El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) se une a la celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica.
El propósito del MARN es fomentar el cuidado y resguardo de los recursos biológicos y de la biodiversidad.
La biodiversidad es la amplia variedad de los seres vivos sobre la Tierra. Abarca aproximadamente ocho millones de especies en el planeta.
Desde plantas y animales hasta hongos y bacterias. Son los ecosistemas que los albergan (como océanos, bosques, montañas y arrecifes de coral), así como la diversidad genética encontrada entre ellos.
La naturaleza en Guatemala
Guatemala es uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo. Nuestro país es uno de los centros de domesticación y diversidad mundial de plantas cultivadas. “Por esa razón, su aporte al mundo en cuanto a seguridad alimentaria es muy importante”, resaltó Mario Rojas espino, Ministro de Ambiente y Recursos Naturales.
Para Rojas, la celebración del Día Internacional de Diversidad Biológica es una buena oportunidad para fomentar la solidaridad.
Según el funcionario, este día se debe recalcar la importancia de trabajar para construir un futuro de vida en armonía del ser humano con la naturaleza.
“Las culturas mesoamericanas han aportado al mundo especies cultivadas importantes como el maíz, frijol, cacao y muchas otras. Todas ellas como parte de la cultura de las comunidades y grupos indígenas”, puntualizó el jefe de la cartera de ambiente.
Importancia de los recursos biológicos
Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los peces proporcionan el 20 por ciento de las proteínas animales a unos tres mil millones de personas.
Más del 80 por ciento de la dieta humana está compuesta por las plantas. Aproximadamente, un 80 por ciento de las personas, dependen de medicamentos tradicionales basados en plantas para la atención básica de la salud. En especial las personas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo.
Pero la pérdida de esta diversidad amenaza todos estos ámbitos, incluida nuestra salud.
Existen pruebas de que perder nuestra biodiversidad podría aumentar los casos de zoonosis (enfermedades transmitidas de los animales a los humanos).
Mientras que, por el contrario, si conseguimos mantenerla estable, esta podría ser una gran herramienta en la lucha contra pandemias como el coronavirus.
Cuidar la naturaleza
En cada ecosistema, los seres vivos, entre ellos, los seres humanos, forman una comunidad, interactúan entre sí, así como el aire, el agua y el suelo que les rodea, de acuerdo con Luisa Fernández, jefa del departamento de Ecosistemas del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.
Pero la naturaleza con frecuencia está siendo dañada por las distintas actividades humanas. Una de ellas son los incendios forestales. De acuerdo con el MARN, entre un 80 y 90 por ciento de estos incendios son provocados por el ser humano.
A nivel mundial un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción. La actividad humana ha alterado tres cuartos del medio ambiente terrestre y aproximadamente 66 por ciento del medio marino, según el Informe de la Plataforma Intergubernamental Científico Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
Pérdida de la biodiversidad
Los cinco principales impulsores de la pérdida de biodiversidad identificados por el informe de IPBES y están relacionados con la actividad humana. Se trata del cambio del uso del suelo, sobreproducción de plantas y animales, emergencia climática, contaminación y especies invasoras.
En lo que respecta al uso del suelo, se debe a la demanda de alimentos y recursos lo que impulsa la deforestación, lo que cambia los patrones de uso del suelo y destruye los hábitats naturales en todo el mundo.
La sobreexplotación de los recursos por parte de las personas, incluida la pesca, la tala y la caza furtiva de animales salvajes, amenaza la existencia misma de criaturas grandes y pequeñas.
En lo que respecta al cambio climático y el aumento del clima extremo provocan la pérdida y degradación del hábitat.
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Desde plantas y animales hasta hongos y bacterias. Son los ecosistemas que los albergan (como océanos, bosques, montañas y arrecifes de coral), así como la diversidad genética encontrada entre ellos.
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Según el funcionario, este día se debe recalcar la importancia de trabajar para construir un futuro de vida en armonía del ser humano con la naturaleza.
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Más del 80 por ciento de la dieta humana está compuesta por las plantas. Aproximadamente, un 80 por ciento de las personas, dependen de medicamentos tradicionales basados en plantas para la atención básica de la salud. En especial las personas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo.
Pero la pérdida de esta diversidad amenaza todos estos ámbitos, incluida nuestra salud.
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Cuidar la naturaleza
En cada ecosistema, los seres vivos, entre ellos, los seres humanos, forman una comunidad, interactúan entre sí, así como el aire, el agua y el suelo que les rodea, de acuerdo con Luisa Fernández, jefa del departamento de Ecosistemas del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.
Pero la naturaleza con frecuencia está siendo dañada por las distintas actividades humanas. Una de ellas son los incendios forestales. De acuerdo con el MARN, entre un 80 y 90 por ciento de estos incendios son provocados por el ser humano.
A nivel mundial un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción. La actividad humana ha alterado tres cuartos del medio ambiente terrestre y aproximadamente 66 por ciento del medio marino, según el Informe de la Plataforma Intergubernamental Científico Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).
Pérdida de la biodiversidad
Los cinco principales impulsores de la pérdida de biodiversidad identificados por el informe de IPBES y están relacionados con la actividad humana. Se trata del cambio del uso del suelo, sobreproducción de plantas y animales, emergencia climática, contaminación y especies invasoras.
En lo que respecta al uso del suelo, se debe a la demanda de alimentos y recursos lo que impulsa la deforestación, lo que cambia los patrones de uso del suelo y destruye los hábitats naturales en todo el mundo.
La sobreexplotación de los recursos por parte de las personas, incluida la pesca, la tala y la caza furtiva de animales salvajes, amenaza la existencia misma de criaturas grandes y pequeñas.
En lo que respecta al cambio climático y el aumento del clima extremo provocan la pérdida y degradación del hábitat.