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CGN fue ajena a los sucesos en el Lago de Izabal en 2017

La evidencia de sedimentos registrados en el lago de Izabal en 2017 no son producto de la operación minera de la Compañía Guatemalteca de Níquel, informó la Compañía Guatemalteca de Níquel.

Lago de Izabal
Luis Gonzalez
12 de febrero, 2022

En 2017 se registraron dos hechos en el lago de Izabal que causaron controversia y actos violentos en el municipio de El Estor. Se trató del aparecimiento de una mancha roja y sedimentos en otra área del lago.

En ambos casos hubo señalamientos contra la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN). Se dijo que la operación de esta empresa causó los dos hechos, pero la evidencia tras estudios de expertos corroboró que la compañía era ajena a ambas situaciones.

David Orellana, portavoz de CGN que opera en el referido municipio, se comunicó después de nuestra publicación para reafirmar que el aparecimiento de sedimentos y la mancha roja no tienen relación directa con los trabajos de la compañía.

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“La evidencia de sedimentos registrados en el lago de Izabal en 2017 no son producto de la operación minera de la Compañía Guatemalteca de Níquel”, resaltó Orellana.

Asimismo, indicó que después de corroborar los sedimentos, se elaboró un informe ambiental en marzo del año indicado que concluyó qué pudo ocurrir para que los sedimentos llegaran al lago, siendo ajenas las operaciones de la minera.

El informe ambiental interno del 2017

“El informe hacía referencia a la presencia de sedimentos en la salida (al lago de Izabal) de un canal contiguo a las instalaciones de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN). Este canal data de los años sesenta y en este desemboca un río, que también conduce la desembocadura del agua de lluvia proveniente del bosque de la montaña de áreas no intervenidas por la empresa y de las cunetas (canales pluviales) de la ruta nacional 7E”, señaló el portavoz de la minera.

Orellana informó que, en enero de 2022, recibieron la visita de periodistas de un medio de comunicación internacional, quienes también se refirieron a la existencia de un informe ambiental, solicitando aclarar el tema. El medio de comunicación aseveraba que el informe fue firmado por un especialista ambiental colaborador de la compañía Pronico, el que no logró identificar el informe en su momento, pues este no laboraba para la compañía hermana CGN.

También aclaró que "para CGN y Pronico son muy importantes las relaciones con nuestras partes interesadas y la resolución de todas sus inquietudes, como parte del cumplimento de los criterios ASG (ambiental, social y de gobernanza) basados en nuestra estrategia de sostenibilidad. Lamentablemente no encontraron el documento durante la visita del medio para aclarar las dudas sobre este documento".

“El informe establece medidas de control a implementar de forma voluntaria posterior a una fuerte lluvia que se dio el mismo día, algo inusual por la época, pero recurrente en El Estor. Las cuales no tienen un enfoque ambiental directo y son propuestas para mejorar la protección y seguridad de las instalaciones de la Compañía sin ningún impacto negativo en el medio ambiente", añadió Orellana.

Las instalaciones que se indican en el documento, según Orellana, “se refieren a una eventual corriente que podría causar daños en la infraestructura del muro perimetral, así como del complejo habitacional de la compañía”.

Además, el entrevistado agregó que “en el caso del agua que se precipita sobre las áreas intervenidas por la compañía, cuentan con medidas de control operacional para su correcto manejo y su cauce es ajeno al canal en mención. Toda el agua de lluvia de las áreas intervenidas en la mina, se dirigen a una presa propiedad de la Compañía denominada Sechoc. Esta presa retiene sedimentos y desemboca agua libre de sedimentos, que continúa fluyendo a lo largo de su trayectoria natural y no fluye hacia el canal de salida”.

La mancha roja en el lago de Izabal

El 1 de abril del 2017 fue titular en distintos medios de comunicación el aparecimiento de una mancha roja en el Lago de Izabal, frente al casco urbano del municipio de El Estor. De inmediato algunos grupos responsabilizaron a la minera de la contaminación. Pero esta mancha surgió a 4.8 kilómetros de las instalaciones de CGN, que reactivó la mina el 2012.

