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"El cambio de estrategias en centros de salud es clave para identificar a enfermos renales", dice nefróloga

La nefróloga, Carla Postigo, de Perú, una de las expositora en el XII Congreso Nacional de Nefrología en Antigua Guatemala, habló de cómo el covid impactó a la población y las recomendaciones para identificar a tiempo a un enfermo renal. 

Imagen con fin ilustrativo. (Foto: Niko Azhari Hidayat / Unsplash)
Viviana Mutz
25 de septiembre, 2022

En Guatemala, son 10 de los 22 los departamentos con mayor incidencia de pacientes con enfermedad crónica renal, por lo que mejorar la atención especializada es un reto para el sistema de salud, a fin de mantener la calidad de vida del paciente. 

"Es una enfermedad pandémica, como el covid-19, con la diferencia de que es silenciosa y no muestra síntomas sino hasta cuando el daño puede ser irreversible", recordó la nefróloga, Carla Postigo, de Perú, una de las expositora en el Congreso Nacional de Nefrología que se desarrolló del 22 al 24 de septiembre en Antigua Guatemala, con el apoyo de Nipro Guatemala. 

El lema de en este 2022 fue "Nefrología, tiempos de covid-19", dirigida a trabajadores del sistema de salud y otros involucrados con la atención al paciente renal. 

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"El covid nos hizo cambiar la forma de pensar y cambiar políticas y estrategias de salud, por lo que es decisión de todos comenzar a cambiar la atención al paciente, con el pronto diagnóstico en la atención primaria de salud", dijo Postigo, con 25 años de experiencia, previo a exponer acerca del correcto tratamiento de hemodiálisis, haciendo énfasis en las condiciones médicas de cada paciente. 

Asimismo, respondió a otras interrogantes en la siguiente entrevista. 

"Hay que cambiar el estilo de vida"

¿En qué destaca Guatemala en cuanto a la atención de pacientes en diálisis?

A pesar que somos países con la misma habla, la realidad de Guatemala es distinta a la de Perú. Tengo alguna envidia de lo que puede hacer Guatemala con sus pacientes en diálisis. A pesar que es una misma enfermedad en donde los riñones no funcionan adecuadamente, no tenemos la misma tecnología, ni tampoco los especialistas (nefrólogos) que se necesitan. Por ejemplo, Guatemala utiliza dializador de alto flujo, un tubo que a través de una membrana sintética, como un abanico con orificios permite remover sustancias tóxicas mucho más grandes. Mi riñón sano permite eliminar toxinas de las pequeñas a las más grandes, pero cuando ya no funciona, requiere de hemodiálisis para remover tales toxinas y dependiendo del dializador, se puede limpiar más el cuerpo. En Perú tampoc podemos innovar con medicamentos con evidencia científica para tratamiento de pacientes. 

¿Cómo afectó el covid-19 a esta enfermedad?

La enfermedad renal crónica a nivel mundial es pandémica, algo así como el covid. El covid nos dio una emergencia a nivel mundial porque nos contagiaba rápidamente y nos moríamos. Con la enfermedad renal, prevalecen patologías como la diábetes o hipertensión, y si no me cuido desde el momento que me diagnosticaron, mi riñón puede ir fallando a lo largo del tiempo, pero no daré síntomas como el covid, sino que la enfermedad renal actúa silenciosa. Lo que los especialistas buscamos es que el paciente no llegue a diálisis y tratarlo antes. Lamentablemente, en Latinoamérica, la poca difusión de lo que es la enfermedad no hace que las personas seamos responsables. La población solo va al médico cuando se siente enfermo y no por prevención, y que es cuando se diagnostica. En Guatemala hay altos ídices de diabetes, hipertensión, pocos bebedores de agua y mientras no se hagan un examen de sangre, no sabrán qué tiene la enfermedad.

¿Qué hacer para atender a tiempo a la población?

Lo primero, buscar a la población en riesgo: obesos, diabéticos, hipertensos, mayores de 55 años, dedicarnos a ellos a través de los médicos de atención primaria, quienes están en los centros de salud. Concientizarlos para realizarse exámenes de orina si son diabéticos o hipertensos, pero también saber y conocer el medicamento que consumen. Los médicos también tenemos que cambiar el chip y recordarle a la población que la enfermedad renal no da síntomas y como le digo a mis pacientes, o el riñón es muy inteligente o muy sonso. Y ess muy inteligente porque aguanta todo lo que puede y da síntomas cuando ya no da más. Por eso tenemos que ayudarnos de los especialistas en atención primaria para diagnosticarlos pronto. 

