La huella hídrica de los ingenios azucareros de Guatemala es 45% menor al promedio mundial

La Agroindustria de la Caña de Azúcar, además de ser un motor económico para Guatemala, es un aliado del desarrollo sostenible y hay diversas iniciativas y proyectos en las áreas ambiental, social y económica, a través de las cuales el sector apoya al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de  la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Por tal motivo, la Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua), participó en la Conferencia del Agua 2023 de la ONU, en el evento paralelo: Agua y Energía para el Desarrollo Sostenible: Soluciones integradas que apoyan la cooperación regional.

Una oportunidad para ampliar conocimientos, aprender sobre las experiencias y prácticas que se están implementando en otras industrias alrededor del mundo.

En la actividad, Andrea Bolaños, gerente de sostenibilidad y directora de Fundazucar, expuso cómo la producción de azúcar en Guatemala está comprometida con el cumplimiento de los objetivos y metas de la Agenda 2030, así como otros objetivos globales, tales como Cambio Climático, Biodiversidad y Derechos Humanos.

“Fue una gran oportunidad el poder participar activamente dentro de la conferencia del Agua de la ONU y eventos paralelos. Posiciona a Guatemala como un país socialmente responsable y sostenible”, añadió Bolaños.

 En su intervención la gerente de sostenibilidad y directora de Fundazucar detalló sobre tres acciones que el sector azucarero efectúa para la optimización del agua:

1. Proyectos de saneamiento por parte de Fundazúcar

La Fundación del Azúcar (Fundázucar) junto a líderes comunitarios y locales, llevan a cabo proyectos de saneamiento de agua potable, para facilitar su acceso. Una iniciativa que ha sido apoyada con fondos para ampliar su alcance.

2. Monitoreo de ríos por ICC

El Instituto Privado del Cambio Climático (ICC), anualmente, realiza monitoreos a 49 ríos ubicados en la Costa Sur de Guatemala para verificar el nivel de agua y comprobar el acceso a las comunidades aledañas.

3. La huella hídrica de los ingenios azucareros en Guatemala

La agroindustria azucarera ha implementado diversidad de métodos para optimizar el uso del agua en sus procesos. Gracias al Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar (Cengicaña) utilizan un software para medir la cantidad de agua requerida para el riego del cultivo.

Además, enfatizan que el 75% del agua utilizada para el  riego de la caña proviene de la lluvia.

“Nuestra huella hídrica es 45% menor a los demás productores de azúcar en el mundo”, remarcó Andrea Bolaños.

¿Cómo optimizan el uso del agua los ingenios azucareros de Guatemala?

En el país operan 11 ingenios que son productores de azúcar y todos han tomado medidas para usar menos agua; según su capacidad, lo que les permite ser más eficientes y ambientalmente sostenibles.

1. Investigación de nuevas variaciones de caña

En Cengicaña se ha investigado y cruzado variados tipos de plantas de caña, con lo que  han logrado 31 variedades nuevas que usan menos agua y tiene más azúcar.

2. Uso racional del recurso

Desde Santa Rosa hasta Retalhuleu, las empresas, autoridades y comunidades se organizaron para usar el agua de manera racional, lo que permite que los ríos lleguen a su desembocadura.

3. Limpieza de seco de la caña

En algunos ingenios se usa un sistema de vibración para limpiar la caña, antes de iniciar el proceso de transformación a melaza y azúcar,  y así se evita el uso de agua para lavarla.

4. Tratamiento de aguas residuales

Al final del proceso de fabricación de azúcar quedan aguas residuales que son tratadas y aprovechadas para riego, con esto los 11 ingenios cumplen con el reglamento 236-2006 del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales que regula las descargas y el reúso de aguas residuales.

5. Reutilización del agua

Los ingenios han invertido en sistemas para la reutilización del agua en las fábricas de azúcar.

El agua que se usa en el proceso de fabricación es llevada a un sistema de enfriamiento; ya que sale a alta temperatura, donde luego de ser enfriada retorna a la fábrica, mediante un sistema de recirculación, para ser usada de nuevo.