Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Julio Suárez y los mil 278 días en prisión preventiva

Glenda Sanchez
23 de septiembre, 2018

Han pasado mil 278 días desde que salió a luz el caso IGSS-Pisa, tiempo que lleva en prisión preventiva Julio Roberto Suárez Guerra, exintegrante de la Junta Directiva del IGSS, y quien representaba en el Seguro Social a la Junta Monetaria (JM) como presidente del Banco de Guatemala.

Suárez Guerra es señalado, por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), del Ministerio Público (MP), de fraude, al señalarlo de avalar el contrato irregular suscrito con la droguería PISA de Guatemala S.A., para proporcionar servicios de diálisis peritoneal al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Esos mil 278 días se resumen en tres años y seis meses, que fueron necesarios para concluir el debate oral y público contra Suárez Guerra y 21 personas más. Eso sin contar los seis días que deben pasar para conocer el veredicto del Tribunal Undécimo de Sentencia Penal, que fijó el 26 de septiembre para emitir la sentencia.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Seis días (20 de septiembre día de la entrevista) llenos de “ansiedad e incertidumbre” para Suárez Guerra, quien confía en el análisis y criterio de los jueces para que lo absuelvan, pues el sostiene que es inocente de las acusaciones del Ministerio Público (MP)  y la  Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Fallece el médico Erwin Castañeda, implicado en caso IGSS-Pisa

La entrevista 

Suárez Guerra accedió a una entrevista el jueves 20 de septiembre, seis días antes que se dicte la sentencia en el proceso penal. A pesar de la ansiedad que manifiesta tener, se mantiene optimista.

El reloj marcaba las 8:45 de la mañana cuando inició la conversación. La oficina donde se realiza la entrevista, tiene solo una mesa y cuatro sillas.

Pasaron unos segundos para que Julio Suárez, un hombre alto, de tez blanca, quien viste una camisa gris y una pantalón corto, ingresará en el lugar acordado para hablar. Después de un corto saludo y una disculpa por la demora, inicia la entrevista.


¿Qué pasó el 20 mayo de 2015?

Un suspiro lento lo invade, porque sabe que debe retroceder a uno de los días complicados en su vida, para narrar lo que ha vivido en el proceso y en prisión preventiva. Corre la silla y se sienta.

Antes de responder se toma de la cabeza, cierra sus ojos y dice: “es duro regresar al 20 de mayo de 2015, a ese día de la captura”.

Suárez Guerra: Recuerdo que golpearon la puerta, y al abrir eran los policías y personal del Ministerio Público (MP). Me avisaron que me buscaban y que traían una orden de allanamiento y captura en mi contra. Ese momento fue muy duro. Uno se pregunta qué puede haber hecho, pues toda mi vida he tratado de hacer lo correcto. ¿Por qué, por qué, qué hice? Eran preguntas que no paraba de hacerme”.

-El viento de la mañana aceleró un poco e  interrumpió por un momento su narración, pero segundos después continua.

Suárez Guerra: Logré entender qué ocurría hasta llegar a la Torre de Tribunales. Como le repito, son momentos muy difíciles para una persona que ha luchado por lo que tiene. Jamás he tenido la necesidad de acudir a terceras personas para desarrollar mi carrera profesional o mi trabajo.

He tenido como principio la honestidad, honradez y entrega. Realmente son sentimientos encontrados.

-Se levanta para acomodar la silla plástica. Sigue la conversación y entonces señala que empieza a darse cuenta que este proceso podría demorar mucho tiempo.

¿Qué pasó después de la audiencia de primera declaración?

Llega el día que concluye la audiencia de primera declaración y me ligaron a proceso penal. Fue  muy duro, no sé lo deseo a nadie, y más duro, porque uno sabe que es inocente.

-Sosteniendo su cabeza con las dos manos, inclina su rostro y guarda silencio-

¿Cuál ha sido su fortaleza este tiempo? 

Lo que me ha fortalecido es la familia y mis amigos, he sido afortunado, siempre tengo visitas, incluso amigos que han venido del extranjero a visitarme. Amigos no han faltado.

Siempre recibo visita y muestras de solidaridad durante los tres años y medio que tengo de estar en prisión preventiva.

¿Qué ha sido lo más duro para usted? 

