En un extremo oeste de la ciudad capital, un lugar conocido por los chicharrones y el chocolate, nace en una vivienda de la cabecera municipal, un 23 de septiembre de 1980, Neto Bran. Treinta y seis años más tarde, la población lo ve convertido en el alcalde de Mixco.
Neto es el mayor de tres hermanos y es hijo de Ernesto Bran y de Ernestina Montenegro. Desde su infancia se involucró en los negocios de sus padres, vendiendo ropa de paca en la calles del lugar.
“Vendía paca en los mercados cuando apenas era un mocoso, pero siempre soñaba ser alcalde de mi pueblo”, afirma el jefe edil.
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La vida estudiantil para Bran no fue fácil. Era un poco inquieto y no tan bueno en los deportes, lo cual lo convirtió en víctima de bullying cuando cursaba la primaria en el colegio Nuevo Jardín.
“Era malo para el futbol, basquetbol, voleibol, los cincos, trompo, yoyo… la verdad, era muy bruto. Además, me molestaban por mis dientes, porque de niño padecí de problemas respiratorios, entonces, mis padres, en su afán por curarme me daban penicilina, razón por la cual, cuando me salieron mis dientes, estaban amarillos”.
Siguen las burlas
El colegio San Pablo sería el destino de Bran para cursar los básicos; en ese centro de estudios, el bullying fue más intenso. Así lo relató:
“Por ser un colegio de la capital y yo de un municipio, los estudiantes me molestaban más, pues aparte de todos mis defectos se sumaba lo que ellos creían que era uno más: por ser de Mixco, me decían que era indio”, recuerda.
Ya graduado de Perito Contador, empezó sus estudios universitarios. Optó por Publicidad y Ciencias de la Comunicación en la Universidad San Carlos de Guatemala, además de tener estudios en Gestión y Administración Municipal, Administración Pública y Estrategia Política.
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De la mano del estudio inició su carrera laboral como ejecutivo de ventas, una experiencia que le traería recuerdos de su infancia debido al trabajo que sus padres desarrollaban. Ya en 2004 prestó servicios profesionales de asesoramiento de negocios, ventas y administración de redes a empresas de tecnología.
El alcalde relata que siempre se interesó por las tradiciones y costumbres del municipio de Mixco, por lo que no le costó tomar la decisión de integrar las diferentes organizaciones nativas más antiguas del pueblo que buscan promover, fortalecer y proteger la identidad cultural del lugar.
Carrera política
Con el sueño siempre presente de ser alcalde, arrancó su carrera política como fundador del Comité Cívico Municipal. En las Elecciones Generales de 2011 participó como candidato a jefe edil de Mixco por el Partido de Avanzada Nacional PAN, y quedó en un cuarto lugar. En 2015 de nuevo ingresó en la contienda por la alcaldía municipal con el partido Movimiento Reformador y fue así como alzó la vara edilicia de la localidad.
“Hace un año nadie daba un centavo por mí. Yo me subía a más de 70 buses diarios con un mi megáfono y le decía a la gente soy candidato a alcalde y que me había subido, porque no tenía pisto para radio, televisión ni prensa; así fue como me convertí en el alcalde de mi pueblo”, recuerda.
A la fecha, uno de los tantos retos es combatir la delincuencia y la seguridad. Según Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), Mixco es considerado el municipio más violento. Otro problema que aqueja a los vecinos son las extorsiones. Un caso reciente de este flagelo se originó en el mercado La Divina Providencia, en la zona 1, donde ante la intimidación, Bran anunció el traslado de su oficina al lugar.
Para Juan Francisco Morales, ex candidato a la comuna de Mixco por el partido CREO, la gestión de Bran está enfocada a un poco de protagonismo:
“Protagonismo en sus redes, en un mercado, con una pistola en su cintura. Visualizamos falta de seriedad en su gestión. Los problemas de fondo de Mixco no están resueltos y desconocemos un plan de trabajo. Necesitamos que nos diga cuál es la solución del transporte, agua y seguridad.”
Pero, ¿qué piensan algunos mixqueños de las medidas de Bran durante su gestión? Para Amarilis Lorenza, ama de casa, hay esperanza de un cambio: “Pienso que está excelente, porque se ve que tiene el control de Mixco, y con la ayuda de Dios y de él, que está poniendo más seguridad, se va a calmar la situación”.
Eswin Cárdenas, ciudadano mixqueño, asegura que ya se ve un cambio: “Está excelente, está velando por la ciudadanía de Mixco, poniendo más seguridad, incluso en el mercado; creo que han disminuido los hechos violentos en los últimos meses”.
También están quienes no consideran que haya muchos avances, pero le dan el beneficio de la duda: “Lo veo como un alcalde muy mediático, pero con pocos resultados. Al menos, buena voluntad tiene, pero habrá que esperar un poco más para ver si ya hay cosas más concretas”, refiere Antonio Borrayo, propietario de una tienda cercana al Parque Central.
Bran se ha caracterizado en estos ocho meses de gestión por sus decisiones poco ortodoxas y lo mediático de su gestión. Con ello ha causado que las expectativas en torno a su gestión sean cada vez más altas. Se hizo realidad el sueño del niño que deseaba ser alcalde de Mixco, y ahora le toca convertir, también en una realidad, los anhelos de desarrollo y seguridad de todos sus vecinos.
