilidad en el caudal”.

Por su parte, Carla Caballeros, directora Ejecutiva de la Cámara del Agro, dice que el Instituto del Cambio Climático reportó que la ausencia de lluvias es porque el invierno fue tardío, además de las alertas en cuanto al Fenómeno El Niño, vigentes en Guatemala y en el mundo, a partir del año pasado.

Caballeros indica que ya en 2015 “se conocía la disminución de los flujos y las capacidades fluviales, así como el volumen en los caudales hidrológicos, precisamente por el citado fenómeno.. Además, expresa que cada uno de los sectores productivos se preparó, dependiendo del cultivo.

“Los momentos y las etapas de siembra son diferentes para los sectores productivos, no es lo mismo la etapa de siembra y cosecha para la caña de azúcar que para las frutas, vegetales u otro cultivos, entonces cada sector y cada empresa toma sus decisiones considerando el clima, por lo grave y serio que resultaría el Fenómeno El Niño este año”.

Para dimensionar la gravedad del problema y por citar un ejemplo, las mediciones del Insivumeh respecto a los afluentes, muestran que el río Sís, en Suchitepéquez, tiene un caudal por debajo del mínimo. Los niveles normales del río son, mínimo: 0.61 mts, máximo: 2.25 y actualmente la medición dice  0.39, marcando un severo déficit.

Otro caso es el del río Madre Vieja, en ese departamento, el cual registra un caudal actual de 0.16 mts ahora, cuando su mínimo es de  0.38 mts y máximo de 4.00 mts.

Con información de Giovani Pérez

La sequía agrava reducción del caudal de los ríos

Eder Juarez
19 de abril, 2016

Los niveles de los ríos en la costa sur mantienen un déficit por la prolongada sequía de los últimos dos años, principalmente en los ríos: Sís, Madre Vieja, Achiguate y Guacalate, según el monitoreo del Instituto de Sismología Vulcanología Meteorología e Hidrología (Insivumeh)

De acuerdo con la entidad, en los últimos años se ha tenido una reducción en el caudal de los afluentes por el Fenómeno El Niño. Según el foro climático realizado la semana pasada, el fenómeno se está debilitando, es decir, que la canícula prevista para entre el 8 y 15 de julio tendrá un impacto menor comparado con el 2014 y 2015, no será prolongada, pero lo ocurrido en años pasados marcó los caudales.

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Por su parte, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), señala que algunos afluentes, como el Samalá,  también son afectados por la actividad volcánica.

Según la Conred, la actividad del volcán Santiaguito genera una merma en el caudal de los ríos que nacen las faldas del área, porque desciende material volcánico y genera un tope en los ríos Nimá 1 y 2, que son los afluentes del Samalá, a su vez, al bloquear el caudal, se incrementan las probabilidades de inundaciones en la parte baja de Retalhuleu.

Eddy Sánchez, director del Insivumeh, explica que la disminución del caudal de los ríos se registra en la zona del pacifico, pero también en el río Motagua y en algunos del noroccidente del país.

No solo por riego de siembras

Sánchez indica que el déficit se ha notado a partir de febrero, y “los que notoriamente mostraron una merma fueron los ríos del área del pacifico porque “es donde más se explota el agua superficial para el riego agroindustrial; sin embargo, el déficit hídrico también se está marcando en ríos donde no hay explotación para las siembras, debido al mal comportamiento del invierno a partir de 2014 por el Fenómeno El Niño”.

El experto señala que no existió una recarga en los acuíferos, agravando “notablemente” el caudal de los ríos. De acuerdo con el funcionario, para “este año la tendencia del invierno será anómala, deficitaria y tardía; el invierno se establecería hasta la tercera semana de mayo”.

De acuerdo con Sánchez, “la sequía agrava el problema porque los afluentes son una respuesta de cómo se ha comportado el invierno y el déficit del caudal hídrico es porque desde el invierno pasado no tuvieron suficiente recarga, es decir que llueve y tarda algunos meses en hacer infiltración, no hay respuesta inmediata o de sostenibilidad en el caudal”.

Por su parte, Carla Caballeros, directora Ejecutiva de la Cámara del Agro, dice que el Instituto del Cambio Climático reportó que la ausencia de lluvias es porque el invierno fue tardío, además de las alertas en cuanto al Fenómeno El Niño, vigentes en Guatemala y en el mundo, a partir del año pasado.

Caballeros indica que ya en 2015 “se conocía la disminución de los flujos y las capacidades fluviales, así como el volumen en los caudales hidrológicos, precisamente por el citado fenómeno.. Además, expresa que cada uno de los sectores productivos se preparó, dependiendo del cultivo.

“Los momentos y las etapas de siembra son diferentes para los sectores productivos, no es lo mismo la etapa de siembra y cosecha para la caña de azúcar que para las frutas, vegetales u otro cultivos, entonces cada sector y cada empresa toma sus decisiones considerando el clima, por lo grave y serio que resultaría el Fenómeno El Niño este año”.

Para dimensionar la gravedad del problema y por citar un ejemplo, las mediciones del Insivumeh respecto a los afluentes, muestran que el río Sís, en Suchitepéquez, tiene un caudal por debajo del mínimo. Los niveles normales del río son, mínimo: 0.61 mts, máximo: 2.25 y actualmente la medición dice  0.39, marcando un severo déficit.

Otro caso es el del río Madre Vieja, en ese departamento, el cual registra un caudal actual de 0.16 mts ahora, cuando su mínimo es de  0.38 mts y máximo de 4.00 mts.

Con información de Giovani Pérez