Lo más duro es saber cuándo los derechos se ven afectados y que no haya una interpretación objetiva a la norma jurídica en Guatemala, pues lo digo porque el delito que yo tengo tiene derecho a medida sustitutiva y a pesar que la solicité en tres ocasiones, nunca me la otorgaron.

He concluido que no hay una objetividad clara para aplicar una medida sustitutiva en Guatemala. Hay muchos delitos que permiten la medida en los procesos, pero esto se vuelve complicado, incluso imposible, cuando los casos toman importancia mediática.

Hay muchas cosas que dentro los procesos penales ocasionan atrasos. Los atrasos son una cuestión de doble vía. El Ministerio Público apela todo, todo, y a eso se suma que también los querellantes lo hacen.

¿Cuáles han sido los atrasos en su proceso penal?

Recuerdo que inició el debate en el Tribunal Octavo de Sentencia Penal, pero por varias impugnaciones motivaron a que los jueces del Tribunal se excusaran. Luego para que asignaron otro, pasaron unos seis meses, todo ese periodo fue de incertidumbre, no sabía qué iba a pasar.

Bueno, asignan de nuevo el Tribunal. Ahora el juicio estaría a cargo del Tribunal Noveno. Allí llegamos a 34 audiencias. Avanzó en ese periodo casi un 50 por ciento. Pero ocurre algo muy preocupante, un juez se excusa porque aseguró recibir presiones de una magistrada, la mamá de uno de los implicados en el caso, pero lo preocupante es que esas presiones las recibió meses antes de iniciar el juicio.

Sino me equivoco fue en mayo 2016 y a él (juez Carlos Ruano) le informan que llevaría el caso en agosto y el debate empezó en octubre. Por qué no se excusó desde un principio, lo hizo hasta enero de 2017, cuando ya habían pasado 34 audiencias.

Ese día el juez Carlos Ruano integrante del Tribunal, manifestó que se excusaba de conocer el caso y denunció las presiones de la magistrada. Considero que el juez cometió un acto deshonesto, porque su silencio nos alargó más el proceso, se incrementó nuestra prisión preventiva.

Julio Suárez, fue nombrado presidente del Banco de Guatemala el 1 de octubre del 2014. Foto: Banco de Guatemala.

¿Cuánto tiempo se atrasó el proceso por la excusa del juez Ruano? 

Comenzamos ese 2017, hasta agosto, siete meses después. Pero después que nos asignaron el nuevo Tribunal ya no hubo mayor atraso. Recuerdo que con el Tribunal Undécimo, el único atraso que hubo fue por el MP y la CICIG.

Ellos apelaron la decisión de los jueces del Tribunal de querer escuchar a varios testigos, y pasó un mes para que la Sala de Apelaciones resolviera. Ese fue otro atrasó. De allí en adelante todo avanzó, pero para ello ya pasaron tres años seis meses de prisión preventiva.

Tengo presente que fueron 93 audiencias las que se llevaron a cabo en el debate. Ahora solo esperamos que los jueces valoren las pruebas de una manera objetiva, pues la prisión preventiva es una tortura psicológica, como le repito, que a nadie se la deseo.

¿Por qué decidió enfrentar el debate, no habían otro recursos legales?

Siempre pensé que mi proceso se resolvería rápido, porque estoy seguro que soy una persona inocente, y por ende, desde un principio sostuve que enfrentaría un proceso, estaba convencido en que la justicia tenía que funcionar en Guatemala, pero no fue así.

Sabía que había salidas más rápidas como el procedimiento abreviado, pero para mí no era opción, porque sabía que era inocente. Y no iba a optar por ese juicio abreviado. No podía aceptar algo que no cometí y decidí demostrar la verdad, demostrar mi inocencia.

En el desarrollo del debate de evidenciaron muchas cosas. Al principio los fiscales decían que había un fraude en las compras en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social IGSS por Q116 millones, luego ese monto cambio. Recuerdo que no se pagó nada, por esa razón no hubo fraude.

Luego se habló de defraudación por los tratamientos a los pacientes. En el debate recuerdo que se evidenció que había una fianza de cumplimiento que cubría más del monto de los tratamientos a los pacientes. Me pregunto, ¿por qué no lo hicieron efectivo las nuevas autoridades del IGSS? Hay muy incongruencias, lo cual desvirtúa que hubo una defraudación al Estado.

