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Nahualá llora a sus migrantes fallecidos en San Antonio, Texas

En Nahualá, un municipio de 60 mil habitantes, las escenas de dolor empezaron el viernes con la repatriación de los primeros cuerpos de migrantes fallecidos.

Magdalena Tepaz preside el funeral de su hijo Wilmer Tulul Tepaz. Fotografía Esteban Biba
Agencia EFE
18 de julio, 2022

En un pequeño poblado indígena en el oeste de Guatemala, las tragedias de migrantes se acumulan como pesadillas tras un fin de semana gris en el que fueron repatriados tres menores de edad y dos hermanas que buscaban el "sueño americano".

Los tres menores de edad y las dos hermanas partieron en junio pasado en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos, procedentes del municipio de Nahualá, en el departamento (provincia) de Sololá, unos 150 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala.

Sin embargo, el "sueño americano" se transformó en pesadilla para los cinco y sus familias, en un país donde el 59 % de la población es pobre y casi el 35% vive de lo que envían sus familiares desde los Estados Unidos.

Amigos y familiares asisten al entierro del menor Pascual Melvin Guachiac Sipac.

El dolor

En Nahualá, un municipio de aproximadamente 60 mil habitantes, las escenas de dolor empezaron el viernes con la llegada al poblado de Pascual Melvin Guachiac Sipac, un adolescente de 13 años que murió asfixiado en la tragedia de Texas el pasado 27 de junio.

El menor fue el primer guatemalteco repatriado de los 21 que perdieron la vida en la tragedia. El conteo final de las autoridades estadounidenses señala que falleció junto a otros 52 migrantes cuando eran trasladados en un tráiler en San Antonio, Texas.

Los 21 guatemaltecos forman parte del grupo de 53 migrantes, entre mexicanos y hondureños, que murieron asfixiados en el tráiler, donde eran conducidos por traficantes de personas.

Las autoridades locales suponen que los migrantes debieron permanecer varias horas encerrados en el camión, en la que ha sido considerada la mayor tragedia de tráfico de personas de las últimas décadas en Estados Unidos.

El padre de Guachiac Sipac, Casimiro Guachiac, se encontraba en Estados Unidos al momento de la muerte de su hijo y volvió al país centroamericano para enterrarlo.

"Iba en el tráiler y empecé a buscarlo en los hospitales", recordó el sábado en Sololá el padre de Guachiac Sipac.

Casimiro Guachiac tenía un año de estar en Estados Unidos, en Michigan después de hacer el accidentado viaje en busca del "sueño americano" hace un año.

Mientras tanto, la idea de Pascual Melvin era llegar a Estados Unidos para "estudiar", según el relato de su padre, quien recordó que su hijo "tenía muchos sueños".

El féretro gris de Guachiac Sipac fue inhumado al filo del sábado al mediodía en el cementerio local, después de que la familia lo velara durante las últimas horas acompañados de más de un centenar de personas.

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Pascual Melvin Guachiac Sipac migró con la idea de estudiar en EE.UU.

Dos tragedias

El sábado por la noche, los cuerpos de otros dos menores de edad fallecidos en la tragedia de Texas arribaron a Guatemala y el domingo llegaron a Nahualá para su entierro.

Los menores, Juan Wilmer Tulul Tepaz, de 14 años, y Jonny Tziquin Tzoc, de 17, también viajaban en el camión abandonado en Texas.

Pero el retorno de los cuerpos de los tres menores de edad fallecidos en Texas no es la única tragedia que vive el poblado indígena, ya que el domingo por la noche también fueron repatriados los cuerpos de dos hermanas que perdieron la vida en otro sector al intentar llegar a Estados Unidos.

Las hermanas, Manuela Griselda y Carla Catarina Carac Tambriz, de 19 y 24 años, fueron halladas sin vida a las orillas del río Bravo, en la frontera de México y Estados Unidos, el 19 de junio.

Ambas llegaron a Guatemala el domingo y serán enterradas en Nahualá, donde las oportunidades para sobrevivir son pocas y migrar aparenta ser la única opción para alejarse de la pobreza, como sucede cada año con más de 300 mil guatemaltecos que toman la decisión de dejar su país.

"Aquí solo se gana Q60 o Q75 al día (entre US$8 y US$10) y eso ni alcanza para la comida", concluye Casimiro Guachiac con tristeza.

