El Salvador: Lluvia pone al descubierto el abandono de hospitales y las falsas promesas de Bukele
La tormenta tropical Bonnie dejó muertos y daños en la infraestructura vial y hospitalaria en El Salvador, donde el Gobierno ofreció mejoras, pero incumplió.
La tormenta tropical Bonnie cobró la vida de al menos 2 personas, dejó medio millar de damnificados en la capital de El Salvador e inundaciones en los hospitales más importantes del país, en los cuales el Gobierno ofreció mejoras, pero donde no invirtió casi nada y evidenció el incumplimiento de Bukele.
Las autoridades de Protección Civil decretaron el fin de semana último alerta roja en 42 municipios de los 262 que tiene El Salvador y alerta naranja en el resto de localidades (220) por el paso de Bonnie, avisos que mantiene activas por una onda tropical que ahora afecta a ese territorio.
El sábado 2 de julio, el hospital Rosales, el más importante y que brinda atención médica a enfermos y heridos más pobres, estuvo cerca del colapso, inundado por la lluvia a causa de la tormenta tropical Bonnie.
En agosto de 2019, Bukele ofreció en cadena nacional remodelarlo hasta convertirlo "en el mejor de Centroamérica", pero casi tres años después la promesa sigue sin cumplirla y la infraestructura quedó aún más dañada con la lluvia. No fue que Bukele no tuviera recursos, sino que simplemente, no lo hizo.
Bonnie, luego de cruzar Nicaragua y convertida en tormenta tropical siguió cerca de la costa pacífica de El Salvador el sábado 2 de julio y a partir de entonces la destrucción fue evidenciándose en redes sociales.
Eran videos de las salas inundadas del hospital Rosales, así como la de los centros de salud del Instituto Salvadoreño del Seguro Social en la capital: cascadas de agua filtrándose por los techos, donde trabajadores intentaban contenerlas con trapos.
Con dinero y sin invertir en repara hospitales
Bukele en 2019 contaba US$170 millones de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para reparar y remodelar el referido hospital, según la Asamblea Legislativa, que aprobó el crédito.
Mientras que del presupuesta nacional de 2021 destinado para infraestructura hospitalaria, solo invirtió US$3.4 millones de US$35 millones disponibles, según datos del Ministerio de Hacienda, aunque la cifra es inexacta debido a los candados que el Congreso ha puesto al acceso a la información pública.
Otro dato es que la inversión para reparar hospitales en 2021 equivale al 7% de lo que Bukele ha gastado en la compra de Bitcoin, moneda en circulación en El Salvador por iniciativa del Presidente.
Hasta ahora, Bukele ha gastado USD 47.8 millones en Bitcoin. Solo el 1 de mayo, cuando la tormenta Bonnie se fortalecía en su rumbo hacia las costas salvadoreñas, el presidente gastó USD 1.5 millones en 80 Bitcoin; eso es poco menos de la mitad de lo que su gobierno invirtió en un año en atender hospitales como el Rosales.
El mandatario apenas hizo apariciones y solo en Twitter compartió los números de emergencia de El Salvador, mientras pobladores de barrios, avenidas y zonas populares eran reubicadas por el Gobierno local y no por el central.
Cuando Bonnie pasaba a huracán 3, adentrándose al Pacífico, Bukele seguía sin visitar ningún lugar afectado, ni mencionar la situación de los hospitales, aunque sí publicó un tuit con el emotico de un sol y al que adjuntó un video de él en un helicóptero, mientras que el más reciente es el relacionado con la estadística de homicidios.
Estado de emergencia sin lluvia
Aunque desde la noche del 5 de julio la lluvia cedía, la Asamblea Legislativa dominada por diputados del presidente declaró estado de emergencia nacional.
La decisión le permite al Gobierno evadir todos los controles de gastos de impuestos por la Ley de Adquisiciones y Contrataciones en la Administración Pública (LACAP), durante 15 días. Uno de estos es que no pueden ser contratistas del Estado los miembros del Consejo de Ministros, funcionarios y empleados públicos, y municipales.
Al estado de emergencia por Bonnie se suma el estado de excepción vigente desde marzo luego de una masacre ocasionada por las pandillas con las que el gobierno de Bukele había hecho un pacto de gobernabilidad, cuya medida ya cobró la vida de medio de centenar de personas en cárceles salvadoreñas.
Para el jueves "ingrese una nueva onda tropical", por lo que las lluvias con actividad eléctrica y los vientos continuarán.
Con información de Efe e Infobae.