¿Qué tema compartió con personal de salud de Guatemala?

Compartí dos charlas, una de ellas fue "Hemodiálisis a la carta", es decir una hemodiálisis adecuada. La hemodiálisis es un tratamiento de sustitución renal que reemplaza la función del riñón de eliminar agua y toxinas. Todos los pacientes tienen la misma enfermedad y requieren diálisis, pero el requerimiento de cada paciente es distinto. Tengo que ver cuál es el requerimiento de sal, sodio, o el potasio y calcio que le debo dar. Es comparado a la función de una lavadora, dependiendo de cuán limpia quiero que salga mi ropa así será el detergente que debo aplicar. En el caso de la diálisis, al entrar el líquido de diálisis, debo saber qué tipo de paciente tengo para utilizar determinado dializador. No es lo mismo un paciente diabético, que otro que sufrió un infarto. Hay que individualizar el tratamiento según las necesidades específicas de cada paciente. Hemos caído en una rutina de utilizar la máquina de diálisis que viene preparada con requerimiento estandarizado. Pero ojo, es allí en donde debemos poner atención para saber qué tratamiento dar. 

¿Qué recomendaciones debemos seguir?

Debemos apoyarnos de especialistas, pero también en cambiar el estilo de vida: ir al médico una vez al año, lo primordial; hacer ejercicio, por lo menos caminar; mantener una alimentación saludable; tomar suficiente agua, lo que pida el cuerpo; controlar diabetes e hipertensión, no fumar y no consumir medicamentos antiinflamatorios que no estén indicados bajo prescripción médica para no dañar el riñón. También evitar exceso de carbohidratos y vigilar antecedentes familiares con la enfermedad. 

¿Qué le dejó el covid-19 a la nefrología?

El covid nos ha enseñado mucho a todos. Nos ha hecho cambiar nuestra forma de pensar y enseñanzas a nivel de salud, desde la importancia de lavarnos las manos y el uso de la mascarilla, como también políticas y estratégicas. Creo que es decisión de todos en empezar a cambiar estrategias como en la atención primaria, el área más importante para ayudarnos a identificar a enfermos renales. El covid recién nos está enseñando a nefrólogos y todos los médicos qué secuelas dejó. 

Tratamientos de la enfermedad renal

Se recomienda la diálisis cuando los riñones no extraen los productos de desecho de forma adecuada. 

Existen 3 tipos de tratamiento a los que el enfermo renal puede optar: 

1. Diálisis Peritoneal: este procedimiento se realiza en el paciente utilizando la membrana llamada peritoneo, que reviste el abdomen y recubre los órganos abdominales, por medio de la cual se puede filtrar con facilidad las sustancias presentes en la sangre, ayudando al paciente a eliminarlas y permitiéndole mejorar su calidad de vida.

2. Hemodiálisis: es un tratamiento de purificación sanguínea en el cual, la máquina de diálisis extrae la sangre del paciente y la bombea a través de un filtro conocido como dializador o “riñón artificial” y la devuelve al organismo. Es una terapia que ayuda a que el paciente se sienta mejor y viva más tiempo, pues ayuda a controlar la presión arterial y a equilibrar los minerales importantes en la sangre, particularmente el potasio,el sodio y el calcio.

3. Trasplante de riñón: es un procedimiento quirúrgico que consiste en colocar un riñón sano de un donante vivo o fallecido en una persona cuyos riñones ya no funcionan correctamente. Se realiza cuando la enfermedad renal del paciente se encuentra en etapa terminal, es decir, cuando los riñones han perdido aproximadamente el 90% de su capacidad para funcionar normalmente. Sin embargo, el trasplante de riñón no es una cura completamente garantizada ya que algunas formas de enfermedad renal pueden volver después de un trasplante. En el caso del trasplante de riñón, según datos estadísticos, sólo en el Departamento de Nefrología yTrasplante Renal del Hospital General San Juan de Dios, hasta la fecha se han  realizado alrededor de 700 intervenciones, desde que se inició el Programa de Trasplante Renal de Adultos, en 1992. Mientras este procedimiento sucede, el paciente debe adoptar la hemodiálisis para tratar la enfermedad.

