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Joven guatemalteca demanda a patrulleros fronterizos por abuso sexual

Ana González
16 de marzo, 2018

Una joven guatemalteca, que junto con su hermana mayor cruzó la frontera en el verano de 2016 buscando reunirse con su mamá en Fresno, presentó esta semana una demanda por asalto y agresión, entre otros cargos, contra el gobierno de Estados Unidos y varios agentes fronterizos.

La joven, sólo identificada como J.I. , alega que fue asaltada sexualmente por un agente de la Patrulla Fronteriza en las instalaciones de la agencia en Presidio, Texas, luego que los agentes las detuvieran tras cruzar la frontera.  En ese momento, tenía 17 años de edad.

La demanda

En marzo del 2017, abogados de la Unión de Libertades Civiles (ACLU) del Norte de California presentaron sendas quejas administrativas ante el gobierno federal en nombre de las dos hermanas, un paso requerido antes de llevar a cabo una demanda legal.

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Las quejas fueron rechazadas por el gobierno federal, y CBP declinó acusar a los agentes involucrados, dijeron portavoces de la organización.  ACLU del norte de California y el bufete Coblentz, Patch, Duffy & Bass unieron fuerzas para presentar la querella.


“Estamos decididos a responsabilizar a CBP por el abuso sexual que llevó a cabo su agente. CBP se ha negado a enjuiciar penalmente al agente involucrado. Este abuso de poder es desmesurado “, dijo Angélica Salceda, abogada de la Fundación ACLU del Norte de California

La hermana mayor no está incluida en la demanda porque aunque también sufrió el mismo tipo de abuso, decidió mantener “la mayor privacidad posible”, dijo una portavoz de ACLU.

Los hechos

Las dos muchachas habían cruzado la frontera Texas, Chihuahua, provenientes de Guatemala, y ya estaban dentro de Estados Unidos cuando pararon una patrulla pidiendo ayuda. Resultó ser una patrulla de CBP y dos agentes se detuvieron, las interrogaron brevemente y las llevaron a la oficina en Presidio, donde las pusieron en una celda.

El presunto abusador fue otro agente que estaba en la oficina y que llevó a las muchachas a una especie de cuarto sin ventanas que contenía comida “un pantry”, donde les pidió que se quitaran toda la ropa y, según los testimonios, las tocó en sus senos y partes íntimas,supuestamente haciéndoles una revisión de “seguridad”

Cuando otros dos agentes regresaron a la oficina, Clarita aprovechó que estaban tomando la huellas a su hermanita para reportar el incidente.


“El agente al que se lo dijo se asombró, dijo ¿qué?”, contó la joven. “El otro, el que nos hizo eso, decía que llorábamos porque nos dijo que nos iba a separar”.

De ahí en adelante se inició una investigación interna ya que otros agentes tomaron nota de lo que dijeron las hermanas y llamaron a dos investigadores, que hicieron lo propio. No obstante y a pesar de la posterior queja formal, no hubo un resultado aparente ni acciones disciplinarias contra agente alguno.

Las jovencitas están viviendo con su mamá en Fresno, y según indicaron las abogadas y la propia Clarita, siguen sufriendo las secuelas del abuso sexual. Ambas tienen abogados de inmigración y están solicitando una visa U que les permitiría quedarse legalmente como víctimas de un delito.

Información:

La raza.com

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La joven, sólo identificada como J.I. , alega que fue asaltada sexualmente por un agente de la Patrulla Fronteriza en las instalaciones de la agencia en Presidio, Texas, luego que los agentes las detuvieran tras cruzar la frontera.  En ese momento, tenía 17 años de edad.

La demanda

En marzo del 2017, abogados de la Unión de Libertades Civiles (ACLU) del Norte de California presentaron sendas quejas administrativas ante el gobierno federal en nombre de las dos hermanas, un paso requerido antes de llevar a cabo una demanda legal.

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Las quejas fueron rechazadas por el gobierno federal, y CBP declinó acusar a los agentes involucrados, dijeron portavoces de la organización.  ACLU del norte de California y el bufete Coblentz, Patch, Duffy & Bass unieron fuerzas para presentar la querella.


“Estamos decididos a responsabilizar a CBP por el abuso sexual que llevó a cabo su agente. CBP se ha negado a enjuiciar penalmente al agente involucrado. Este abuso de poder es desmesurado “, dijo Angélica Salceda, abogada de la Fundación ACLU del Norte de California

La hermana mayor no está incluida en la demanda porque aunque también sufrió el mismo tipo de abuso, decidió mantener “la mayor privacidad posible”, dijo una portavoz de ACLU.

Los hechos

Las dos muchachas habían cruzado la frontera Texas, Chihuahua, provenientes de Guatemala, y ya estaban dentro de Estados Unidos cuando pararon una patrulla pidiendo ayuda. Resultó ser una patrulla de CBP y dos agentes se detuvieron, las interrogaron brevemente y las llevaron a la oficina en Presidio, donde las pusieron en una celda.

El presunto abusador fue otro agente que estaba en la oficina y que llevó a las muchachas a una especie de cuarto sin ventanas que contenía comida “un pantry”, donde les pidió que se quitaran toda la ropa y, según los testimonios, las tocó en sus senos y partes íntimas,supuestamente haciéndoles una revisión de “seguridad”

Cuando otros dos agentes regresaron a la oficina, Clarita aprovechó que estaban tomando la huellas a su hermanita para reportar el incidente.


“El agente al que se lo dijo se asombró, dijo ¿qué?”, contó la joven. “El otro, el que nos hizo eso, decía que llorábamos porque nos dijo que nos iba a separar”.

De ahí en adelante se inició una investigación interna ya que otros agentes tomaron nota de lo que dijeron las hermanas y llamaron a dos investigadores, que hicieron lo propio. No obstante y a pesar de la posterior queja formal, no hubo un resultado aparente ni acciones disciplinarias contra agente alguno.

Las jovencitas están viviendo con su mamá en Fresno, y según indicaron las abogadas y la propia Clarita, siguen sufriendo las secuelas del abuso sexual. Ambas tienen abogados de inmigración y están solicitando una visa U que les permitiría quedarse legalmente como víctimas de un delito.

Información:

La raza.com

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