Nahualá llora a sus migrantes fallecidos en San Antonio, Texas

En Nahualá, un municipio de 60 mil habitantes, las escenas de dolor empezaron el viernes con la repatriación de los primeros cuerpos de migrantes fallecidos.

Magdalena Tepaz preside el funeral de su hijo Wilmer Tulul Tepaz. Fotografía Esteban Biba
Agencia EFE
18 de julio, 2022

En un pequeño poblado indígena en el oeste de Guatemala, las tragedias de migrantes se acumulan como pesadillas tras un fin de semana gris en el que fueron repatriados tres menores de edad y dos hermanas que buscaban el "sueño americano".

Los tres menores de edad y las dos hermanas partieron en junio pasado en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos, procedentes del municipio de Nahualá, en el departamento (provincia) de Sololá, unos 150 kilómetros al oeste de la Ciudad de Guatemala.

Sin embargo, el "sueño americano" se transformó en pesadilla para los cinco y sus familias, en un país donde el 59 % de la población es pobre y casi el 35% vive de lo que envían sus familiares desde los Estados Unidos.

Amigos y familiares asisten al entierro del menor Pascual Melvin Guachiac Sipac.

El dolor

En Nahualá, un municipio de aproximadamente 60 mil habitantes, las escenas de dolor empezaron el viernes con la llegada al poblado de Pascual Melvin Guachiac Sipac, un adolescente de 13 años que murió asfixiado en la tragedia de Texas el pasado 27 de junio.

El menor fue el primer guatemalteco repatriado de los 21 que perdieron la vida en la tragedia. El conteo final de las autoridades estadounidenses señala que falleció junto a otros 52 migrantes cuando eran trasladados en un tráiler en San Antonio, Texas.

Los 21 guatemaltecos forman parte del grupo de 53 migrantes, entre mexicanos y hondureños, que murieron asfixiados en el tráiler, donde eran conducidos por traficantes de personas.

Las autoridades locales suponen que los migrantes debieron permanecer varias horas encerrados en el camión, en la que ha sido considerada la mayor tragedia de tráfico de personas de las últimas décadas en Estados Unidos.

El padre de Guachiac Sipac, Casimiro Guachiac, se encontraba en Estados Unidos al momento de la muerte de su hijo y volvió al país centroamericano para enterrarlo.

"Iba en el tráiler y empecé a buscarlo en los hospitales", recordó el sábado en Sololá el padre de Guachiac Sipac.

Casimiro Guachiac tenía un año de estar en Estados Unidos, en Michigan después de hacer el accidentado viaje en busca del "sueño americano" hace un año.

Mientras tanto, la idea de Pascual Melvin era llegar a Estados Unidos para "estudiar", según el relato de su padre, quien recordó que su hijo "tenía muchos sueños".

El féretro gris de Guachiac Sipac fue inhumado al filo del sábado al mediodía en el cementerio local, después de que la familia lo velara durante las últimas horas acompañados de más de un centenar de personas.

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Pascual Melvin Guachiac Sipac migró con la idea de estudiar en EE.UU.

Dos tragedias

El sábado por la noche, los cuerpos de otros dos menores de edad fallecidos en la tragedia de Texas arribaron a Guatemala y el domingo llegaron a Nahualá para su entierro.

Los menores, Juan Wilmer Tulul Tepaz, de 14 años, y Jonny Tziquin Tzoc, de 17, también viajaban en el camión abandonado en Texas.

Pero el retorno de los cuerpos de los tres menores de edad fallecidos en Texas no es la única tragedia que vive el poblado indígena, ya que el domingo por la noche también fueron repatriados los cuerpos de dos hermanas que perdieron la vida en otro sector al intentar llegar a Estados Unidos.

Las hermanas, Manuela Griselda y Carla Catarina Carac Tambriz, de 19 y 24 años, fueron halladas sin vida a las orillas del río Bravo, en la frontera de México y Estados Unidos, el 19 de junio.

Ambas llegaron a Guatemala el domingo y serán enterradas en Nahualá, donde las oportunidades para sobrevivir son pocas y migrar aparenta ser la única opción para alejarse de la pobreza, como sucede cada año con más de 300 mil guatemaltecos que toman la decisión de dejar su país.

"Aquí solo se gana Q60 o Q75 al día (entre US$8 y US$10) y eso ni alcanza para la comida", concluye Casimiro Guachiac con tristeza.