Al fondo de la residencia se observa una silla plástica cerca de la cocina artesanal, mientras Carolina, nombre supuesto para resguardar su identidad, conversa con una trabajadora social.
Carolina, de 14 años, responde algunas de dudas, mientras carga a su bebé, quien está por cumplir un año de edad. También lleva una manta blanca entre los brazos para limpiar al niño. El peinado al lado y el ganchito en el cabello, delatan la corta edad de Carolina.
Por estar en investigación el proceso, es difícil conocer detalles del embarazo y quién es el padre del hijo de Carolina. Pero el caso de ella es similar al de unas 508 niñas y adolescentes (menores de 14 años), según un análisis del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR).
De acuerdo con el último estudio de OSAR, del 1 de enero al 23 de marzo de 2022 se registraron 30 mil 131 embarazos en niñas y adolescentes de 10 a 19 años en Guatemala.
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… Siempre se comete este delito (violación sexual) cuando la víctima sea una persona menor de 14 años, o cuando sea una persona con incapacidad volitiva o cognitiva, aún cuando no medie violencia física o psicológica”: Artículo 28. Ley Contra Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas.
Detalles del informe
El informe detalla que del total, el 98.3%, equivalente a 29 mil 623 casos, corresponde a adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años. Mientras el 1.7%, es decir 508 casos, son niñas de 10 a 14 años de edad.
El 14% (73) de las niñas de 10 a 14 años vive en Alta Verapaz, 12% (66) en Huehuetenango, 11% (66) en Petén, 8% (43) Quiché y el 6% (31) en Quetzaltenango.
Los datos son “alarmantes y nada alentadores”, pues al analizar las cifras se refleja que cada día en Guatemala seis menores son violadas y embarazadas (El dato sale de la división de 508 casos entre los 81 días que se registraron las cifras).
Una tendencia que continúa
Victoria Hernández, representante de OSAR, prevé que los casos en niñas menores de 14 años sean similares a los del 2021, pues en el primer trimestre se marca ya una tendencia a las de años atrás. Aunque aclaró que en 2020 se mostró una reducción de unos 300 casos, pero fue efecto de las medidas de restricciones por la pandemia del covid-19.
“En ese año -2021- hubo muchos casos que no se registraron por las restricciones, pero lo más triste fue que muchas de las víctimas estuvieron con su agresor. En ese periodo se observaron muchos suicidios relacionados a embarazos en menores”, agregó Hernández.
Por aparte, Mirna Montenegro, directora de OSAR, reconoció avances en atención al tema, sin embargo, manifestó que falta mejorar los procesos de atención a las niñas víctimas, principalmente en el área social, emocional, psicológica, salud entre otras.