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Qué dicen los expertos sobre el efecto psicológico en los jóvenes después de perder clases presenciales por el covid-19

Oficialmente la educación en el país se paralizó el lunes 16 de marzo del 2020, el inicio de un largo retraso y ausencia en las aulas que se extendió durante dos años.

Isabella Soler
31 de enero, 2023

El 2020 comenzó como un año normal para millones de estudiantes que iniciaban una nueva etapa escolar. No había mayores preocupaciones alrededor de lo que prometía ser un gran año. Pero, algunos sectores no tenían idea de que el mundo estaba por cambiar.

El Covid-19 comenzaba a ser una amenaza para la libre movilidad y las actividades del planeta. En solo semanas el virus sorprendió a Guatemala y comenzaron las limitaciones para todos los sectores.

Oficialmente la educación en el país se paralizó el lunes 16 de marzo del 2020, en un principio se anunció un confinamiento de 21 días que para los estudiantes significaban unas vacaciones adelantadas.

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Los problemas de adaptación y aprendizaje en las aulas son evidentes.

“Al principio mis compañeros y yo estábamos felices porque nos habían dado vacaciones antes de Semana Santa,  pero pasaron los meses y ya no nos podíamos ver. Me comencé a sentir sólo“, comenta un niño estudiante de segundo primaria de un colegio público de Guatemala.

Estos dos años de pandemia han tenido un serio efecto en la salud emocional de niños y adolescentes del país. Un estudio de la Universidad del Valle, mostró que el 50% de alumnos de todos los sectores educativos comenzaron a sufrir niveles altos de depresión y Trastorno de Ansiedad Generalizada  (TAG) a raíz del confinamiento, la incertidumbre fue la causa principal de estos trastornos.

Qué dicen los expertos

La psicóloga Sabrina Licht afirma que el encierro no solo afectó la convivencia de los estudiantes, también tuvo un impacto en el desempeño académico, “pues el cambio de clases presenciales a modalidad virtual no permitía una atención tan personalizada como cuando iban al colegio y las dudas se resolvían inmediatamente con los maestros”, enfatiza Licht.

Otra especialista de un colegio privado en la Ciudad de Guatemala, confirmó que “al inicio de la pandemia, los estudiantes estaban enojados por no poder salir, pues la libertad que tenían antes era demasiada. Sin embargo, al paso de los meses el enojo se convirtió en diferentes trastornos”. Y agrega que “muchos de ellos perdieron padres o familiares cercanos por una enfermedad que poco antes era completamente desconocida”, cuenta la especialista.

Un panorama incierto

Las especialistas en psicología están de acuerdo con que el retraso educativo, producto del confinamiento, es preocupante y podría ser un problema a largo plazo, sobre todo en el sector público.

Muchos niños y adolescentes no alcanzaron el nivel necesario para cursar el próximo grado y desarrollarse plenamente en sus materias, este escenario en un niño puede generar una gran frustración y llevarlos a sentirse menos.

“Los trastornos psicológicos afectan a estudiantes de todos los niveles educativos, tanto en el sector público como en el privado. El confinamiento, incertidumbre y falta de atención personalizada detonaron diferentes enfermedades”. Concluyen las especialistas.

Los problemas de adaptación y aprendizaje en las aulas son evidentes.

Este artículo se publicó originalmente en Julio 2022

Qué dicen los expertos sobre el efecto psicológico en los jóvenes después de perder clases presenciales por el covid-19

Oficialmente la educación en el país se paralizó el lunes 16 de marzo del 2020, el inicio de un largo retraso y ausencia en las aulas que se extendió durante dos años.

Isabella Soler
31 de enero, 2023

El 2020 comenzó como un año normal para millones de estudiantes que iniciaban una nueva etapa escolar. No había mayores preocupaciones alrededor de lo que prometía ser un gran año. Pero, algunos sectores no tenían idea de que el mundo estaba por cambiar.

El Covid-19 comenzaba a ser una amenaza para la libre movilidad y las actividades del planeta. En solo semanas el virus sorprendió a Guatemala y comenzaron las limitaciones para todos los sectores.

Oficialmente la educación en el país se paralizó el lunes 16 de marzo del 2020, en un principio se anunció un confinamiento de 21 días que para los estudiantes significaban unas vacaciones adelantadas.

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Los problemas de adaptación y aprendizaje en las aulas son evidentes.

“Al principio mis compañeros y yo estábamos felices porque nos habían dado vacaciones antes de Semana Santa,  pero pasaron los meses y ya no nos podíamos ver. Me comencé a sentir sólo“, comenta un niño estudiante de segundo primaria de un colegio público de Guatemala.

Estos dos años de pandemia han tenido un serio efecto en la salud emocional de niños y adolescentes del país. Un estudio de la Universidad del Valle, mostró que el 50% de alumnos de todos los sectores educativos comenzaron a sufrir niveles altos de depresión y Trastorno de Ansiedad Generalizada  (TAG) a raíz del confinamiento, la incertidumbre fue la causa principal de estos trastornos.

Qué dicen los expertos

La psicóloga Sabrina Licht afirma que el encierro no solo afectó la convivencia de los estudiantes, también tuvo un impacto en el desempeño académico, “pues el cambio de clases presenciales a modalidad virtual no permitía una atención tan personalizada como cuando iban al colegio y las dudas se resolvían inmediatamente con los maestros”, enfatiza Licht.

Otra especialista de un colegio privado en la Ciudad de Guatemala, confirmó que “al inicio de la pandemia, los estudiantes estaban enojados por no poder salir, pues la libertad que tenían antes era demasiada. Sin embargo, al paso de los meses el enojo se convirtió en diferentes trastornos”. Y agrega que “muchos de ellos perdieron padres o familiares cercanos por una enfermedad que poco antes era completamente desconocida”, cuenta la especialista.

Un panorama incierto

Las especialistas en psicología están de acuerdo con que el retraso educativo, producto del confinamiento, es preocupante y podría ser un problema a largo plazo, sobre todo en el sector público.

Muchos niños y adolescentes no alcanzaron el nivel necesario para cursar el próximo grado y desarrollarse plenamente en sus materias, este escenario en un niño puede generar una gran frustración y llevarlos a sentirse menos.

“Los trastornos psicológicos afectan a estudiantes de todos los niveles educativos, tanto en el sector público como en el privado. El confinamiento, incertidumbre y falta de atención personalizada detonaron diferentes enfermedades”. Concluyen las especialistas.

Los problemas de adaptación y aprendizaje en las aulas son evidentes.

Este artículo se publicó originalmente en Julio 2022