Fin del Título 42: cómo afectará a Estados Unidos y a Guatemala la decisión de Biden
¿Qué pasará con los migrantes que llegan a Estados Unidos por la frontera sur? El fin de esta medida significa que ya no serán rechazados todos aquellos que soliciten asilo bajo el pretexto de problemas de salud pública.
En un polémico paso para revertir las políticas de inmigración de la administración de Donald Trump, el gobierno de Joe Biden anunció que Estados Unidos pondrá fin a la controvertida orden de salud pública conocida como “Título 42”. Esta política, que se aplicó en marzo de 2020 al inicio de la pandemia de COVID-19, permitía a los agentes fronterizos expulsar inmediatamente a los migrantes que llegaban a la frontera entre Estados Unidos y México.
El fin del Título 42 significa que los migrantes que soliciten asilo en la frontera entre Estados Unidos y México ya no serán rechazados bajo el pretexto de problemas de salud pública. Quienes arriben, tendrán la oportunidad de presentar individualmente su caso ante un funcionario de inmigración y solicitar protección en virtud de la legislación estadounidense.
Pero Biden, que recientemente oficializó su candidatura a la presidencia, mantuvo la medida por más de un año. Como explica Camilo Montoya Galvez para CBS, “tras defenderlo durante más de un año, el gobierno de Biden trató de poner fin al Título 42 en la primavera de 2022, aduciendo la mejora del entorno pandémico y el descenso de las infecciones por coronavirus, pero una coalición de estados liderados por republicanos convenció a un tribunal federal para que bloqueara la terminación de la política por motivos de procedimiento”.
La medida supone inmensos retos no solo para Estados Unidos, sino que México deberá redoblar sus esfuerzos contra la oleada de migrantes que, según expertos en migración, llegarán a la frontera.
Un problema para Guatemala y toda Centroamérica
Después de todo, la mayoría de los migrantes procesados en virtud del Título 42 han sido expulsados por tierra a México en un proceso que dura apenas unas horas. Los mexicanos, guatemaltecos, hondureños y salvadoreños son los únicos cuya expulsión ha consentido legalmente el gobierno mexicano. México empezó a recibir exiliados venezolanos en octubre.
Pero el levantamiento del Título 42 es también un problema guatemalteco. Es probable que en Guatemala, país de tránsito clave para muchos migrantes que huyen de la violencia, la pobreza y la inestabilidad política en Centroamérica, tenga que hacer frente a un nuevo flujo de migrantes. Esto podría poner a prueba los ya sobrecargados recursos del país, que lucha por proporcionar servicios básicos en esta nueva crisis humanitaria, defendiendo simultáneamente sus leyes migratorias y la seguridad de sus habitantes.
“El gobierno de Joe Biden se ha enfrentado a cifras récord de migrantes que llegan a la frontera sur y ha implorado a México y a los países centroamericanos que hagan más para frenar la oleada”, explica The Guardian.
“México superó recientemente la cifra de 100.000 personas dadas por desaparecidas en el país. En El Salvador, 488 casos de personas desaparecidas siguen sin resolverse, y en Guatemala, el número de mujeres desaparecidas aumentó a seis al día, según el informe de la Cruz Roja’, agrega.
En este sentido, el presidente Alejandro Giammattei se comunicó con la congresista republicana María Elvira Salazar para explicar la gravedad del asunto y solicitar ayuda para combatir la situación. Salazar envió una carta al secretario Alejandro Mayorkas con propósitos idénticos a los de Giammattei.
“Algunas naciones centroamericanas se benefician de estos flujos migratorios cobrándose una tasa de tránsito, pero no hacen nada para impedir su paso. La capacidad del gobierno guatemalteco para procesar eficazmente y enviar de vuelta a sus países de origen a los inmigrantes no autorizados está disminuyendo rápidamente”, lee la misiva de Salazar.
“Esto puede tener consecuencias catastróficas para Estados Unidos y la seguridad de nuestras fronteras, dada la importancia estratégica de Guatemala como punto crítico en el viaje de los inmigrantes hacia el Norte. Estados Unidos debe suministrar a Guatemala equipos y recursos de inmediato”, advierte la congresista.
Entretanto, Biden está enviando tropas a la frontera en previsión de un aumento del número de solicitantes de asilo. “Las autoridades estadounidenses prevén que los cruces ilegales superen los 10.000 al día”, explican Alex Horton y Nick Miroff para el Texas Tribune.
