Apunte perdido y encontrado, Esta es la historia urbana de JOSÉ VICENTE SOLÓRZANO AGUILAR
El lector asiduo de Mafalda tiene presente la tira donde se encuentra una libreta tirada, con las páginas de cara al suelo, cerca de un parque de Buenos Aires. Le entra curiosidad, la abre y la cara le cambia al leer, en apretada letra de carta: Cuando un cliente compra una cosa está comprando dos: una, la que él cree que está comprando, y otra, la que realmente uno le está vendiendo.
En el último cuadro aparece Manolito con cara de preocupación, mientras revisa sus bolsillos vacíos, pensando: «¡Mecacho!… ¡Mis apuntes tácticos!…».
El lector ocasional del poeta Luis Alfredo Arango sabe que incluyó un relato titulado «La carta auténtica» en su libro de cuentos Lola dormida (Tipografía Nacional, 1984).
Según su testimonio, es un documento verídico: lo halló dentro de un monedero rojo olvidado en la pasarela del INCAP. «Al enterarme de su contenido, sentí que era mi deber publicarla, porque es un testimonio terrible, como un grito», escribió en la contraportada. Vean este fragmento:
“Maco xxxxxxxxx entiende nuestro amor no puede ser te quiero y no sé si tu me quieras por esto que pasó. Pero sera mejor para ti porque yo no te quiero ver encerrado.
Maco me voy a huir y ahora talvez pueda llegar a E.E.U.U. Busca una novia que te quiera y que te de lo que tu quieres. Maco no te voy a olvidar te escribiré en cuanto llegue.
Me voy porque mis padres no me llevan bien y yo los odio y siento un odio por ellos que seria capaz de cualquier cosa por no estar con ellos y mis hermanos
Adiós Amor mío corazón de otra. Destruyelo por favor”.
En ese espíritu reproduzco lo que pasé machucando el otro día, frente al centro comercial de la zona 4. Me costó descifrar la letra: el uso del teclado de la computadora y los celulares terminará por dejar sin clientela a los grafólogos. Copio lo que logré entender:
«Présteles dinero y no se los cobre. Dígales que no se preocupen, a fin de mes se arreglan. Y cuando llegue el fin de mes, vuelva a decirles que no se preocupen. Con eso se los gana.
»Cubra de regalos a los niños. Consígales los juguetes más caros y llamativos. Lléveselos a pasear y no les niegue los helados, los dulces, los globos, todo lo que le pidan. Va por el camino indicado cuando llegue de visita y el niño se le acerque corriendo a abrazarlo, como no lo hace con sus padres.
»Consienta a los adultos. Entérese si les hace falta algún ajuste para la medicina o los repuestos del carro. Aproveche su membresía en tiendas de artículos importados para conseguírselos. Si sale de vacaciones, tráigales una playera, o una botella [ilegible]. Esté presente en asuntos de enfermedad grave y sea el primero en encabezar la campaña de recaudación de fondos. Tendrán que estarle eternamente agradecidos.
»Esmérese en la celebración del día de la madre. Ayude a los que estén sin trabajo. Sea el primero en ponerse contento cuando vayan a tener bebés. Si se casan, págueles la luna de miel.
»Siempre esté atento por si alguien desconfía. No faltará quién cuestione su generosidad. Sea cauteloso: compórtese de modo que el desconfiado se aleje. Y de oponérsele, no lo tome en cuenta, ignórelo, haga de cuenta que no existe. Usted conservará la imagen que cultivó ante los demás. Todos le darán la razón.
»Muy importante: siempre lo tienen que ver bien vestido, bien peinado, bien arreglado. A cualquier hora del día, entre semana, sábados y domingos. Nunca huela a sudor: déjeles su fragancia en todo aquel al que abrace, bese o le dé la mano. Cuidado con hacerles caras de asco.
»Manténgase en constante observación para elegir a quienes le serán incondicionales en el futuro. Necesitará contar con todos los partidarios que pueda juntar cuando llegue el momento.
La lluvia empapó el resto.