El Salvador: Lluvia pone al descubierto el abandono de hospitales y las falsas promesas de Bukele
La tormenta tropical Bonnie dejó muertos y daños en la infraestructura vial y hospitalaria en El Salvador, donde el Gobierno ofreció mejoras, pero incumplió.
La tormenta tropical Bonnie cobró la vida de al menos 2 personas, dejó medio millar de damnificados en la capital de El Salvador e inundaciones en los hospitales más importantes del país, en los cuales el Gobierno ofreció mejoras, pero donde no invirtió casi nada y evidenció el incumplimiento de Bukele.
Las autoridades de Protección Civil decretaron el fin de semana último alerta roja en 42 municipios de los 262 que tiene El Salvador y alerta naranja en el resto de localidades (220) por el paso de Bonnie, avisos que mantiene activas por una onda tropical que ahora afecta a ese territorio.
El sábado 2 de julio, el hospital Rosales, el más importante y que brinda atención médica a enfermos y heridos más pobres, estuvo cerca del colapso, inundado por la lluvia a causa de la tormenta tropical Bonnie.
En agosto de 2019, Bukele ofreció en cadena nacional remodelarlo hasta convertirlo "en el mejor de Centroamérica", pero casi tres años después la promesa sigue sin cumplirla y la infraestructura quedó aún más dañada con la lluvia. No fue que Bukele no tuviera recursos, sino que simplemente, no lo hizo.
Bonnie, luego de cruzar Nicaragua y convertida en tormenta tropical siguió cerca de la costa pacífica de El Salvador el sábado 2 de julio y a partir de entonces la destrucción fue evidenciándose en redes sociales.
Eran videos de las salas inundadas del hospital Rosales, así como la de los centros de salud del Instituto Salvadoreño del Seguro Social en la capital: cascadas de agua filtrándose por los techos, donde trabajadores intentaban contenerlas con trapos.
Con dinero y sin invertir en repara hospitales
Bukele en 2019 contaba US$170 millones de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para reparar y remodelar el referido hospital, según la Asamblea Legislativa, que aprobó el crédito.
Mientras que del presupuesta nacional de 2021 destinado para infraestructura hospitalaria, solo invirtió US$3.4 millones de US$35 millones disponibles, según datos del Ministerio de Hacienda, aunque la cifra es inexacta debido a los candados que el Congreso ha puesto al acceso a la información pública.
Otro dato es que la inversión para reparar hospitales en 2021 equivale al 7% de lo que Bukele ha gastado en la compra de Bitcoin, moneda en circulación en El Salvador por iniciativa del Presidente.
Hasta ahora, Bukele ha gastado USD 47.8 millones en Bitcoin. Solo el 1 de mayo, cuando la tormenta Bonnie se fortalecía en su rumbo hacia las costas salvadoreñas, el presidente gastó USD 1.5 millones en 80 Bitcoin; eso es poco menos de la mitad de lo que su gobierno invirtió en un año en atender hospitales como el Rosales.
El mandatario apenas hizo apariciones y solo en Twitter compartió los números de emergencia de El Salvador, mientras pobladores de barrios, avenidas y zonas populares eran reubicadas por el Gobierno local y no por el central.
Cuando Bonnie pasaba a huracán 3, adentrándose al Pacífico, Bukele seguía sin visitar ningún lugar afectado, ni mencionar la situación de los hospitales, aunque sí publicó un tuit con el emotico de un sol y al que adjuntó un video de él en un helicóptero, mientras que el más reciente es el relacionado con la estadística de homicidios.
Estado de emergencia sin lluvia
Aunque desde la noche del 5 de julio la lluvia cedía, la Asamblea Legislativa dominada por diputados del presidente declaró estado de emergencia nacional.
La decisión le permite al Gobierno evadir todos los controles de gastos de impuestos por la Ley de Adquisiciones y Contrataciones en la Administración Pública (LACAP), durante 15 días. Uno de estos es que no pueden ser contratistas del Estado los miembros del Consejo de Ministros, funcionarios y empleados públicos, y municipales.
Al estado de emergencia por Bonnie se suma el estado de excepción vigente desde marzo luego de una masacre ocasionada por las pandillas con las que el gobierno de Bukele había hecho un pacto de gobernabilidad, cuya medida ya cobró la vida de medio de centenar de personas en cárceles salvadoreñas.
Para el jueves "ingrese una nueva onda tropical", por lo que las lluvias con actividad eléctrica y los vientos continuarán.
Con información de Efe e Infobae.