Orellana enfatizó que esta mancha y el aparecimiento de sedimentos en el canal no tienen relación.

“Son dos eventos diferentes. Uno derivado al florecimiento de algas y el otro por la existencia de sedimentos en el canal de salida que se debió a una fuerte lluvia, y que la operación de la compañía no es responsable por ninguno de los dos”, subrayó el entrevistado.

Recordó que el 15 de mayo de 2017, Sydney Samuels, entonces ministro de Ambiente afirmó que la implicación directa de las operaciones de la empresa con esta contaminación era falsa. El funcionario basó su conclusión en estudios realizados por la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).

Según Samuels, el problema de la contaminación se originó, en más del 90%, a la descarga de aguas negras en el río Polochic, el cual desemboca en el lago de Izabal, circunstancia que eleva la cantidad de desechos orgánicos que causan la muerte de peces y crecimiento de ninfas.

“A nuestra solicitud, también se tomaron muestras por parte de un profesional certificado externo, para determinar las causas científicas de la formación de la mancha rojiza que se dio a 4.8 km de las instalaciones de la Compañía Guatemalteca de Níquel. Los resultados del análisis concluyen que la mancha rojiza fue producto del florecimiento de algas ya que las muestras recolectadas estaban compuestas por materia orgánica, principalmente algas en descomposición por el aporte de nutrientes al lago”, enfatizó Orellana.

“En varios medios de comunicación se divulgó información falsa sobre la causa del aparecimiento de esta mancha roja en el lago, responsabilizando las actividades de la compañía por este suceso”, agregó el portavoz de CGN.

Y concluyó que las actividades de la mina “no son vinculantes a este acontecimiento, ya que contamos con plantas de tratamiento para todas las aguas residuales generadas y el agua tratada se conduce a un circuito cerrado mediante un sistema de recirculación en el proceso industrial, garantizando que no se realiza ningún tipo de descarga hacia el Lago de Izabal, cumpliendo así la normativa legal vigente y altos estándares internacionales”.

 

CGN fue ajena a los sucesos en el Lago de Izabal en 2017

La evidencia de sedimentos registrados en el lago de Izabal en 2017 no son producto de la operación minera de la Compañía Guatemalteca de Níquel, informó la Compañía Guatemalteca de Níquel.

Lago de Izabal
Luis Gonzalez
12 de febrero, 2022

En 2017 se registraron dos hechos en el lago de Izabal que causaron controversia y actos violentos en el municipio de El Estor. Se trató del aparecimiento de una mancha roja y sedimentos en otra área del lago.

En ambos casos hubo señalamientos contra la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN). Se dijo que la operación de esta empresa causó los dos hechos, pero la evidencia tras estudios de expertos corroboró que la compañía era ajena a ambas situaciones.

David Orellana, portavoz de CGN que opera en el referido municipio, se comunicó después de nuestra publicación para reafirmar que el aparecimiento de sedimentos y la mancha roja no tienen relación directa con los trabajos de la compañía.

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“La evidencia de sedimentos registrados en el lago de Izabal en 2017 no son producto de la operación minera de la Compañía Guatemalteca de Níquel”, resaltó Orellana.

Asimismo, indicó que después de corroborar los sedimentos, se elaboró un informe ambiental en marzo del año indicado que concluyó qué pudo ocurrir para que los sedimentos llegaran al lago, siendo ajenas las operaciones de la minera.

El informe ambiental interno del 2017

“El informe hacía referencia a la presencia de sedimentos en la salida (al lago de Izabal) de un canal contiguo a las instalaciones de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN). Este canal data de los años sesenta y en este desemboca un río, que también conduce la desembocadura del agua de lluvia proveniente del bosque de la montaña de áreas no intervenidas por la empresa y de las cunetas (canales pluviales) de la ruta nacional 7E”, señaló el portavoz de la minera.

