El Juzgado Séptimo Penal envió este martes a juicio al exdirector de informática, del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Adolfo Castillo González y al exsubdirector Beny Obdulio Román Chanquín, por inconsistencias en el traslado de los datos de las Elecciones 2019.
En el caso de Castillo González enfrentará debate por el delito de incumplimiento de deberes y Román Chanquín por destrucción de registros informáticos y también por incumplir con su deber.
Ambos fueron capturados el 7 de agosto de 2019 y ligados un día después parte del juez Fredy Orellana, del Juzgado Séptimo. A consideración de Orellana, existían indicios para investigarlos. En esa ocasión también les concedió medida sustitutiva.
Reconocen fallas en TSE
Los extrabajadores habría cometido las inconsistencias el 16 de junio de 2019, durante la primera vuelta.
Según Rafael Curruchiche, jefe de la Fiscalía contra Delitos Electorales del Ministerio Público (MP), el exdirector de informática, confirmó que la falla de las casillas fue reportada el 19 de junio por el subdirector de ese momento. Tres días después de la primera vuelta electoral.
Asimismo que Castillo dijo que ese mismo día el problema se lo notificó al presidente del TSE, Julio Solórzano. También que el magistrado presidente le respondió que el jueves (20 de junio) por la mañana –un día después- se notificaría a los fiscales de los partidos para dar seguimiento, y además, que se alegraba de que no se “tratara de un fraude”.
Las dos inconsistencias
Por su parte, Román reconoció dos tipos de inconsistencias que afectaron los resultados escrutados en la página web del TSE, según Curruchiche.
La primera inconsistencia se debe a los datos consignados en las actas finales y el cierre de documento cuatro.
Algunos documentos no cuadraban, pero debido a que los digitadores no pueden modificar el contenido de las actas, las consignaron como las enviaron las juntas electorales, indicó el exsubdirector del TSE.
La segunda inconsistencia fue debido a una modificación errónea, sin mala intención, que consiste en los valores de los votos.
Estos tenían que ser aumentados del 21 al 30, debido a que en los comicios de 2019 había más partidos políticos, o sea, más casillas. Pero la dirección de Informática solo tenía 20 casillas, se indicó en la audiencia.
“Al actualizar la rutina copiando una secuencia de asignación de los valores del 11 al 20, se asignó el voto 21 con el dato del voto 11 y así sucesivamente, hasta el voto 30 con el voto 20”, puntualizó el fiscal.
El Juzgado Séptimo Penal envió este martes a juicio al exdirector de informática, del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Adolfo Castillo González y al exsubdirector Beny Obdulio Román Chanquín, por inconsistencias en el traslado de los datos de las Elecciones 2019.
En el caso de Castillo González enfrentará debate por el delito de incumplimiento de deberes y Román Chanquín por destrucción de registros informáticos y también por incumplir con su deber.
Ambos fueron capturados el 7 de agosto de 2019 y ligados un día después parte del juez Fredy Orellana, del Juzgado Séptimo. A consideración de Orellana, existían indicios para investigarlos. En esa ocasión también les concedió medida sustitutiva.
Reconocen fallas en TSE
Los extrabajadores habría cometido las inconsistencias el 16 de junio de 2019, durante la primera vuelta.
Según Rafael Curruchiche, jefe de la Fiscalía contra Delitos Electorales del Ministerio Público (MP), el exdirector de informática, confirmó que la falla de las casillas fue reportada el 19 de junio por el subdirector de ese momento. Tres días después de la primera vuelta electoral.
Asimismo que Castillo dijo que ese mismo día el problema se lo notificó al presidente del TSE, Julio Solórzano. También que el magistrado presidente le respondió que el jueves (20 de junio) por la mañana –un día después- se notificaría a los fiscales de los partidos para dar seguimiento, y además, que se alegraba de que no se “tratara de un fraude”.
Las dos inconsistencias
Por su parte, Román reconoció dos tipos de inconsistencias que afectaron los resultados escrutados en la página web del TSE, según Curruchiche.
La primera inconsistencia se debe a los datos consignados en las actas finales y el cierre de documento cuatro.
Algunos documentos no cuadraban, pero debido a que los digitadores no pueden modificar el contenido de las actas, las consignaron como las enviaron las juntas electorales, indicó el exsubdirector del TSE.
La segunda inconsistencia fue debido a una modificación errónea, sin mala intención, que consiste en los valores de los votos.
Estos tenían que ser aumentados del 21 al 30, debido a que en los comicios de 2019 había más partidos políticos, o sea, más casillas. Pero la dirección de Informática solo tenía 20 casillas, se indicó en la audiencia.
“Al actualizar la rutina copiando una secuencia de asignación de los valores del 11 al 20, se asignó el voto 21 con el dato del voto 11 y así sucesivamente, hasta el voto 30 con el voto 20”, puntualizó el fiscal.