Fin del Título 42: cómo afectará a Estados Unidos y a Guatemala la decisión de Biden
¿Qué pasará con los migrantes que llegan a Estados Unidos por la frontera sur? El fin de esta medida significa que ya no serán rechazados todos aquellos que soliciten asilo bajo el pretexto de problemas de salud pública.
En un polémico paso para revertir las políticas de inmigración de la administración de Donald Trump, el gobierno de Joe Biden anunció que Estados Unidos pondrá fin a la controvertida orden de salud pública conocida como “Título 42”. Esta política, que se aplicó en marzo de 2020 al inicio de la pandemia de COVID-19, permitía a los agentes fronterizos expulsar inmediatamente a los migrantes que llegaban a la frontera entre Estados Unidos y México.
El fin del Título 42 significa que los migrantes que soliciten asilo en la frontera entre Estados Unidos y México ya no serán rechazados bajo el pretexto de problemas de salud pública. Quienes arriben, tendrán la oportunidad de presentar individualmente su caso ante un funcionario de inmigración y solicitar protección en virtud de la legislación estadounidense.
Pero Biden, que recientemente oficializó su candidatura a la presidencia, mantuvo la medida por más de un año. Como explica Camilo Montoya Galvez para CBS, “tras defenderlo durante más de un año, el gobierno de Biden trató de poner fin al Título 42 en la primavera de 2022, aduciendo la mejora del entorno pandémico y el descenso de las infecciones por coronavirus, pero una coalición de estados liderados por republicanos convenció a un tribunal federal para que bloqueara la terminación de la política por motivos de procedimiento”.
La medida supone inmensos retos no solo para Estados Unidos, sino que México deberá redoblar sus esfuerzos contra la oleada de migrantes que, según expertos en migración, llegarán a la frontera.
Un problema para Guatemala y toda Centroamérica
Después de todo, la mayoría de los migrantes procesados en virtud del Título 42 han sido expulsados por tierra a México en un proceso que dura apenas unas horas. Los mexicanos, guatemaltecos, hondureños y salvadoreños son los únicos cuya expulsión ha consentido legalmente el gobierno mexicano. México empezó a recibir exiliados venezolanos en octubre.
Pero el levantamiento del Título 42 es también un problema guatemalteco. Es probable que en Guatemala, país de tránsito clave para muchos migrantes que huyen de la violencia, la pobreza y la inestabilidad política en Centroamérica, tenga que hacer frente a un nuevo flujo de migrantes. Esto podría poner a prueba los ya sobrecargados recursos del país, que lucha por proporcionar servicios básicos en esta nueva crisis humanitaria, defendiendo simultáneamente sus leyes migratorias y la seguridad de sus habitantes.
“El gobierno de Joe Biden se ha enfrentado a cifras récord de migrantes que llegan a la frontera sur y ha implorado a México y a los países centroamericanos que hagan más para frenar la oleada”, explica The Guardian.
“México superó recientemente la cifra de 100.000 personas dadas por desaparecidas en el país. En El Salvador, 488 casos de personas desaparecidas siguen sin resolverse, y en Guatemala, el número de mujeres desaparecidas aumentó a seis al día, según el informe de la Cruz Roja’, agrega.
En este sentido, el presidente Alejandro Giammattei se comunicó con la congresista republicana María Elvira Salazar para explicar la gravedad del asunto y solicitar ayuda para combatir la situación. Salazar envió una carta al secretario Alejandro Mayorkas con propósitos idénticos a los de Giammattei.
“Algunas naciones centroamericanas se benefician de estos flujos migratorios cobrándose una tasa de tránsito, pero no hacen nada para impedir su paso. La capacidad del gobierno guatemalteco para procesar eficazmente y enviar de vuelta a sus países de origen a los inmigrantes no autorizados está disminuyendo rápidamente”, lee la misiva de Salazar.
“Esto puede tener consecuencias catastróficas para Estados Unidos y la seguridad de nuestras fronteras, dada la importancia estratégica de Guatemala como punto crítico en el viaje de los inmigrantes hacia el Norte. Estados Unidos debe suministrar a Guatemala equipos y recursos de inmediato”, advierte la congresista.
Entretanto, Biden está enviando tropas a la frontera en previsión de un aumento del número de solicitantes de asilo. “Las autoridades estadounidenses prevén que los cruces ilegales superen los 10.000 al día”, explican Alex Horton y Nick Miroff para el Texas Tribune.