Orellana informó que, en enero de 2022, recibieron la visita de periodistas de un medio de comunicación internacional, quienes también se refirieron a la existencia de un informe ambiental, solicitando aclarar el tema. El medio de comunicación aseveraba que el informe fue firmado por un especialista ambiental colaborador de la compañía Pronico, el que no logró identificar el informe en su momento, pues este no laboraba para la compañía hermana CGN.

También aclaró que "para CGN y Pronico son muy importantes las relaciones con nuestras partes interesadas y la resolución de todas sus inquietudes, como parte del cumplimento de los criterios ASG (ambiental, social y de gobernanza) basados en nuestra estrategia de sostenibilidad. Lamentablemente no encontraron el documento durante la visita del medio para aclarar las dudas sobre este documento".

“El informe establece medidas de control a implementar de forma voluntaria posterior a una fuerte lluvia que se dio el mismo día, algo inusual por la época, pero recurrente en El Estor. Las cuales no tienen un enfoque ambiental directo y son propuestas para mejorar la protección y seguridad de las instalaciones de la Compañía sin ningún impacto negativo en el medio ambiente", añadió Orellana.

Las instalaciones que se indican en el documento, según Orellana, “se refieren a una eventual corriente que podría causar daños en la infraestructura del muro perimetral, así como del complejo habitacional de la compañía”.

Además, el entrevistado agregó que “en el caso del agua que se precipita sobre las áreas intervenidas por la compañía, cuentan con medidas de control operacional para su correcto manejo y su cauce es ajeno al canal en mención. Toda el agua de lluvia de las áreas intervenidas en la mina, se dirigen a una presa propiedad de la Compañía denominada Sechoc. Esta presa retiene sedimentos y desemboca agua libre de sedimentos, que continúa fluyendo a lo largo de su trayectoria natural y no fluye hacia el canal de salida”.

La mancha roja en el lago de Izabal

El 1 de abril del 2017 fue titular en distintos medios de comunicación el aparecimiento de una mancha roja en el Lago de Izabal, frente al casco urbano del municipio de El Estor. De inmediato algunos grupos responsabilizaron a la minera de la contaminación. Pero esta mancha surgió a 4.8 kilómetros de las instalaciones de CGN, que reactivó la mina el 2012.

Orellana enfatizó que esta mancha y el aparecimiento de sedimentos en el canal no tienen relación.

“Son dos eventos diferentes. Uno derivado al florecimiento de algas y el otro por la existencia de sedimentos en el canal de salida que se debió a una fuerte lluvia, y que la operación de la compañía no es responsable por ninguno de los dos”, subrayó el entrevistado.

Recordó que el 15 de mayo de 2017, Sydney Samuels, entonces ministro de Ambiente afirmó que la implicación directa de las operaciones de la empresa con esta contaminación era falsa. El funcionario basó su conclusión en estudios realizados por la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).

Según Samuels, el problema de la contaminación se originó, en más del 90%, a la descarga de aguas negras en el río Polochic, el cual desemboca en el lago de Izabal, circunstancia que eleva la cantidad de desechos orgánicos que causan la muerte de peces y crecimiento de ninfas.

“A nuestra solicitud, también se tomaron muestras por parte de un profesional certificado externo, para determinar las causas científicas de la formación de la mancha rojiza que se dio a 4.8 km de las instalaciones de la Compañía Guatemalteca de Níquel. Los resultados del análisis concluyen que la mancha rojiza fue producto del florecimiento de algas ya que las muestras recolectadas estaban compuestas por materia orgánica, principalmente algas en descomposición por el aporte de nutrientes al lago”, enfatizó Orellana.

“En varios medios de comunicación se divulgó información falsa sobre la causa del aparecimiento de esta mancha roja en el lago, responsabilizando las actividades de la compañía por este suceso”, agregó el portavoz de CGN.

Y concluyó que las actividades de la mina “no son vinculantes a este acontecimiento, ya que contamos con plantas de tratamiento para todas las aguas residuales generadas y el agua tratada se conduce a un circuito cerrado mediante un sistema de recirculación en el proceso industrial, garantizando que no se realiza ningún tipo de descarga hacia el Lago de Izabal, cumpliendo así la normativa legal vigente y altos estándares internacionales”.