 

 


 

 

"El cambio de estrategias en centros de salud es clave para identificar a enfermos renales", dice nefróloga

La nefróloga, Carla Postigo, de Perú, una de las expositora en el XII Congreso Nacional de Nefrología en Antigua Guatemala, habló de cómo el covid impactó a la población y las recomendaciones para identificar a tiempo a un enfermo renal. 

Imagen con fin ilustrativo. (Foto: Niko Azhari Hidayat / Unsplash)
Viviana Mutz
25 de septiembre, 2022

En Guatemala, son 10 de los 22 los departamentos con mayor incidencia de pacientes con enfermedad crónica renal, por lo que mejorar la atención especializada es un reto para el sistema de salud, a fin de mantener la calidad de vida del paciente. 

"Es una enfermedad pandémica, como el covid-19, con la diferencia de que es silenciosa y no muestra síntomas sino hasta cuando el daño puede ser irreversible", recordó la nefróloga, Carla Postigo, de Perú, una de las expositora en el Congreso Nacional de Nefrología que se desarrolló del 22 al 24 de septiembre en Antigua Guatemala, con el apoyo de Nipro Guatemala. 

El lema de en este 2022 fue "Nefrología, tiempos de covid-19", dirigida a trabajadores del sistema de salud y otros involucrados con la atención al paciente renal. 

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"El covid nos hizo cambiar la forma de pensar y cambiar políticas y estrategias de salud, por lo que es decisión de todos comenzar a cambiar la atención al paciente, con el pronto diagnóstico en la atención primaria de salud", dijo Postigo, con 25 años de experiencia, previo a exponer acerca del correcto tratamiento de hemodiálisis, haciendo énfasis en las condiciones médicas de cada paciente. 

Asimismo, respondió a otras interrogantes en la siguiente entrevista. 

"Hay que cambiar el estilo de vida"

¿En qué destaca Guatemala en cuanto a la atención de pacientes en diálisis?

A pesar que somos países con la misma habla, la realidad de Guatemala es distinta a la de Perú. Tengo alguna envidia de lo que puede hacer Guatemala con sus pacientes en diálisis. A pesar que es una misma enfermedad en donde los riñones no funcionan adecuadamente, no tenemos la misma tecnología, ni tampoco los especialistas (nefrólogos) que se necesitan. Por ejemplo, Guatemala utiliza dializador de alto flujo, un tubo que a través de una membrana sintética, como un abanico con orificios permite remover sustancias tóxicas mucho más grandes. Mi riñón sano permite eliminar toxinas de las pequeñas a las más grandes, pero cuando ya no funciona, requiere de hemodiálisis para remover tales toxinas y dependiendo del dializador, se puede limpiar más el cuerpo. En Perú tampoc podemos innovar con medicamentos con evidencia científica para tratamiento de pacientes. 

¿Cómo afectó el covid-19 a esta enfermedad?

La enfermedad renal crónica a nivel mundial es pandémica, algo así como el covid. El covid nos dio una emergencia a nivel mundial porque nos contagiaba rápidamente y nos moríamos. Con la enfermedad renal, prevalecen patologías como la diábetes o hipertensión, y si no me cuido desde el momento que me diagnosticaron, mi riñón puede ir fallando a lo largo del tiempo, pero no daré síntomas como el covid, sino que la enfermedad renal actúa silenciosa. Lo que los especialistas buscamos es que el paciente no llegue a diálisis y tratarlo antes. Lamentablemente, en Latinoamérica, la poca difusión de lo que es la enfermedad no hace que las personas seamos responsables. La población solo va al médico cuando se siente enfermo y no por prevención, y que es cuando se diagnostica. En Guatemala hay altos ídices de diabetes, hipertensión, pocos bebedores de agua y mientras no se hagan un examen de sangre, no sabrán qué tiene la enfermedad.

¿Qué hacer para atender a tiempo a la población?

Lo primero, buscar a la población en riesgo: obesos, diabéticos, hipertensos, mayores de 55 años, dedicarnos a ellos a través de los médicos de atención primaria, quienes están en los centros de salud. Concientizarlos para realizarse exámenes de orina si son diabéticos o hipertensos, pero también saber y conocer el medicamento que consumen. Los médicos también tenemos que cambiar el chip y recordarle a la población que la enfermedad renal no da síntomas y como le digo a mis pacientes, o el riñón es muy inteligente o muy sonso. Y ess muy inteligente porque aguanta todo lo que puede y da síntomas cuando ya no da más. Por eso tenemos que ayudarnos de los especialistas en atención primaria para diagnosticarlos pronto. 