No comprendo por qué el MP insiste que me asocie para defraudar en complicidad de personal del IGSS, si yo no tenía comunicación o contacto con los empleados, yo llegaba de forma esporádica.

Recuerdo que las enfermeras (os) que eran parte de la Junta Licitadora eran diferentes para cada evento y eran electas de una nómina de 37 empleados que Recursos Humanos mandaba a la gerencia del IGSS. Nómina que incluso depuraba la gerencia.

Ya el listado de 37 bajaba a 31, y ese listado se pasaba para hacer una selección a través de un sistema similar al del Congreso, cuando eligen a los integrantes de una comisión: hay una tómbola y allí se va sacando la bola con un número y letra que identifica a la persona. Un proceso de selección complicado para conocer o tener comunicación previa con ellos.

¿Durante el proceso penal pensó en optar por un procedimiento abreviado?

No, porque soy una persona inocente, y optar por ese procedimiento era aceptar prácticamente la responsabilidad de algo que no cometí. Soy una persona inocente.

En prisión preventiva observé el caso de un joven de Petén. Él estuvo en prisión algunos años, y durante todo ese tiempo supo que era inocente. Llegó el debate y lo condenaron, pero como ya casi había cumplido la pena en prisión preventiva, le tocaba salir, sin embargo para que se comprobará su inocencia, debía apelar la decisión del Tribunal.

Recuerdo que llegó y dijo: ‘creo que ya no apelaré la sentencia, ya no quiero estar en prisión, quiero ir a ver a mi familia, sé que públicamente no voy a poder comprobar mi inocencia, pero sé que mi conciencia está limpia’.

El punto es que (el sistema) muchas veces nos da opciones para  demostrar su inocencia, como este caso, y le repito, muchas veces las personas optan por eso porque estar en prisión preventiva es una tortura psicológica.

La figura de colaborador eficaz existe en los procesos penales, ¿en algún momento fue una opción para usted?

Estoy cociente que otra opción para acelerarel proceso era ser colaborador eficaz, pero tampoco era una opción para mí, porque no sabía nada, no tenía nada que aportar y tampoco conocía que hubieran ilegalidades en el evento de Pisa y del funcionamiento del IGSS.

Se detiene un momento para pensar y añade: Además considero que no es una figura penal positiva, bueno para mí, pues recuerdo que hubo un compañero que lo estaban presionando para que firmará una declaración de colaborador para agilizar un caso, y recuerdo que tras reunirse con personal del MP y la CICIG, ese día regresó asustado y con mucho temor.

Regresó de madrugada, callado y tembloroso, con la cabeza agachada y sin hablar. Fue hasta los días narró que lo querían obligar a firmar una declaración y sino lo hacia, ellos se iban a encargar que no saliera de la cárcel.


¿Qué enseñanzas le ha dejado la prisión preventiva? 

Una de las lecciones es la solidaridad. He conocido ha muchas personas solidarias, compartir para aliviar las necesidades en la medida de las posibilidades que tenga una persona.

Algo que buscan muchos es mantenerse ocupados, porque uno está acostumbrado a una jornada laboral. El Sistema Penitenciario carece de recursos para implementar programas laborales y de capacitación, pero muchos reos comparten lo que saben con los internos.

Hay personas que hablan inglés y le imparten cursos a otros internos, y así…

Al fondo suena una radio. El locutor lee el resumen de noticias y un grupo de personas que estaba afuera de la oficina donde se desarrollaba la entrevista, comenta que Iván Velásquez, siempre sí, puede ingresar en el país..

Concluyó el debate, ¿qué espera ahora del Tribunal?

Que valoren las pruebas presentadas en el debate y que declaren una sentencia absolutoria y se aclaré todo, claro que el daño causado además de ser una tortura psicológica, es irreversible, civilmente y económicamente también lo afecta a uno.

¿Qué es lo primero que hará al salir de prisión?

Al salir lo primero que haría es dar gracias a Dios. Espero que como le repito, el Tribunal valore las pruebas que presentamos.

Ya casi al finalizar la entrevista, se detiene, y por un momento se queda en silencio. Se levanta los lentes y con sus dedos limpia algunas lágrimas. Se levanta de la silla y extiende su mano: “gracias por escuchar” y se retira de la oficina.

