El sacerdote Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla hace un llamado a las autoridades. También pide a la comunidad en general ayudar a los habitantes de las aldeas El Patrocinio y El Rodeo, afectadas por el Volcán de Pacaya.
El religioso destaca que los habitantes de esta área del municipio de San Vicente están acostumbrados a vivir bajo riesgo, pero esta vez temen daños mayores.
El Volcán de Pacaya lleva más de 75 días de intensa actividad lanzando ceniza y por sus faldas baja un río de lava que no se detiene. El flujo se encuentra a pocos metros de las comunidades y ya ha dañado varios cultivos en la zona.
- Deberías leer: Nueva fisura de lava se forma en el Volcán de Pacaya
Volcán de Pacaya obligaría a desalojo
El obispo Palma indica que visitó el área y teme mayores efectos negativos para la población. El religioso enumeró una serie de situaciones para llamar la atención hacia las aldeas.
- Aún cuando hay toda una historia de erupciones del Volcán de Pacaya, el avance de la lava en cuatro corrientes ya afecta los terrenos de varias personas. En especial de trabajadores agrícolas de la zona. Esto causa temor, al no saber cuándo la lava afectará las viviendas.
- Es urgente que las autoridades locales, departamentales y nacionales concurran de forma armónica y responsable a auxiliar a las personas. Hay esfuerzos del Ejército, de Cocodes y de Conred, pero la necesidad de llegar la unificación es clave para brindar a las personas la certeza de trabajar en conjunto, dejando de lado los protagonismos y las faltas de interés y coordinación.
- Esta tragedia, no ha causado víctimas mortales, pero sí está afectando la tranquilidad, la salud y la economía. Aún con la problemática mundial de la pandemia, es importante no dejar de lado esta situación puntual que tiende a agravarse.
- Se hace un llamado a todos los involucrados por oficio y compromiso de sus cargos sociales,y también apelamos a la atención de quienes viven en la zona del volcán. Dios mediante no sea necesario, pero si ocurriera, habrá que auxiliar con alimentos y medicamento a los damnificados
- Acciones más amplias como la reubicación de habitantes requieren el compromiso tanto de los afectados, como de quienes puedan hacerla posible, para que en todo se respete la vida y dignidad de las personas
- La solidaridad entre las personas vecinas es urgida por la moral cristiana y por todo principio ético de la vida comunitaria.
- Pedimos que el interés por el bien común prive sobre intereses de aprovechamiento de la necesidad humana,. Un grave pecado es poner esos intereses por delante en momentos de sufrimiento y desamparo es especialmente de los más pobres que ahora son afectados por el Volcán de Pacaya.
El sacerdote Víctor Hugo Palma, obispo de Escuintla hace un llamado a las autoridades. También pide a la comunidad en general ayudar a los habitantes de las aldeas El Patrocinio y El Rodeo, afectadas por el Volcán de Pacaya.
El religioso destaca que los habitantes de esta área del municipio de San Vicente están acostumbrados a vivir bajo riesgo, pero esta vez temen daños mayores.
El Volcán de Pacaya lleva más de 75 días de intensa actividad lanzando ceniza y por sus faldas baja un río de lava que no se detiene. El flujo se encuentra a pocos metros de las comunidades y ya ha dañado varios cultivos en la zona.
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El obispo Palma indica que visitó el área y teme mayores efectos negativos para la población. El religioso enumeró una serie de situaciones para llamar la atención hacia las aldeas.
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- Es urgente que las autoridades locales, departamentales y nacionales concurran de forma armónica y responsable a auxiliar a las personas. Hay esfuerzos del Ejército, de Cocodes y de Conred, pero la necesidad de llegar la unificación es clave para brindar a las personas la certeza de trabajar en conjunto, dejando de lado los protagonismos y las faltas de interés y coordinación.
- Esta tragedia, no ha causado víctimas mortales, pero sí está afectando la tranquilidad, la salud y la economía. Aún con la problemática mundial de la pandemia, es importante no dejar de lado esta situación puntual que tiende a agravarse.
- Se hace un llamado a todos los involucrados por oficio y compromiso de sus cargos sociales,y también apelamos a la atención de quienes viven en la zona del volcán. Dios mediante no sea necesario, pero si ocurriera, habrá que auxiliar con alimentos y medicamento a los damnificados
- Acciones más amplias como la reubicación de habitantes requieren el compromiso tanto de los afectados, como de quienes puedan hacerla posible, para que en todo se respete la vida y dignidad de las personas
- La solidaridad entre las personas vecinas es urgida por la moral cristiana y por todo principio ético de la vida comunitaria.
- Pedimos que el interés por el bien común prive sobre intereses de aprovechamiento de la necesidad humana,. Un grave pecado es poner esos intereses por delante en momentos de sufrimiento y desamparo es especialmente de los más pobres que ahora son afectados por el Volcán de Pacaya.