¿Qué tema compartió con personal de salud de Guatemala?

Compartí dos charlas, una de ellas fue "Hemodiálisis a la carta", es decir una hemodiálisis adecuada. La hemodiálisis es un tratamiento de sustitución renal que reemplaza la función del riñón de eliminar agua y toxinas. Todos los pacientes tienen la misma enfermedad y requieren diálisis, pero el requerimiento de cada paciente es distinto. Tengo que ver cuál es el requerimiento de sal, sodio, o el potasio y calcio que le debo dar. Es comparado a la función de una lavadora, dependiendo de cuán limpia quiero que salga mi ropa así será el detergente que debo aplicar. En el caso de la diálisis, al entrar el líquido de diálisis, debo saber qué tipo de paciente tengo para utilizar determinado dializador. No es lo mismo un paciente diabético, que otro que sufrió un infarto. Hay que individualizar el tratamiento según las necesidades específicas de cada paciente. Hemos caído en una rutina de utilizar la máquina de diálisis que viene preparada con requerimiento estandarizado. Pero ojo, es allí en donde debemos poner atención para saber qué tratamiento dar. 

¿Qué recomendaciones debemos seguir?

Debemos apoyarnos de especialistas, pero también en cambiar el estilo de vida: ir al médico una vez al año, lo primordial; hacer ejercicio, por lo menos caminar; mantener una alimentación saludable; tomar suficiente agua, lo que pida el cuerpo; controlar diabetes e hipertensión, no fumar y no consumir medicamentos antiinflamatorios que no estén indicados bajo prescripción médica para no dañar el riñón. También evitar exceso de carbohidratos y vigilar antecedentes familiares con la enfermedad. 

¿Qué le dejó el covid-19 a la nefrología?

El covid nos ha enseñado mucho a todos. Nos ha hecho cambiar nuestra forma de pensar y enseñanzas a nivel de salud, desde la importancia de lavarnos las manos y el uso de la mascarilla, como también políticas y estratégicas. Creo que es decisión de todos en empezar a cambiar estrategias como en la atención primaria, el área más importante para ayudarnos a identificar a enfermos renales. El covid recién nos está enseñando a nefrólogos y todos los médicos qué secuelas dejó. 

Tratamientos de la enfermedad renal

Se recomienda la diálisis cuando los riñones no extraen los productos de desecho de forma adecuada. 

Existen 3 tipos de tratamiento a los que el enfermo renal puede optar: 

1. Diálisis Peritoneal: este procedimiento se realiza en el paciente utilizando la membrana llamada peritoneo, que reviste el abdomen y recubre los órganos abdominales, por medio de la cual se puede filtrar con facilidad las sustancias presentes en la sangre, ayudando al paciente a eliminarlas y permitiéndole mejorar su calidad de vida.

2. Hemodiálisis: es un tratamiento de purificación sanguínea en el cual, la máquina de diálisis extrae la sangre del paciente y la bombea a través de un filtro conocido como dializador o “riñón artificial” y la devuelve al organismo. Es una terapia que ayuda a que el paciente se sienta mejor y viva más tiempo, pues ayuda a controlar la presión arterial y a equilibrar los minerales importantes en la sangre, particularmente el potasio,el sodio y el calcio.

3. Trasplante de riñón: es un procedimiento quirúrgico que consiste en colocar un riñón sano de un donante vivo o fallecido en una persona cuyos riñones ya no funcionan correctamente. Se realiza cuando la enfermedad renal del paciente se encuentra en etapa terminal, es decir, cuando los riñones han perdido aproximadamente el 90% de su capacidad para funcionar normalmente. Sin embargo, el trasplante de riñón no es una cura completamente garantizada ya que algunas formas de enfermedad renal pueden volver después de un trasplante. En el caso del trasplante de riñón, según datos estadísticos, sólo en el Departamento de Nefrología yTrasplante Renal del Hospital General San Juan de Dios, hasta la fecha se han  realizado alrededor de 700 intervenciones, desde que se inició el Programa de Trasplante Renal de Adultos, en 1992. Mientras este procedimiento sucede, el paciente debe adoptar la hemodiálisis para tratar la enfermedad.