Julio Suárez y los mil 278 días en prisión preventiva

Glenda Sanchez
23 de septiembre, 2018

Han pasado mil 278 días desde que salió a luz el caso IGSS-Pisa, tiempo que lleva en prisión preventiva Julio Roberto Suárez Guerra, exintegrante de la Junta Directiva del IGSS, y quien representaba en el Seguro Social a la Junta Monetaria (JM) como presidente del Banco de Guatemala.

Suárez Guerra es señalado, por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), del Ministerio Público (MP), de fraude, al señalarlo de avalar el contrato irregular suscrito con la droguería PISA de Guatemala S.A., para proporcionar servicios de diálisis peritoneal al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Esos mil 278 días se resumen en tres años y seis meses, que fueron necesarios para concluir el debate oral y público contra Suárez Guerra y 21 personas más. Eso sin contar los seis días que deben pasar para conocer el veredicto del Tribunal Undécimo de Sentencia Penal, que fijó el 26 de septiembre para emitir la sentencia.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Seis días (20 de septiembre día de la entrevista) llenos de “ansiedad e incertidumbre” para Suárez Guerra, quien confía en el análisis y criterio de los jueces para que lo absuelvan, pues el sostiene que es inocente de las acusaciones del Ministerio Público (MP)  y la  Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Fallece el médico Erwin Castañeda, implicado en caso IGSS-Pisa

La entrevista 

Suárez Guerra accedió a una entrevista el jueves 20 de septiembre, seis días antes que se dicte la sentencia en el proceso penal. A pesar de la ansiedad que manifiesta tener, se mantiene optimista.

El reloj marcaba las 8:45 de la mañana cuando inició la conversación. La oficina donde se realiza la entrevista, tiene solo una mesa y cuatro sillas.

Pasaron unos segundos para que Julio Suárez, un hombre alto, de tez blanca, quien viste una camisa gris y una pantalón corto, ingresará en el lugar acordado para hablar. Después de un corto saludo y una disculpa por la demora, inicia la entrevista.


¿Qué pasó el 20 mayo de 2015?

Un suspiro lento lo invade, porque sabe que debe retroceder a uno de los días complicados en su vida, para narrar lo que ha vivido en el proceso y en prisión preventiva. Corre la silla y se sienta.

Antes de responder se toma de la cabeza, cierra sus ojos y dice: “es duro regresar al 20 de mayo de 2015, a ese día de la captura”.

Suárez Guerra: Recuerdo que golpearon la puerta, y al abrir eran los policías y personal del Ministerio Público (MP). Me avisaron que me buscaban y que traían una orden de allanamiento y captura en mi contra. Ese momento fue muy duro. Uno se pregunta qué puede haber hecho, pues toda mi vida he tratado de hacer lo correcto. ¿Por qué, por qué, qué hice? Eran preguntas que no paraba de hacerme”.

-El viento de la mañana aceleró un poco e  interrumpió por un momento su narración, pero segundos después continua.

Suárez Guerra: Logré entender qué ocurría hasta llegar a la Torre de Tribunales. Como le repito, son momentos muy difíciles para una persona que ha luchado por lo que tiene. Jamás he tenido la necesidad de acudir a terceras personas para desarrollar mi carrera profesional o mi trabajo.

He tenido como principio la honestidad, honradez y entrega. Realmente son sentimientos encontrados.

-Se levanta para acomodar la silla plástica. Sigue la conversación y entonces señala que empieza a darse cuenta que este proceso podría demorar mucho tiempo.

¿Qué pasó después de la audiencia de primera declaración?

Llega el día que concluye la audiencia de primera declaración y me ligaron a proceso penal. Fue  muy duro, no sé lo deseo a nadie, y más duro, porque uno sabe que es inocente.

-Sosteniendo su cabeza con las dos manos, inclina su rostro y guarda silencio-

¿Cuál ha sido su fortaleza este tiempo? 

Lo que me ha fortalecido es la familia y mis amigos, he sido afortunado, siempre tengo visitas, incluso amigos que han venido del extranjero a visitarme. Amigos no han faltado.

Siempre recibo visita y muestras de solidaridad durante los tres años y medio que tengo de estar en prisión preventiva.

¿Qué ha sido lo más duro para usted? 

