El exjefe de la Policía, Víctor Hugo Soto Diéguez, ya no se sentará en el banquillo de los acusados. El Juzgado de Mayor riesgo A resolvió suspender la persecución penal contra el sindicado por problemas de salud.
Soto estaba implicado en el proceso que lo vincula con ejecuciones extrajudiciales y tortura, pero ya no tiene capacidad para continuar debido a daños cerebrales irreversibles.
En este proceso también está procesado el exministro de Gobernación Carlos Vielmann, el exsubdirector de la Policía Stu Velasco y otros miembros de la fuerza policial. En el caso de Vielmann se le intentó juzgar de nuevo por un delito del cual fue procesado y absuelto en España. Los testigos que utiliza la Fiscalía son reos condenados por secuestro.
Víctor Soto y su enfermedad
Víctor Soto fue durante muchos años jefe del Servicio de Investigación Criminal de la Policía Nacional Civil. Fue procesado y condenado por el Caso Pavón en 2013. Fue sentenciado y permanecía en cárcel ubicada en la Brigada Mariscal Zavala, cuando se inició el nuevo proceso penal en su contra.
Un día de visitas, Soto enfermó de pronto y ya no se recuperó. Se indicó que fue un derrame cerebral. A partir de su padecimiento, la defensa del exjefe policial pidió, primero, dictar arresto domiciliario y luego suspender la persecución penal.
El exfuncionario quedó atendido en su vivienda y asistido por una persona debido a que se movilizaba en silla de ruedas. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) corroboró su situación y concluyó que ya no estaba en condiciones mentales de enfrentar un proceso legal.
Notas de interés:
Carlos Vielmann: “Quedó demostrada la doble persecución”
Indignación porque criminales sean testigos contra Carlos Vielmann
Fiscal español: “Sentencia absolutoria (de Vielmann) es inamovible”
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Víctor Soto fue durante muchos años jefe del Servicio de Investigación Criminal de la Policía Nacional Civil. Fue procesado y condenado por el Caso Pavón en 2013. Fue sentenciado y permanecía en cárcel ubicada en la Brigada Mariscal Zavala, cuando se inició el nuevo proceso penal en su contra.
Un día de visitas, Soto enfermó de pronto y ya no se recuperó. Se indicó que fue un derrame cerebral. A partir de su padecimiento, la defensa del exjefe policial pidió, primero, dictar arresto domiciliario y luego suspender la persecución penal.
El exfuncionario quedó atendido en su vivienda y asistido por una persona debido a que se movilizaba en silla de ruedas. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) corroboró su situación y concluyó que ya no estaba en condiciones mentales de enfrentar un proceso legal.
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