Posdata.- La pintora Isabel Ruiz (Ciudad de Guatemala, 1945) atraviesa por una situación muy delicada en su salud. Quienes deseen ayudarla con aportes monetarios, necesarios para costear el tratamiento, pueden hacerlo a través de la cuenta en quetzales No. 069130162-1 del Banco Industrial, a nombre de Alejandro Morales Ruiz.
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En el último cuadro aparece Manolito con cara de preocupación, mientras revisa sus bolsillos vacíos, pensando: «¡Mecacho!… ¡Mis apuntes tácticos!…».
El lector ocasional del poeta Luis Alfredo Arango sabe que incluyó un relato titulado «La carta auténtica» en su libro de cuentos Lola dormida (Tipografía Nacional, 1984).
Según su testimonio, es un documento verídico: lo halló dentro de un monedero rojo olvidado en la pasarela del INCAP. «Al enterarme de su contenido, sentí que era mi deber publicarla, porque es un testimonio terrible, como un grito», escribió en la contraportada. Vean este fragmento:
“Maco xxxxxxxxx entiende nuestro amor no puede ser te quiero y no sé si tu me quieras por esto que pasó. Pero sera mejor para ti porque yo no te quiero ver encerrado.
Maco me voy a huir y ahora talvez pueda llegar a E.E.U.U. Busca una novia que te quiera y que te de lo que tu quieres. Maco no te voy a olvidar te escribiré en cuanto llegue.
Me voy porque mis padres no me llevan bien y yo los odio y siento un odio por ellos que seria capaz de cualquier cosa por no estar con ellos y mis hermanos
Adiós Amor mío corazón de otra. Destruyelo por favor”.
En ese espíritu reproduzco lo que pasé machucando el otro día, frente al centro comercial de la zona 4. Me costó descifrar la letra: el uso del teclado de la computadora y los celulares terminará por dejar sin clientela a los grafólogos. Copio lo que logré entender:
«Présteles dinero y no se los cobre. Dígales que no se preocupen, a fin de mes se arreglan. Y cuando llegue el fin de mes, vuelva a decirles que no se preocupen. Con eso se los gana.
»Cubra de regalos a los niños. Consígales los juguetes más caros y llamativos. Lléveselos a pasear y no les niegue los helados, los dulces, los globos, todo lo que le pidan. Va por el camino indicado cuando llegue de visita y el niño se le acerque corriendo a abrazarlo, como no lo hace con sus padres.
»Consienta a los adultos. Entérese si les hace falta algún ajuste para la medicina o los repuestos del carro. Aproveche su membresía en tiendas de artículos importados para conseguírselos. Si sale de vacaciones, tráigales una playera, o una botella [ilegible]. Esté presente en asuntos de enfermedad grave y sea el primero en encabezar la campaña de recaudación de fondos. Tendrán que estarle eternamente agradecidos.
»Esmérese en la celebración del día de la madre. Ayude a los que estén sin trabajo. Sea el primero en ponerse contento cuando vayan a tener bebés. Si se casan, págueles la luna de miel.
»Siempre esté atento por si alguien desconfía. No faltará quién cuestione su generosidad. Sea cauteloso: compórtese de modo que el desconfiado se aleje. Y de oponérsele, no lo tome en cuenta, ignórelo, haga de cuenta que no existe. Usted conservará la imagen que cultivó ante los demás. Todos le darán la razón.
»Muy importante: siempre lo tienen que ver bien vestido, bien peinado, bien arreglado. A cualquier hora del día, entre semana, sábados y domingos. Nunca huela a sudor: déjeles su fragancia en todo aquel al que abrace, bese o le dé la mano. Cuidado con hacerles caras de asco.
»Manténgase en constante observación para elegir a quienes le serán incondicionales en el futuro. Necesitará contar con todos los partidarios que pueda juntar cuando llegue el momento.
La lluvia empapó el resto.
Posdata.- La pintora Isabel Ruiz (Ciudad de Guatemala, 1945) atraviesa por una situación muy delicada en su salud. Quienes deseen ayudarla con aportes monetarios, necesarios para costear el tratamiento, pueden hacerlo a través de la cuenta en quetzales No. 069130162-1 del Banco Industrial, a nombre de Alejandro Morales Ruiz.
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