Lo más duro es saber cuándo los derechos se ven afectados y que no haya una interpretación objetiva a la norma jurídica en Guatemala, pues lo digo porque el delito que yo tengo tiene derecho a medida sustitutiva y a pesar que la solicité en tres ocasiones, nunca me la otorgaron.

He concluido que no hay una objetividad clara para aplicar una medida sustitutiva en Guatemala. Hay muchos delitos que permiten la medida en los procesos, pero esto se vuelve complicado, incluso imposible, cuando los casos toman importancia mediática.

Hay muchas cosas que dentro los procesos penales ocasionan atrasos. Los atrasos son una cuestión de doble vía. El Ministerio Público apela todo, todo, y a eso se suma que también los querellantes lo hacen.

¿Cuáles han sido los atrasos en su proceso penal?

Recuerdo que inició el debate en el Tribunal Octavo de Sentencia Penal, pero por varias impugnaciones motivaron a que los jueces del Tribunal se excusaran. Luego para que asignaron otro, pasaron unos seis meses, todo ese periodo fue de incertidumbre, no sabía qué iba a pasar.

Bueno, asignan de nuevo el Tribunal. Ahora el juicio estaría a cargo del Tribunal Noveno. Allí llegamos a 34 audiencias. Avanzó en ese periodo casi un 50 por ciento. Pero ocurre algo muy preocupante, un juez se excusa porque aseguró recibir presiones de una magistrada, la mamá de uno de los implicados en el caso, pero lo preocupante es que esas presiones las recibió meses antes de iniciar el juicio.

Sino me equivoco fue en mayo 2016 y a él (juez Carlos Ruano) le informan que llevaría el caso en agosto y el debate empezó en octubre. Por qué no se excusó desde un principio, lo hizo hasta enero de 2017, cuando ya habían pasado 34 audiencias.

Ese día el juez Carlos Ruano integrante del Tribunal, manifestó que se excusaba de conocer el caso y denunció las presiones de la magistrada. Considero que el juez cometió un acto deshonesto, porque su silencio nos alargó más el proceso, se incrementó nuestra prisión preventiva.

Julio Suárez, fue nombrado presidente del Banco de Guatemala el 1 de octubre del 2014. Foto: Banco de Guatemala.

¿Cuánto tiempo se atrasó el proceso por la excusa del juez Ruano? 

Comenzamos ese 2017, hasta agosto, siete meses después. Pero después que nos asignaron el nuevo Tribunal ya no hubo mayor atraso. Recuerdo que con el Tribunal Undécimo, el único atraso que hubo fue por el MP y la CICIG.

Ellos apelaron la decisión de los jueces del Tribunal de querer escuchar a varios testigos, y pasó un mes para que la Sala de Apelaciones resolviera. Ese fue otro atrasó. De allí en adelante todo avanzó, pero para ello ya pasaron tres años seis meses de prisión preventiva.

Tengo presente que fueron 93 audiencias las que se llevaron a cabo en el debate. Ahora solo esperamos que los jueces valoren las pruebas de una manera objetiva, pues la prisión preventiva es una tortura psicológica, como le repito, que a nadie se la deseo.

¿Por qué decidió enfrentar el debate, no habían otro recursos legales?

Siempre pensé que mi proceso se resolvería rápido, porque estoy seguro que soy una persona inocente, y por ende, desde un principio sostuve que enfrentaría un proceso, estaba convencido en que la justicia tenía que funcionar en Guatemala, pero no fue así.

Sabía que había salidas más rápidas como el procedimiento abreviado, pero para mí no era opción, porque sabía que era inocente. Y no iba a optar por ese juicio abreviado. No podía aceptar algo que no cometí y decidí demostrar la verdad, demostrar mi inocencia.

En el desarrollo del debate de evidenciaron muchas cosas. Al principio los fiscales decían que había un fraude en las compras en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social IGSS por Q116 millones, luego ese monto cambio. Recuerdo que no se pagó nada, por esa razón no hubo fraude.

Luego se habló de defraudación por los tratamientos a los pacientes. En el debate recuerdo que se evidenció que había una fianza de cumplimiento que cubría más del monto de los tratamientos a los pacientes. Me pregunto, ¿por qué no lo hicieron efectivo las nuevas autoridades del IGSS? Hay muy incongruencias, lo cual desvirtúa que hubo una defraudación al Estado.

