Por las montañas cerca de Fukang, China, se encuentra el desierto de Gobi. Por varios meses, un excursionista que frecuentaba el área utilizó una roca de gran tamaño para descansar y almorzar. Su silla llegó a darle más interés cuando en una ocasión vio que tenía unas partes con cristales relucientes.

Su curiosidad lo llevó a partir un pedazo a martillazos, y quedó petrificado al ver el reluciente dorado del interior de la roca. La pequeña muestra llegó a Estados Unidos, donde se confirmó que es una pallasita, uno de los meteoritos más raros en nuestro Sistema Solar.

El meteorito Fukang

Luego de registrar el lugar donde el meteorito descansaba, no se lograron encontrar restos de pallasita, por lo que se cree que su impacto con la tierra no es reciente. A comparación con otras pallasitas que han sido encontradas, esta es sin duda la más grande. Pesaba alrededor de 1,003 kg cuando fue encontrado, pero con el tiempo se han cortado pedazos del meteorito para diferentes propósitos como joyería, decoraciones, y para exposición en museos. Actualmente, gran parte del meteorito es subastado por todo el mundo.

31 kg de la roca se encuentran en el depósito de la Universidad de Arizona. Marvin Kilgore, de la Universidad del Centro de Meteoritos del suroeste de Arizona, posee una cantidad similar. El que posee la porción más grande es un coleccionista anónimo, quien posee 420 gramos.

En las ocasiones que se pone a la venta, su precio es alrededor de 50 dólares el gramo. En abril de 2008, el pedazo más grande se puso en subasta, donde su precio de salida fue de 2 millones de dólares al ser subastado en Nueva York. Pero no se llegó a vender, ya que gran parte de la atención se fue a un pedazo de estiércol fosilizado de un dinosaurio que tenía 130 millones de años.

El valor de la pallasita no es por el material, sino que por su rareza, por lo que la joyería y joyas no venden tan fácil como las piezas más grandes que se subastan para coleccionistas.

Las pallasitas

Estos meteoritos estás compuestos por 50% de olivino y cristales de peridoto, los cuales están mayormente por dentro y tienen una transparencia dorada, y un 50% de metales, mayormente níquel y hierro. Los materiales no se mezclan por completo, por lo que la roca llega a parecer un mosaico. No se sabe si el planeta de origen de este tipo de meteoritos es parte de nuestro sistema, o si ya no existe, pero sin duda es uno de los ejemplares más hermosos del universo.

Entre los meteoritos que se han descubierto, aproximadamente 1% son pallasitas. Usualmente, cuando entran en la atmósfera de la Tierra estos meteoritos son afectados gravemente por la temperatura y llegan a desintegrarse o disminuir en tamaño, por lo que el Meteorito Fukang es un tesoro espacial.

El nombre pallasita proviene del científico ruso que los descubrió en 1772, Peter Pallas. Encontró una muestra de este tipo de roca espacial cerca de la ciudad de Krasnoyarsk, Siberia.

En 2005 se encontró otro pedazo de pallasita en Kansas, donde el cazador de rocas espaciales Steve Arnold logró identificar la muestra de 635 kg. Se han encontrado pequeñas muestras en diferentes áreas del mundo, pero la más grande es sin duda el meteorito Fukang.