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En un extremo oeste de la ciudad capital, un lugar conocido por los chicharrones y el chocolate, nace en una vivienda de la cabecera municipal, un 23 de septiembre de 1980, Neto Bran. Treinta y seis años más tarde, la población lo ve convertido en el alcalde de Mixco.
Neto es el mayor de tres hermanos y es hijo de Ernesto Bran y de Ernestina Montenegro. Desde su infancia se involucró en los negocios de sus padres, vendiendo ropa de paca en la calles del lugar.
“Vendía paca en los mercados cuando apenas era un mocoso, pero siempre soñaba ser alcalde de mi pueblo”, afirma el jefe edil.
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La vida estudiantil para Bran no fue fácil. Era un poco inquieto y no tan bueno en los deportes, lo cual lo convirtió en víctima de bullying cuando cursaba la primaria en el colegio Nuevo Jardín.
“Era malo para el futbol, basquetbol, voleibol, los cincos, trompo, yoyo… la verdad, era muy bruto. Además, me molestaban por mis dientes, porque de niño padecí de problemas respiratorios, entonces, mis padres, en su afán por curarme me daban penicilina, razón por la cual, cuando me salieron mis dientes, estaban amarillos”.
Siguen las burlas
El colegio San Pablo sería el destino de Bran para cursar los básicos; en ese centro de estudios, el bullying fue más intenso. Así lo relató:
“Por ser un colegio de la capital y yo de un municipio, los estudiantes me molestaban más, pues aparte de todos mis defectos se sumaba lo que ellos creían que era uno más: por ser de Mixco, me decían que era indio”, recuerda.
Ya graduado de Perito Contador, empezó sus estudios universitarios. Optó por Publicidad y Ciencias de la Comunicación en la Universidad San Carlos de Guatemala, además de tener estudios en Gestión y Administración Municipal, Administración Pública y Estrategia Política.
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De la mano del estudio inició su carrera laboral como ejecutivo de ventas, una experiencia que le traería recuerdos de su infancia debido al trabajo que sus padres desarrollaban. Ya en 2004 prestó servicios profesionales de asesoramiento de negocios, ventas y administración de redes a empresas de tecnología.
El alcalde relata que siempre se interesó por las tradiciones y costumbres del municipio de Mixco, por lo que no le costó tomar la decisión de integrar las diferentes organizaciones nativas más antiguas del pueblo que buscan promover, fortalecer y proteger la identidad cultural del lugar.
Carrera política
Con el sueño siempre presente de ser alcalde, arrancó su carrera política como fundador del Comité Cívico Municipal. En las Elecciones Generales de 2011 participó como candidato a jefe edil de Mixco por el Partido de Avanzada Nacional PAN, y quedó en un cuarto lugar. En 2015 de nuevo ingresó en la contienda por la alcaldía municipal con el partido Movimiento Reformador y fue así como alzó la vara edilicia de la localidad.
“Hace un año nadie daba un centavo por mí. Yo me subía a más de 70 buses diarios con un mi megáfono y le decía a la gente soy candidato a alcalde y que me había subido, porque no tenía pisto para radio, televisión ni prensa; así fue como me convertí en el alcalde de mi pueblo”, recuerda.
A la fecha, uno de los tantos retos es combatir la delincuencia y la seguridad. Según Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), Mixco es considerado el municipio más violento. Otro problema que aqueja a los vecinos son las extorsiones. Un caso reciente de este flagelo se originó en el mercado La Divina Providencia, en la zona 1, donde ante la intimidación, Bran anunció el traslado de su oficina al lugar.
Para Juan Francisco Morales, ex candidato a la comuna de Mixco por el partido CREO, la gestión de Bran está enfocada a un poco de protagonismo:
“Protagonismo en sus redes, en un mercado, con una pistola en su cintura. Visualizamos falta de seriedad en su gestión. Los problemas de fondo de Mixco no están resueltos y desconocemos un plan de trabajo. Necesitamos que nos diga cuál es la solución del transporte, agua y seguridad.”
Pero, ¿qué piensan algunos mixqueños de las medidas de Bran durante su gestión? Para Amarilis Lorenza, ama de casa, hay esperanza de un cambio: “Pienso que está excelente, porque se ve que tiene el control de Mixco, y con la ayuda de Dios y de él, que está poniendo más seguridad, se va a calmar la situación”.
Eswin Cárdenas, ciudadano mixqueño, asegura que ya se ve un cambio: “Está excelente, está velando por la ciudadanía de Mixco, poniendo más seguridad, incluso en el mercado; creo que han disminuido los hechos violentos en los últimos meses”.
También están quienes no consideran que haya muchos avances, pero le dan el beneficio de la duda: “Lo veo como un alcalde muy mediático, pero con pocos resultados. Al menos, buena voluntad tiene, pero habrá que esperar un poco más para ver si ya hay cosas más concretas”, refiere Antonio Borrayo, propietario de una tienda cercana al Parque Central.
Bran se ha caracterizado en estos ocho meses de gestión por sus decisiones poco ortodoxas y lo mediático de su gestión. Con ello ha causado que las expectativas en torno a su gestión sean cada vez más altas. Se hizo realidad el sueño del niño que deseaba ser alcalde de Mixco, y ahora le toca convertir, también en una realidad, los anhelos de desarrollo y seguridad de todos sus vecinos.
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