Unas 450 hectáreas de bosque han sido destruidas por incendios forestales entre febrero y lo que va de abril, debido principalmente a la prolongada sequía que afecta a la región centroamericana, informó este martes el estatal Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
Del total de hectáreas afectadas, 200 corresponden a un incendio activo en el volcán Chingo, en el departamento suroriental de Jutiapa, fronterizo con El Salvador, dijo a periodistas José Pablo Coyoy, vocero de CONAP.
Coyoy explicó que el siniestro se inició el domingo pasado y que durante la emergencia se extravió un bombero forestal que fue localizado ileso en la madrugada de este martes.
El funcionario detalló que al menos 150 incendios forestales han sido reportados en los departamentos de Jutiapa, Totonicapán y Quiché, en el altiplano occidental, que enfrenta altas temperaturas vinculadas al fenómeno de El Niño.
Según datos del Conap, durante la pasada temporada seca -de noviembre 2014 a mayo 2015-, unas 12.000 hectáreas de bosque fueron dañadas por el fuego.
Estudios del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales indican que los incendios provocan la pérdida de la cobertura forestal y que los suelos quedan expuestos al viento y la lluvia, facilitando la erosión, además de que se afecta la producción y que aumenta el riesgo de deslaves.
Unas 450 hectáreas de bosque han sido destruidas por incendios forestales entre febrero y lo que va de abril, debido principalmente a la prolongada sequía que afecta a la región centroamericana, informó este martes el estatal Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
Del total de hectáreas afectadas, 200 corresponden a un incendio activo en el volcán Chingo, en el departamento suroriental de Jutiapa, fronterizo con El Salvador, dijo a periodistas José Pablo Coyoy, vocero de CONAP.
Coyoy explicó que el siniestro se inició el domingo pasado y que durante la emergencia se extravió un bombero forestal que fue localizado ileso en la madrugada de este martes.
El funcionario detalló que al menos 150 incendios forestales han sido reportados en los departamentos de Jutiapa, Totonicapán y Quiché, en el altiplano occidental, que enfrenta altas temperaturas vinculadas al fenómeno de El Niño.
Según datos del Conap, durante la pasada temporada seca -de noviembre 2014 a mayo 2015-, unas 12.000 hectáreas de bosque fueron dañadas por el fuego.
Estudios del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales indican que los incendios provocan la pérdida de la cobertura forestal y que los suelos quedan expuestos al viento y la lluvia, facilitando la erosión, además de que se afecta la producción y que aumenta el riesgo de deslaves.