No comprendo por qué el MP insiste que me asocie para defraudar en complicidad de personal del IGSS, si yo no tenía comunicación o contacto con los empleados, yo llegaba de forma esporádica.

Recuerdo que las enfermeras (os) que eran parte de la Junta Licitadora eran diferentes para cada evento y eran electas de una nómina de 37 empleados que Recursos Humanos mandaba a la gerencia del IGSS. Nómina que incluso depuraba la gerencia.

Ya el listado de 37 bajaba a 31, y ese listado se pasaba para hacer una selección a través de un sistema similar al del Congreso, cuando eligen a los integrantes de una comisión: hay una tómbola y allí se va sacando la bola con un número y letra que identifica a la persona. Un proceso de selección complicado para conocer o tener comunicación previa con ellos.

¿Durante el proceso penal pensó en optar por un procedimiento abreviado?

No, porque soy una persona inocente, y optar por ese procedimiento era aceptar prácticamente la responsabilidad de algo que no cometí. Soy una persona inocente.

En prisión preventiva observé el caso de un joven de Petén. Él estuvo en prisión algunos años, y durante todo ese tiempo supo que era inocente. Llegó el debate y lo condenaron, pero como ya casi había cumplido la pena en prisión preventiva, le tocaba salir, sin embargo para que se comprobará su inocencia, debía apelar la decisión del Tribunal.

Recuerdo que llegó y dijo: ‘creo que ya no apelaré la sentencia, ya no quiero estar en prisión, quiero ir a ver a mi familia, sé que públicamente no voy a poder comprobar mi inocencia, pero sé que mi conciencia está limpia’.

El punto es que (el sistema) muchas veces nos da opciones para  demostrar su inocencia, como este caso, y le repito, muchas veces las personas optan por eso porque estar en prisión preventiva es una tortura psicológica.

La figura de colaborador eficaz existe en los procesos penales, ¿en algún momento fue una opción para usted?

Estoy cociente que otra opción para acelerarel proceso era ser colaborador eficaz, pero tampoco era una opción para mí, porque no sabía nada, no tenía nada que aportar y tampoco conocía que hubieran ilegalidades en el evento de Pisa y del funcionamiento del IGSS.

Se detiene un momento para pensar y añade: Además considero que no es una figura penal positiva, bueno para mí, pues recuerdo que hubo un compañero que lo estaban presionando para que firmará una declaración de colaborador para agilizar un caso, y recuerdo que tras reunirse con personal del MP y la CICIG, ese día regresó asustado y con mucho temor.

Regresó de madrugada, callado y tembloroso, con la cabeza agachada y sin hablar. Fue hasta los días narró que lo querían obligar a firmar una declaración y sino lo hacia, ellos se iban a encargar que no saliera de la cárcel.


¿Qué enseñanzas le ha dejado la prisión preventiva? 

Una de las lecciones es la solidaridad. He conocido ha muchas personas solidarias, compartir para aliviar las necesidades en la medida de las posibilidades que tenga una persona.

Algo que buscan muchos es mantenerse ocupados, porque uno está acostumbrado a una jornada laboral. El Sistema Penitenciario carece de recursos para implementar programas laborales y de capacitación, pero muchos reos comparten lo que saben con los internos.

Hay personas que hablan inglés y le imparten cursos a otros internos, y así…

Al fondo suena una radio. El locutor lee el resumen de noticias y un grupo de personas que estaba afuera de la oficina donde se desarrollaba la entrevista, comenta que Iván Velásquez, siempre sí, puede ingresar en el país..

Concluyó el debate, ¿qué espera ahora del Tribunal?

Que valoren las pruebas presentadas en el debate y que declaren una sentencia absolutoria y se aclaré todo, claro que el daño causado además de ser una tortura psicológica, es irreversible, civilmente y económicamente también lo afecta a uno.

¿Qué es lo primero que hará al salir de prisión?

Al salir lo primero que haría es dar gracias a Dios. Espero que como le repito, el Tribunal valore las pruebas que presentamos.

Ya casi al finalizar la entrevista, se detiene, y por un momento se queda en silencio. Se levanta los lentes y con sus dedos limpia algunas lágrimas. Se levanta de la silla y extiende su mano: “gracias por escuchar” y se retira de la oficina.