Cumbre de las Américas: un repaso por los crímenes contra opositores en Venezuela, Cuba y Nicaragua
Según los criterios de la Carta Democrática Interamericana, el país anfitrión tiene la facultad de decidir a quienes invitar a la cita. Venezuela, Cuba y Nicaragua quedaron fuera en 2022.
Las violaciones a los derechos humanos y la ruptura democrática en Venezuela, Cuba y Nicaragua son situaciones evidentes. Ante ello los Estados Unidos, país anfitrión de la IX Cumbre de las Américas, decidió excluir del evento a los regímenes de estos países. Situación que también provocó la ausencia de los presidentes de México, Bolivia y Honduras, en apoyo a las dictaduras de la región.
Según los criterios de la Carta Democrática Interamericana, el país anfitrión tiene la facultad de decidir a quienes invitar a la cita. EE.UU. se basa en la declaración firmada en 2001 por todos los países miembros. Y de acuerdo a los parámetros del derecho internacional, su aplicación está dentro de la ley.
Para entender el acuerdo firmado en 2001, las naciones participantes decidieron que se excluiría a aquellos regímenes que no se rigieran por los principios democráticos:
“El mantenimiento y fortalecimiento del Estado de Derecho y el respeto estricto al sistema democrático son, al mismo tiempo, un propósito y un compromiso compartido, así como una condición esencial de nuestra presencia en ésta y en futuras Cumbres. En consecuencia, cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del Gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas”. Irónicamente, una resolución firmada por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez.
Las últimas denuncias en evidencia
En el contexto de la cumbre, el Gobierno estadounidense, representado en esta oportunidad por Brian A. Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental; realizó un duro repaso de los crímenes perpetrados en los últimos años contra los opositores en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Nichols, lamentó que aquellos que se atreven a criticar a esto regímenes son reprimidos y perseguidos. “La detención y los juicios por motivos políticos de manifestantes pacíficos siguen siendo una afrenta a la democracia. Las duras sentencias impuestas castigan la oposición política e intentan silenciar a cualquiera que apoye la democracia”, sentenció el subsecretario de Estado.
En el caso de Cuba, un régimen con más de 60 años de permanencia, Nichols destacó que en las protestas de julio de 2021 se detuvieron a más de 1.400 manifestantes y se enjuiciaron a cientos de personas, entre las que había menores.
“En lugar de atender los reclamos económicos y de derechos humanos, el gobierno cubano inició una era de represión implacable a los manifestantes de sedición, y condenándolos a penas de entre siete y 30 años de prisión”. Señaló Nichols.
Sobre Nicaragua, el funcionario indicó que desde el 2018 “el régimen Ortega-Murillo ha orquestado una brutal represión de los derechos humanos en respuesta a la oposición generalizada a las políticas del régimen, lo que ha provocado la muerte de más de 320 ciudadanos”.
En el caso de Venezuela, Nichols destacó las denuncias y evidencias de torturas sufridas por los opositores encarcelados.
“En Venezuela se aísla a los presos políticos y se les niega alimentación y medicación cuando estos enferman. Los presos han sido torturados mediante palizas, inmersión en agua, descargas eléctricas y exposición a bajas temperaturas”... Y "existen denuncias de mujeres privadas de libertad que denuncian haber sufrido violencia sexual por parte de las fuerzas de seguridad”, finalizó Nichols.
Cumbre de las Américas: un repaso por los crímenes contra opositores en Venezuela, Cuba y Nicaragua
Según los criterios de la Carta Democrática Interamericana, el país anfitrión tiene la facultad de decidir a quienes invitar a la cita. Venezuela, Cuba y Nicaragua quedaron fuera en 2022.
Las violaciones a los derechos humanos y la ruptura democrática en Venezuela, Cuba y Nicaragua son situaciones evidentes. Ante ello los Estados Unidos, país anfitrión de la IX Cumbre de las Américas, decidió excluir del evento a los regímenes de estos países. Situación que también provocó la ausencia de los presidentes de México, Bolivia y Honduras, en apoyo a las dictaduras de la región.
Según los criterios de la Carta Democrática Interamericana, el país anfitrión tiene la facultad de decidir a quienes invitar a la cita. EE.UU. se basa en la declaración firmada en 2001 por todos los países miembros. Y de acuerdo a los parámetros del derecho internacional, su aplicación está dentro de la ley.
Para entender el acuerdo firmado en 2001, las naciones participantes decidieron que se excluiría a aquellos regímenes que no se rigieran por los principios democráticos:
“El mantenimiento y fortalecimiento del Estado de Derecho y el respeto estricto al sistema democrático son, al mismo tiempo, un propósito y un compromiso compartido, así como una condición esencial de nuestra presencia en ésta y en futuras Cumbres. En consecuencia, cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del Gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas”. Irónicamente, una resolución firmada por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez.
Las últimas denuncias en evidencia
En el contexto de la cumbre, el Gobierno estadounidense, representado en esta oportunidad por Brian A. Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental; realizó un duro repaso de los crímenes perpetrados en los últimos años contra los opositores en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Nichols, lamentó que aquellos que se atreven a criticar a esto regímenes son reprimidos y perseguidos. “La detención y los juicios por motivos políticos de manifestantes pacíficos siguen siendo una afrenta a la democracia. Las duras sentencias impuestas castigan la oposición política e intentan silenciar a cualquiera que apoye la democracia”, sentenció el subsecretario de Estado.
En el caso de Cuba, un régimen con más de 60 años de permanencia, Nichols destacó que en las protestas de julio de 2021 se detuvieron a más de 1.400 manifestantes y se enjuiciaron a cientos de personas, entre las que había menores.
“En lugar de atender los reclamos económicos y de derechos humanos, el gobierno cubano inició una era de represión implacable a los manifestantes de sedición, y condenándolos a penas de entre siete y 30 años de prisión”. Señaló Nichols.
Sobre Nicaragua, el funcionario indicó que desde el 2018 “el régimen Ortega-Murillo ha orquestado una brutal represión de los derechos humanos en respuesta a la oposición generalizada a las políticas del régimen, lo que ha provocado la muerte de más de 320 ciudadanos”.
En el caso de Venezuela, Nichols destacó las denuncias y evidencias de torturas sufridas por los opositores encarcelados.
“En Venezuela se aísla a los presos políticos y se les niega alimentación y medicación cuando estos enferman. Los presos han sido torturados mediante palizas, inmersión en agua, descargas eléctricas y exposición a bajas temperaturas”... Y "existen denuncias de mujeres privadas de libertad que denuncian haber sufrido violencia sexual por parte de las fuerzas de seguridad”, finalizó Nichols.